"Somos nosotros los que debemos, en este momento de la Historia, desarrollar los propios poderes, creer que el Universo no acaba en las paredes de nuestra propia habitación, aceptar las señales, seguir los sueños y al corazón.
Somos responsables de todo lo que ocurre en este mundo. Somos Guerreros de la Luz. Con la fuerza de nuestro amor, de nuestra voluntad, podemos cambiar nuestro destino, y el destino de mucha gente.
Llegará un día en el que el problema del hambre podrá ser resuelto como el milagro de la multiplicación de los panes. Llegará un día en el que el amor será aceptado por todos los corazones, y la más terrible de todas las experiencias humanas - la soledad, que es peor que el hambre- será barrida de la faz de la Tierra. Llegará un día en que los que llaman a la puerta verán que ésta se abre; los que piden, recibirán; los que lloran, serán consolados.
Parta el planeta Tierra este día aún está muy lejos. Sin embargo, para cada uno de nosotros, este día puede ser mañana. Basta con aceptar un simple hecho: el amor, de Dios y del prójimo, nos muestra el camino. No importan nuestros defectos, nuestros peligrosos abismos, nuestro odio reprimido, nuestros largos momentos de flaqueza y de desesperación: si queremos corregirnos primero para después partir en busca de nuestros sueños, no llegaremos nunca al Paraíso. Sin embargo, si aceptamos todo lo que hay de malo en nosotros y, aun así, creemos que merecemos una vida alegre y feliz, entonces estaremos abriendo una enorme ventana para que el amor entre. Poco a poco, los defectos desaparecerán por sí mismos, porque el que es feliz sólo puede mirar al mundo con amor, esta fuerza que regenera todo lo que existe en el Universo.
... ... ...
No estamos solos. El mundo se transforma, y nosotros somos para de esta transformación. Los ángeles nos guían y nos protegen. A pesar de todas las injusticias, a pesar de cosas que no merecemos que nos ocurran, a pesar de sentirnos incapaces de cambiar lo que está mal en nosotros y en el mundo, a pesar de todos los brillantes argumentos del Gran Inquisidor, el amor todavía es más fuerte, y nos ayudará a crecer. Y sólo entonces seremos capaces de entender estrellas, ángeles y milagros."
Por: Paulo Coelho. Extraído del Epílogo de "Valquirias"