jueves, 24 de mayo de 2012

El Oscuro Enigma del “Dakota”, uno de los Edificios más Emblemáticos de Nueva York




El impresionante edifico situado en el número 1 de la calle 72,  al oeste de Central Park en Manhattan (Nueva York), no sólo es famoso por albergar personajes celebres y ser escenario del asesinato de mítico John Lennon, sino que un halo de misterios y una leyenda negra rodean al singular edificio.  Tras algo más de un siglo de existencia, el edificio con su trayectoria de hechos extraños, se le relaciona con sectas satánicas.

La firma de arquitectos de Henry Janeway Hardenbergh fue contratada para realizar el diseño para Edward Clark, director de la Singer Sewing Machine Company. Esta firma también diseñó el Hotel Plaza.

El "Dakota" es un edificio de apartamentos de lujo que comenzó a edificarse el 25 de octubre de 1880 y las obras de construcción concluyeron cuatro años más tarde, el 27 de octubre de 18894. Su diseño corrió a cargo del arquitecto Henry Hardenberg, autor del también mítico Hotel Plaza, y  fue avalado con una fuerte inversión del propietario de las maquinas de coser Singer, Edward S. Clark.

Al margen de las "tenebrosas" historias que le envuelvne, se trata de un bonito edificio con altos gabletes y profundos tejados con ventanas, paneles y enjutas de terracota, nichos, balcones y balaustradas que le confieren una apariencia de estilo renacentista alemán del siglo XIX, mientras que su estructura y su planta reflejan una fuerte influencia de la arquitectura francesa en el diseño de casas que se empezó a conocer en Nueva York en la década de 1870, de manera que la disposición general de los apartamentos sigue el estilo francés de la época, con todas las habitaciones principales conectadas unas con otras a la manera tradicional, pero también son accesibles desde un pasillo, una disposición que permitía un paso natural para los invitados desde una habitación a otra especialmente en ocasiones festivas y, además, permitía al servicio doméstico circular de manera separada para realizar su trabajo y acceder a las habitaciones principales. Las habitaciones principales, como las salas de estar y el dormitorio principal, están en la parte de la calle; mientras que el comedor, la cocina, y otras salas auxiliares están orientadas hacia el interior del patio central del edificio. Los apartamentos tienen ventanas a ambos lados, lo que fue una novedad en el Nueva York de esa época. (En el edificio Stuyvesant, que fue construido en 1869, sólo diez años antes, y que estaba considerado como el primer edificio de apartamentos de Nueva York, sólo algunas habitaciones tenían ventanas.) Algunas salas de estar tienen 15 metros de largo, y la mayoría de los techos tienen 4,3 m de altura; los suelos están entarimados con roble, cerezo y caoba.

Originalmente, el "Dakota" tenía 65 apartamentos de 4 a 20 habitaciones, ninguno igual. A estos apartamentos se accedía por escaleras y ascensores situados en las esquinas del edificio. En el medio del edificio hay escaleras y ascensores para el servicio doméstico. El "Dakota" tiene muchas instalaciones e infraestructuras excepcionales para la época de la construcción. El edificio tiene un gran comedor; las comidas pueden ser enviadas a los apartamentos por ascensores especiales. La electricidad era generada por una pequeña estación eléctrica, y tiene calefacción central. Además de las habitaciones del servicio, en la buhardilla había una zona de juegos y un gimnasio. Estas zonas fueron reconvertidas  en apartamentos en años posteriores debido a problemas financieros. Además, cuenta con un jardín, un campo de croquet privado y una pista de tenis, todo detrás del edificio, entre las calles 72 y 73.

Está construido en una manzana cuadrada alrededor de un patio central, accesible a través de una arcada desde la entrada principal, hay una puerta de carruajes lo suficientemente grande que podían pasar los coches de caballos, permitiendo a los pasajeros apearse resguardándose del tiempo. En los establos del Dakota de la calle 72 y de Amsterdam Street, unos ascensores subían los carruajes a las plantas superiores. El edifico de los Establos del Dakota siguió en funcionamiento como garaje hasta febrero de 2007. Justo frente al costado de su puerta principal, se encuentra Central Park por lo que goza de unas vistas excelentes. Sin duda alguna se trata de un edificio imponente, cuya solidez se percibe a simple vista.

El nombre de "Dakota" se puso al edifico debido más bien al gusto que su fundador, Edward S. Clark, tenía por los estados y territorios del nuevo oeste y por ello decidió incorporar, sobre la entrada principal de la calle 72, una escultura de un indio dakota. Dakota era el nombre de una de las tribus Sioux, las otras eran los Nacotas y los Lacotas, que habitaban en las llanuras de lo que actualmente son los EE.UU., y eran cazadores de bisontes.

De acuerdo a la cultura popular, se le denominó así debido a que en la época de su construcción, el Upper West Side de Manhattan estaban tan aislado y alejado de la ciudad que estaba escasamente habitado y por ello se le consideraba un lugar tan remoto como el territorio de Dakota, al norte de EE.UU., en la frontera con Canadá. Sin embargo, pese a su lejanía y el hecho de que estuviera rodeado de oscuridad, no impidió que tuviera éxito y fuera alquilado por completo, encontrándose los primeros registros de su nombre en una historia de un periódico de 1933.

Posteriormente, Manhattan comenzó su rápida expansión hacia el norte y los precios se dispararon,  aportando cierta exclusividad al edificio, logrando ser incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1972 y declarado Lugar Nacional de Interés Histórico en 1976, décadas después de haber comenzado a ser habitado por reconocidos personajes, como el compositor y director de orquesta Leonard Bernstein, el poeta Charles Henri Ford, la escritora Carson McCullers, el bailarín Rudolf Nuréyev; actores como Judy Garland, Lauren Bacall, Judy Holliday, Boris Karloff, José Ferrer, Steve Guttenberg, Robert Ryan, Jason Robards, Zachary Scout; deportistas como F. Ambrose Clark, nieto del constructor original; productores musicales como Bob Crewe; cantantes entre los que se cuentan Roberta Flack, Ian McDonald, John Lennon y su esposa Yoko Ono quien continúa residiendo en él, Jennifer López, Marc Anthony, Bono y su esposa activista Ali Hewson, Sting o Paul Simon.

También ha sido escenario de obras literarias de Douglas Preston y Lincoln Child, cuyo personaje Aloysius X. L. Pendergast residía en él; también de películas, como “La Semilla del Diablo”, de Roman Polanski, del año 1968. El último film rodado en el edificio fue la versión americana de la película de Alejandro Amenábar “Abre los Ojos”, “Vanilla Sky”, producida en 2001 por Cameron Crowe y protagonizada por Tom Cruise y Penélope Cruz.

Uno de los últimos actores en conseguir un apartamento en el "Dakota" ha sido Alec Baldwin,  por la “módica” cantidad de mas de 8 millones de euros. Pero no sólo es necesario disponer de dinero para ocuparlos, sino que, además, hay que pasar una férrea aprobación general del resto de vecinos, al parecer tan difícil de obtener que Antonio Banderas y Melanie Griffith no lograron obtener en 2005.

Pero a pesar de hacerse mundialmente famoso por el asesinato en sus puertas de John Lennon,  desde siempre le sucedieron extraños incidentes tras sus muros.

Se dice que el "Dakota" tiene una maldición. Cuando la joven actriz Sharon Tate fue sacrificada en un rito satánico y asesinada el viernes 8 de Agosto de 1969, cuando Charles Manson ordenó la ejecución de todos los presentes en el 10050 de Cielo Drive, vivienda de Roman Polanski, en Bel Air, Estados Unidos se estremeció. La guapísima Sharon Tate era la esposa del polémico Roman Polanski, el director de cine de la célebre película "La Semilla del Diablo" ("Rosemary's Baby"). La película fue rodada en los exteriores del Edificio Dakota, si bien los interiores no son del inmueble puesto que, entre otras cosas, los vecinos no lo permitieron.

También se dice que el sumo sacerdote de la brujería Wicca inglesa, Gerald Brossau Gardner, se alojó en este edificio cuando visitó Nueva York. En él celebró rituales mágicos invocadores de las potencias ocultas de la naturaleza. Precisamente, Roman Polanski, en el año 1968, se inspiró en este personaje para moldear las características del brujo maléfico coprotagonista de la mencionada película.

Durante el rodaje de esta película, y a pesar que en el lugar sólo se rodaron los exteriores, en el edificio "Dakota" tuvieron lugar todo tipo de extraños accidentes que diezmaron al equipo. En este edificio se produjo el desequilibrio nervioso de la actriz protagonista Mia Farrow y su ruptura con Frank Sinatra. La película convirtió al "Dakota" en foco de atención al desvelarse por la prensa las connotaciones mágicas y ocultas que el edificio aparentaba poseer. Diversos grupos de practicantes de la magia negra y de sectas satánicas se congregaron ante el edificio para amenazar a Polanski y su equipo e impedir que la película se llevara a cabo. Entre estos personajes se encontraba el tristemente célebre Charles Manson, el hombre que tiempo después, junto con varios miembros de su secta, se encargaron de convertir en realidad las amenazas, ya que, como se ha descrito anteriormente, en 1969 llevaron a cabo la matanza de Cielo Drive, en Hollywood, donde asesinaron a un grupo de personas, entre ellas a la actriz Sharon Tate, esposa de Polanski y a su bebe no nato atravesados por un tenedor. La masacre en Bel Air de esa noche de 1969 sacudió a las almas estadounidenses. A tal punto impactó a la industria cinematográfica, que Warner Bross rodó en 1976 el film "Healter Skealter" basado en los horrendos crímenes.

A principios del siglo XX estuvo residiendo en uno de sus apartamentos el famoso mago Aleister Crowley. Éste, considerado en la época uno de los hombres más perversos del mundo, llevó a cabo varios rituales de magia negra dentro del edificio.

Sin embargo, parece ser que Crowley fue demonizado por la sociedad, principalmente por la estadounidense, ya que, las acusaciones de las que fue objeto no eran del todo ciertas según él mismo declaró en 1933, aunque no fueran más que para evitar las consecuencias de la justicia:

 “Para practicar magia negra tienes que violar todo principio de la ciencia, decencia, e inteligencia. Debes estar obsesionado con una idea demente de la importancia del mezquino objeto de tus detestables y egoístas deseos. Se me ha acusado de ser “mago negro”. No se ha hecho jamás afirmación más tonta sobre mí”[...] La “Misa Negra” es un asunto totalmente diferente. Yo no podría celebrarla aunque quisiera, porque no soy un sacerdote consagrado de la Iglesia Cristiana. El celebrante debe ser un sacerdote, porque toda la idea de la práctica es profanar el Sacramento de la Eucaristía. Por consiguiente, debes creer en la verdad del culto y la eficacia de su ritual”.

Por la misma época, en el "Dakota" estuvo viviendo el actor de cine de terror Boris Karloff, del cual se dice que participó en impresionantes veladas de espiritismo. También se cuenta que cuando murió Karloff hubo fenómenos de poltergeist, ectoplasmas del difunto actor y demás horrores fantasmales mediante los cuales se manifestó su persona en el "Dakota", siendo vistos y oídos por diversos inquilinos que huyeron despavoridos del edificio.

Por último, el 8 de diciembre de 1.980, Mark David Chapman, asesinó a balazos al músico John Lennon, el cual sucumbió a las graves heridas causadas dentro de la misma arcada de entrada al edificio en el cual residía, a su regreso a casa. Su esposa, Yoko Ono aún sigue viviendo allí.

Desde la esquina de Central Park llamada ‘‘Strawberry Fields'' en honor a uno de los memo- rables éxitos de los Beatles hasta un mosaico que lleva la inscripción "Ima- gine'', una de las cancio- nes más distintivas de Lennon, la huella del legendario artista britá- nico está en todas partes.
 


Hasta tal punto fue estigmatizado el edificio fue estigmatizado como lugar de encuentros satánicos a principios del siglo XX, que incluso se llegó a decir que de allí emanaban pestilentes olores y ruidos extraños.

Desde luego, el Dakota es un bonito edificio, con una fachada que parece la un castillo encantado que acompaña a su leyenda. Por dentro se intuye un palacio versallesco, del cual, los americanos, como han demostrado muchas veces, saben crear un gran espectáculo de cualquier situación, lo han hecho también con este edificio, cuyos habitantes contribuyeron a prodigar su leyenda, confiriéndole un atractivo mayor que turísticamente el pueblo de Nueva York ha sabido aprovechar al convertirlo en lugar emblemático y de obligada visita turística, por lo que, si se viaja a esta ciudad, todas las guías turísticas recomiendan su visita para contemplar su fachada exterior, pero sin poder acceder a su interior, ya que un portero con levita custodia la entrada impidiendo el paso a cualquier visitante.

Como última nota anecdótica y consejo para supersticiosos y creyentes en historias de terror con finales dantescos: Se recomienda no fotografiarlo, ya que la leyenda negra se ha extendido al entorno fotográfico, al haberse corrido el macabro rumor de que si se toma una foto teniendo el edificio "Dakota" al fondo, a los pocos días, la persona de la foto morirá.

Ahora sólo depende de ti creer o mostrarte escéptico ante la negra leyenda urbana del "Dakota".




FUENTES: