sábado, 8 de diciembre de 2012

El Picapedrero



Cuenta la leyenda que un humilde picapedrero vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces, pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que, debido a su condición, se había creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así pues quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.

Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó:

l sí que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡Quiero ser el sol!".


Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces, decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó:

"Ella sí que es realmente fuerte. ¡Quiero ser una roca!".



Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picapedrero que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picapedrero que era en un principio.

 
(Cuento tradicional taoísta)


Mensajes Subliminales



Los mensajes subliminales son mensajes o señales que nos llegan a través de la comunicación y que están diseñados para traspasar el umbral de la percepción consciente normal, pero que penetran en la mente de forma profunda e inconsciente, quedando grabados en el subsconsciente. Suele tratarse de sonidos inaudibles, así como textos escritos e imágenes transmitidas brevemente que percibimos aunque nos pasan desapercibidas, o sea, se podría decir que estos mensajes se encuentran "enmascarados".

En el caso de las imágenes en movimiento el ser humano no es capaz de percibir de manera consciente cada una de las imágenes que se proyectan sobre una pantalla a una cadencia de más de 14 imágenes por segundo. Sin embargo, el cerebro sí es capaz de percibirlas, de tal manera que cualquier mensaje que se inserte por este método puede ser percibido de forma subconsciente, lo cual ha llevado a estudiosos del tema a afirmar que este tipo de imágenes influyen en la voluntad del individuo a la hora de realizar una determinada actividad (consumir un producto, una marca; sentir algún tipo de sensación: placentera o por el contrario repulsiva; o incitar alguna necesidad: sed, hambre, etc.).

Las personas se ven afectadas por los mensajes subliminales debido a su repetición constante. La mente subconsciente acepta como verdad todo aquello que es repetido constantemente. Debido a que los mensajes se repiten una y otra vez, la mente subconsciente termina por aceptarlos como una verdad innegable. Esa fue la forma en que las personas aprendimos a crear nuestros valores y aceptar nuestras verdades.

Los mensajes subliminales pueden ser un método efectivo y tener efectos positivos utilizados como método terapéutico para inculcar ideas concretas en las personas, tales como mensajes para mejorar la autoestima o para el aprendizaje, pero también pueden ser fuente de información que entra en nuestro cerebro de manera no deseada y que podría resultar perjudicial para el receptor de los mismos, ya que condicionan el pensamiento de forma involuntaria, creando estímulos que "programan" la mente sin saberlo y, por tanto, sin su consentimiento.

La publicidad, la música y el cine son los medios donde habitualmente se esconden estos mensajes "ocultos" provocando la necesidad de consumo o que pretenden "grabar" determinadas ideas o conceptos. En el caso de la música, parece ser que existen determinados estilos y canciones que incitan al consumo de drogas y es bien conocido que en ciertas canciones Heavy Metal, si son escuchadas al revés, transmiten mensajes satánicos, de brujería y magia negra, aunque esto parece ser que no pasa de mera leyenda urbana.

Se considera publicidad subliminal todo aquel mensaje audiovisual (compuesto por imágenes y sonidos) que se emite por debajo del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un producto. También es aplicable a aquellos mensajes visuales que contienen información que no se puede observar a simple vista, como por ejemplo los anuncios de imagen fija en revistas ilustradas o en carteles...

Los mensajes subliminales se han venido empleando desde la antigüedad. los griegos los conocían, al menos en su concepto de percepción subliminal. Hace dos milenios Aristóteles ya había analizado el tema relacionándolo con el sueño. Luego en el siglo XVI se retomó el tema. El Dr. Sigmund Freud, padre del psicoanálisis se sumó a lo descubierto por el Dr. Poetzle, llevándolo al plano científico.



Lo Subliminal está presente en la obra del famoso artista Miguel Angel con sus bien disfrazados mensajes en la Capilla Sixtina para la Iglesia Católica Romana, en el Vaticano, desde el año 1512, concretamente en "La Creación de Adán". 

Esta imagen ha sido determinante en la formación del arte tal y como hoy lo entendemos, y es considerada la alegoría más sugerente y poética del origen del ser humano como ser que participa en la divinidad, sea cual sea ésta. "La Creación de Adán" sigue el mismo método de representación que "La Creación de Eva", El doctor Frank Lynn Meshberger publicó en 1990 en la revista de la Asociación Médica Norteamericana sus hallazgos respecto a los mensajes subliminales que encontró en esta obra. Según este experto las imágenes y sombras que aparecen detrás de la representación de Dios, son un esbozo del cerebro humano, que incluye detalles como el lóbulo frontal, el cerebelo, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo y la hipófisis (o glándula pituitaria).



Figure of Adam: Figura de Adán
Figure of God: Figura de Dios
Sulcus: Surco
Pons: Puente de Varolio
Pituitary Gland: Glándula Pituitaria
Spinal Cord: Médula Espinal

Alternativamente, ha sido observado que el manto rojo alrededor de Dios tiene la forma del útero humano y que la bufanda verde que cuelga de él, podría ser un cordón umbilical recién cortado.

Es posible que lo subliminal en esta obra sea producto de la mente subconsciente del artista, o también pueda ser una obra consciente, en la cual el artista insertó estas imágenes subliminales para dejar ver a otros su conocimiento de la anatomía humana, si ser perseguido por la Iglesia Católica.

También se puede apreciar en su escultura de Moisés. Entre 1513 y 1515, Miguel Ángel esculpió la figura de Moisés para la tumba del Papa Julio II, en la Basílica de San Pedro. La imagen de mármol tiene una peculiaridad: tiene cuernos. El error de la escultura del artista italiano se debe a un error de traducción de la Biblia. Exodus 34:29-30 describe a Moisés descendiendo del Monte Sinaí, con el rostro "emitiendo rayos de luz"; sin embargo, la traducción de hebreo a latín de San Jerónimo, menciona la palabra "karan", cuyo significado es "cuernos" y realmente, observando la fotografía de la obra, pueden apreciar mejor unos cuernos que unos rayos de luz, hecho que no habría sucedido en un artista de la talla de Miguel Angel.

A raíz de la aparición del best seller "El Código Da Vinci" de Dan Brown se han difundido teorías de diferentes autores que sostienen que obras de Leonardo Da Vinci, como "La Gioconda" o "La Última Cena" contienen mensajes ocultos. 

Respecto a la enigmática sonrisa de la primera, parece ser que se deben a diferentes procesos de restauración y accidentes que ésta ha sufrido, de modo que hoy en día no podemos apreciarla como Davinci la realizó.


En cuanto a "La Última Cena", mientras la Iglesia católica ha calificó de prostituta, algunos estudiosos que defienden su figura como la madre del hijo de Jesús, afirman que la imagen del apóstol San Juan correspondería a la de María Magdalena debido a sus rasgos femeninos y que la falta del cáliz sobre la mesa, sugiere que María Magdalena es el propio cáliz, portador de la Sangre Real o "Sangreal", es decir, el Santo Grial. 





Entre otros mensajes, también se encontraría en la parte izquierda de la obra, entre las imágenes de San Juan y San Pedro, donde se ve a San Pedro portando un cuchillo o puñal que oculta tras su espala  y con su otra mano realiza un gesto de amenza sobre la garganta de San Juan.







Los artistas y científicos antiguos muchas veces incluían estos mensajes en sus obras como una forma de revelarse ante las autoridades, algunos dijeron  burlarse, transmitir mensajes, demostrar su conocimiento, etc. sobre algún tema sin ser perseguidos por las autoridades, pues durante mucho tiempo, las disecciones del cuerpo humano, por ejemplo, estaban prohibidas.

El inconsciente es una parte de nuestra mente que absorbe todos los deseos, o experiencias reprimidas en el plano conciente, y cosas que captamos de manera en que no esperamos que sucedan ya que las percibimos y adquirimos de millares de formas y representaciones. El concepto de inconsciente fue descrito por primera vez en el periodo comprendido entre 1895 y 1900 por Sigmund Freud, quien elaboró la teoría psicoanalítica la cual se formaba por sentimientos experimentados durante la infancia, junto con los instintos o la libido y sus modificaciones por la evolución del "súper yo". De acuerdo con la interpretación del psicoanálisis del psicoanalista suizo Carl Gustav Jung, el inconsciente también consta de un inconsciente cultural que contiene ciertas fantasías atávicas, universales y heredadas, que pertenecen a lo que Jung denominó "Inconsciente Colectivo".


Respecto al cine, los mensajes subliminales comenzaron con un experimento  realizado en una sala durante la proyección de la película Picnic. Se proyectaron secuencias totalmente impercetibles para el ojo humano, pero no para su cerebro, en las cuales aparecía el texto "Beba Coca-Cola - ¿Tiene hambre? - Coma palomitas de maíz". Durante una semana, en esta sala se registró un aumento de ventas de Coca-Cola de un 18 % y de un 58 % de palomitas. 




Este experimento fue realizado por James Vicary en 1957 y sirvió para que todo el mundo creyera que mediante este método era posible crear necesidades y aumentar el consumo de determinados productos.

Pese a que el experimento no se llegó a realizar verdaderamente, muchos gobiernos del mundo, y concretamente los Estados Unidos, prohibieron su uso, colocándolo muy por encima de la publicidad engañosa, encubierta o, en algunos casos, comparativa.

Sin embargo el meta-análisis de C. Trappery de 1961 fue refutado diez años más tarde, en 2006, por los investigadores Johan C. Karremansa, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University Nijmegen y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, quienes citan el experimento de Vicary como un experimento ampliamente desacreditado, y que, sin embargo, no invalida la hipótesis de la efectividad de los mensajes subliminales. Estos investigadores finalmente demostraron que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales sí funcionan.

En España, la Ley General de Publicidad de 1988 incluye la publicidad subliminal como un tipo de publicidad ilícita definiéndola como "aquella que por ser emitida con estímulos en el umbral de la sensibilidad no es conscientemente percibida". Hay que apuntar que esta definición no la realizaron juristas propiamente dichos, sino psicólogos, dado que ninguno de los ponentes sabía exactamente de qué se trataba, ni tenía indicios de su existencia. Aun así, se consideró conveniente prohibir dicha maniobra publicitaria. También en Noruega existen sanciones para quien emita mensajes ocultos en televisión y en la Unión Europea ha habido una propuesta de prohibir este tipo de publicidad con el fin de proteger a la infancia y a los jóvenes.

A continuación se presentan algunas imágenes en las que se pueden apreciar mensajes subliminales, aunque los escépticos, puedan creer que esto es sólo fruto de la imaginación, ya que no pueden percibirse a simple vista.

En esta imagen de un anuncio publicitario de un antiguo periódico, aparece una mujer sosteniendo una copa con su mano, pero, si se le da la vuelta y se observa con atención, se puede apreciar como la mujer que sostenía la copa, lo que en realidad parece estar haciendo es masturbarse:

 
Más que verse tres bombones helados, en este anuncio de Magnum, pareciese que se muestra otro tipo de "bombón":


En la página de acceso a Facebook, si se unen las figuras humanas que aparecen en el mapa mundi, se puede obtener la palabra "SEX":


Mientras que si se le da la vuelta, procediendo a unir los mismos puntos, se puede encontrar el número del Diablo: "666":


Apilando las latas de Pepsi Cola, se puede leer la palabra "SEX":


Si se amplia este anuncio de Coca Cola, se verá entre sus hielos la imagen de un pene y de una mujer con gesto de practicar una felación:
En la película "El Señor de los Anillos", en un primer plano del anillo, se puede apreciar el texto "COCA COLA":
En los hielos del vaso de este anuncio de ginebra Gilbeys se puede volver a leer el texto "SEX":
En la película "Piratas del Caribe" en el borde del pañuelo que llevaba en su cabeza el capitán Jack Sparrow, interpretado por el actor Johnny Depp, se puede apreciar el nombre de la marca deportiva "ADIDAS":


Sin embargo, se ha encontrado en Internet la misma imagen en la que es imperceptible tal mensaje:


Después del segundo gol de Butragueño en un partido de fútbol de España retransmitido por televisión y durante el transcurso de una campaña electoral, aparecieron las iniciales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE):


En la portada del disco "Come an'get it" de la banda británica de hard rock de los años '80 Whitesnake:


Claramente se ve la vagina de una mujer.


Estos mensajes, a pesar de estar prohibidos, continúan apareciendo en los medios de comunicación y, no alcanzan únicamente a un público objetivo bien definido en función de los contenidos que muestran, sino que están al alcance de toda la sociedad en general, inclusive en la infancia, como se verá en el artículo dedicado a "Los Mensajes Encubiertos de la Cinemátográfica Disney".

AnA Molina (Administrador del blog)


Mercadotecnia y Mensajes Subliminales



El consumismo tiene una fuerte raíz
en la publicidad masiva y en la oferta
bombardeante que nos crea falsas necesidades.
(Enrique Rojas)









Nadie puede dudar de la relevancia, lo que representa los mensajes subliminales en las compras, en la inducción de ellas en el comportamiento del consumidor, de hecho, ha habido antecedentes como el famosos caso de Coca-Cola en la película Picnic James Vicary en 1956 en el cine Fort Lee, un barrio de New York. En un cine se proyectaba la película Picnic.  

Con la ayuda de un proyector estroboscópico Vicary "bombardeó" la pantalla con una diapositiva que decía: "Beba Coca-Cola - ¿Tiene hambre? - Coma palomitas de maíz". En ese cine, durante una semana, se registró un aumento de las ventas de Coca-Cola en un 18,1%, y de palomitas en un 57,5%. Dicho mito, primero no tiene una apreciación científica en cuanto a la muestra, respecto a fechas similares anteriores (estadístico), al factor placebo y aquellas aplicadas a grupos de individuos controlados, hubiese sido más evidente si fuese un "coma coliflor", o "beba vinagre" (elementos supraliminales), sin embargo se bastan con dos elementos presentes por lo general en cine, para concluir que se trata de subliminal, aunque más bien de elementos de reforzamiento.


Al afirmar que al mezclarse imágenes A y C en una cinta B igual a consume A y C, es menos que una falacia. El mismo caso del mito de insertar un mensaje "oculto" incluido al revés.

Lo subliminal tiene como principal problema, el que no debe superar el umbral del subconsciente, lo que lleva a aventurarse a terrenos poco claros y que son mezclados con la corriente de la Gestalt.

Como nos lo recuerda Wikipedia, un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción. Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aún así, percibida inconscientemente.

El término mensaje subliminal fue popularizado en un libro de 1957 titulado "The Hidden Persuaders" ("Los Persuasores Ocultos"), de Vance Packard. Este libro detallaba un estudio llevado a cabo en el cine Fort Lee (Nueva Jersey) en el que supuestamente se habían insertado órdenes de beber Coca-Cola y comer palomitas de maíz con incrementos en las ventas durante los intervalos (un 18% y 57%, respectivamente). Y aunque años más tarde el autor mismo del estudio, James Vicary desmintiera la veracidad del experimento, la mecha quedó encendida. En 1973, el libro de Wilson Bryan Key "Subliminal Seducción" ("Seducción Subliminal") proclamó que las técnicas subliminales estaban siendo utilizadas ampliamente en la publicidad. El texto, contribuyó al clímax general de temor junto a las novelas de Orwell, acerca de los mensajes subliminales. La preocupación popular llegó a un extremo tal de llevar a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) a declarar la publicidad subliminal, "contraria al interés público", por su intención engañosa. En contra de la creencia popular que los mensajes subliminales son usados como medio de influencia masiva, la evidencia concreta al respecto es muy poca. Más allá de su "uso artístico", no existen pruebas de que se produzcan cambios perceptibles en el oyente o el espectador capaz alterar su conducta, sus ideas o hábitos de consumo; el consenso general entre los profesionales de la mercadotecnia indica que la publicidad subliminal no es efectiva y puede ser incluso, contraproducente.

Nos recuerda Wikipedia, que existen comentarios y simples rumores de la existencia de mensajes subliminales de distintos tipos: sobre todo publicitarios, pero también propagandísticos, artísticos o de control mental.


• Buñuel comentó en alguna ocasión que en la película Los Olvidados planeaba colocar en una escena, concretamente en el edificio en construcción del descampado, una orquesta en unos escasos fotogramas, y que apenas se apreciasen a simple vista. Pocos espectadores captarían la orquesta y los que lo hiciesen se quedarían dudando.


• Uno de los pocos ejemplos carentes de connotaciones sexuales lo constituye el vídeo "Francia en pocos segundos" realizado durante los años 80 para anunciar los logros obtenidos por el presidente François Mitterrand. El vídeo consistía en un collage de imágenes que se superponían progresivamente unas a otras. En una de ellas aparecía el rostro de Margaret Thatcher sonriendo y con los colmillos oscurecidos. Este anunció fue acusado de publicidad subliminal por aquellos fotogramas que mostraban a la premier británica como una representación del mal.


• Igualmente está demostrado otro mensaje subliminal del Partido Socialista Obrero Español emitido después de un gol de Butragueño en un partido de futbol de la selección española. Y este mensaje subliminal, en este caso perteneciente a la propaganda, fue publicado en la portada de un periódico de ámbito nacional.


• La película Psicosis de Alfred Hitchcock contiene una imagen subliminal en que puede verse una calavera superpuesta sobre la cara del asesino, en una de las últimas imágenes del film. También se utilizaron sonidos provocados por cerdos en un matadero mezclados con la música.

En la vida cotidiana, a menudo se afirma (con o sin evidencia) que se emplean técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda.

Por su puesto, ello está comprendido en las leyes que favorecen el comportamiento del consumidor y es penalizado cuando se les viola.

Para todo estudioso y comprometido con la función de mercados, es importante adentrarse en lo que son los mensajes subliminales, así como para los mismos consumidores, al respecto mail.google.com/mail/ nos señala, que la mente consciente es la “superficie” del cerebro, la parte racional y volitiva. La mente inconsciente, por su parte, es la que regula de forma automática los niveles de temperatura, el ritmo cardiaco, la respiración, los periodos de sueño y de vigilia, las motivaciones, la supervivencia, etc. Es el corazón del cerebro y quien realmente toma las decisiones. Por eso usted puede tomar una decisión de forma racional con su mente consciente, pero su cerebro no la obedece porque no es aceptada por su mente inconsciente. El inconsciente toma siempre la última decisión.


El cerebro tiene varios filtros que impiden que llegue toda la información al nivel consciente, ya que si recibiéramos toda esa información de forma consciente nos desbordaría. Téngase en cuenta que nuestro sistema nervioso recibe varios miles de bits de información cada segundo. Los mensajes subliminales son enviados por debajo del umbral de conciencia, directamente al inconsciente. Los umbrales de la audición corresponden a intensidades entre 0 dB y 140 dB. Por encima de 140 dB hay malestar y dolor físico. Los mensajes subliminales tienen menos de 0 dB, por lo que no son audibles para el oído humano, pero sí son captados por el cerebro.

Definitivamente, tómese en cuenta lo que señala Yaiza Martínez en tendencias21.net que tradicionalmente se ha creído que la información subliminal afecta a nuestro cerebro sin que podamos hacer nada. Sin embargo, ciertos mecanismos voluntarios y conscientes de procesamiento de información estudiados mediante la técnica conocida como estimulación magnética transcraneal han demostrado que el cerebro utiliza de manera consciente dicha información subliminal para el desarrollo correcto de tareas completamente conscientes. Esto implica que de alguna forma lo subliminal sí alcanza la mente consciente, al tiempo que es procesado por mecanismos también conscientes. De esta forma, se desecha en parte la idea de que el cerebro es un receptor pasivo de la información subliminal. La información subliminal es aquella que llega a nuestro cerebro pasando por “debajo” de nuestros límites normales de percepción. Se cree que, por ejemplo, conscientemente no podemos registrar una imagen transmitida de manera muy rápida, pero que nuestro cerebro sí la percibe inconscientemente.

Se suele pensar por esta razón que la información subliminal alcanza nuestra mente sin que ésta pueda hacer nada, sin procesar y sin obstáculo perceptivo alguno. Sin embargo, un experimento realizado por un grupo de neurobiólogos ha revelado que el cerebro sí puede procesar conscientemente la información subliminal, es decir, que la integra en un proceso más amplio. La información “velada” que recibimos de forma subliminal se integra en nuestro cerebro gracias a procesos conscientes.

Por: Carlos Mora Vanegas

FUENTE:


El Consumo y la Publicidad Subliminal

Una de las grandes -si no la mayor- tragedias
del hombre moderno es que hoy, dominado por
las fuerzas de los mitos y dirigido por la publicidad
organizada, ideológica o no, renuncia cada vez más,
sin saberlo, a su capacidad de decidir.
(Paulo Freire)










NO PIENSES. CONSUME. MIRA LA TV. Compra. Obedece. No despiertes. No cuestiones la autoridad. Trabaja ocho horas. Confórmate. Sométete. No a la imaginación... Podrían ser algunas de las consignas que, intencionadamente o no, nos inducen a actuar como lo hacemos. Gracias a la inestimable ayuda de los medios de comunicación, los poderes fácticos (políticos y económicos) que manejan a su antojo nuestra sociedad y manipulan a sus individuos, estarían detrás de esta campaña orquestada para perpetuarse en el poder.

En el filme "Están Vivos" (1988), del siempre incisivo John Carpenter, este panorama desolador es el resultado de una sutil invasión alienígena. Una voraz raza extraterrestre, especialista en consumir hasta el agotamiento los recursos de cualquier planeta que se ponga a tiro, practica un capitalismo salvaje que convierte en juego de niños las acciones depredadoras del neocapitalismo más reaccionario: "Para ellos, nosotros somos sus recursos naturales. Quieren agotar el planeta y marcharse a otro. Lo que verdaderamente somos es ganado". En connivencia con altos cargos terrícolas se ha adueñado, sigilosamente, de la Tierra, adoptando incluso la apariencia externa de la elite de los triunfadores de esa década: los "yuppies".

John Nada (Roddy Piper) es el típico solitario perdedor que intenta abrirse camino en medio de la depresión en la que se halla sumido el planeta. Un personaje que, en esta sátira social, recuerda a los trotamundos, como Juan Nadie, de Capra. Gracias a unas gafas de sol de fabricación casera, descubrirá, bajo una tonalidad monocroma, la verdadera faz de los triunfadores: repulsivos rostros cadavéricos en descomposición. Y el continuo bombardeo de mensajes subliminales, como los citados, desde los anuncios, la prensa y la televisión.

Un cartel publicitario que ofrece las maravillas del Caribe encierra en realidad el mensaje: "Casaos y reproduciros". Los billetes de banco no son más que folletos que llevan escrito: "Este es tu Dios". John se convertirá en el adalid de la revolución de los humanos ante la opresión alienígena: "¡Estoy luchando contra las fuerzas del mal. Y sólo se pueden ver con esas gafas!".
¿Podrían los estímulos ocultos en los mensajes publicitarios, como plantea el filme, manipular al consumidor? Esta es la esencia de la mitificada publicidad subliminal: "Aquella que, mediante técnicas de producción de estímulos de intensidades fronterizas con los umbrales de los sentidos o análogas, puede actuar sobre el receptor, individual o colectivo, sin ser percibida conscientemente".

En rigor, sin embargo, subliminal es lo que está por debajo de lo que es perceptible por los sentidos. ¿Cómo podría entonces el consumidor reaccionar ante algo que no ha captado, por lo menos conscientemente? Se halla extendida la creencia de que palabras o imágenes pueden influir en el comportamiento apelando al subconsciente del individuo.

Los publicistas (algunos poco escrupulosos), no contentos con vendernos cualquier cosa (al fin y al cabo es su trabajo), penetrarían en nuestro cerebro contra nuestra voluntad para inducirnos a comprar lo que sea: lo necesitemos o no. De ser cierto, mediante esta técnica se podría aprender sin esfuerzo escuchando, por ejemplo, nuestra música preferida con información subliminal embebida. Y, yendo aún más allá, el gobierno o cualquier poder podría llegar incluso a controlar nuestras mentes y cuerpos a base de introducir mensajes subliminales, como muestra el filme.


Sin embargo, como señala T. Hines, en Pseudoscience and the Paranormal (1990), las investigaciones realizadas al respecto muestran efectos muy limitados de la estimulación subliminal y no avalan su supuesta eficacia sobre la modificación del comportamiento. Podemos, de momento, estar tranquilos y seguir yendo a las grandes superficies con la seguridad de que, aunque salgamos con el carro de la compra lleno a rebosar, habremos comprado lo que nos hacía falta.

La creencia en el poder de los mensajes subliminales para manipular el comportamiento, arranca en 1957 (www.parascope.com). El promotor publicitario norteamericano James Vicary afirmó que con mensajes del tipo "Come palomitas" y "Bebe Coca-Cola", insertados durante la proyección de un largometraje en un cine de Nueva Jersey, las ventas de palomitas habían aumentado el 58% y el 18% las del refresco.




Unos supuestos resultados que no han podido ser confirmados, pero que perviven, sin fundamento, en el imaginario popular. Seguiremos así sin conocer el verdadero rostro de los que controlan nuestras vidas: "¡Ellos viven. Nosotros dormimos!" ¡Qué miedo!

FUENTE:



"They Live" ("Están Vivos") es una película de 1988 dirigida por John Carpenter, que también escribió el guión bajo el pseudónimo de Frank Armitage. La película está basada en un relato de 1963 de Ray Nelson titulado "Eight O'Clock in the Morning" ("Ocho de la Mañana").

En "They Live", un trabajador encuentra ocasionalmente unas gafas que permiten ver a las personas en su aspecto auténtico, así descubrirá que importantes personajes de la política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar como esta raza alienígena ha llenado el mundo de mensajes subliminales que pretenden convertir a los humanos en una especie esclava.

Esta película de ciencia ficción, que combina los elementos del thriller con cierto humor negro, tiene un trasfondo social. El film pone en evidencia los temores contemporáneos a una recesión económica (situación que vivían los estadounidenses en la década de 1980), dentro de una sociedad basada en el consumismo, recesión que estamos viviendo, precisamente, en la realidad de 2012.