"Cuando los hombres se ven reunidos para algún fin,
descubren que pueden alcanzar también otros fines
cuya consecución depende de su mutua unión."
(Thomas Carlyle)
En ocasiones nos sorprendemos al descubrir cómo un amigo nuestro resulta tener otro amigo que, ignorándolo con anterioridad, resulta ser también amigo nuestro, es entonces cuando decimos "el mundo es un pañuelo".
Curiosamente, pude experimentar personalmente una situación semejante cuando, en una ocasión realicé personalmente una presentación Power Point que envié a unos cuantos amigos seleccionados. Al cabo del tiempo, a través de un desconocido, dicha presentación también la recibió un familiar mío.
La Teoría de los Seis Grados de Separación viene a demostrar que, efectivamente, "el mundo es un pañuelo" y con toda su magnitud acaba reduciéndose de manera sustancial a tan sólo seis contactos y es aquí donde cae por tierra el concepto de "causalidad" y, según esta teoría, quedaría reducida a términos matemáticos en lo que a relaciones se refiere ya que tan sólo nos separarían seis personas de conocer, por ejemplo, a nuestro actor favorito.
La teoría se basa en probar que un individuo puede estar conectado con cualquier persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, luego, seis enlaces o "saltos".
El concepto está basado en la idea de que el número de conocidos crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena, y sólo un pequeño número de enlaces son necesarios para que el conjunto de conocidos se convierta en la población humana completa. Según esta teoría, cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo o estudio, a unas 100 personas. Si cada uno de esos amigos o conocidos cercanos se relaciona con otras 100 personas, cualquier individuo puede pasar un mensaje a 10.000 desconocidos tan sólo pidiendo a un amigo que pase el mensaje a sus amigos. y no situaríamos en el segundo nivel. Si cada uno de estos 10.000 individuos, a su vez, conoce a otras 100 personas, la red se amplía en el tercer nivel a 1.000.000 de personas, llegando así a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel. De modo que en tan sólo seis pasos y con la tecnología disponible hoy en día, podríamos conectarnos con la totalidad de la humanidad.
Evidentemente, cuantos más pasos haya que dar, más lejana será la conexión entre dos individuos y más difícil la comunicación. Internet, sin embargo, ha eliminado algunas de esas barreras creando verdaderas redes sociales mundiales, especialmente en segmentos concretos de profesionales, artistas, etc.
Ya en 1930, fue propuesta por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en su cuento "Chains" y ha sido recogida en el libro del sociólogo Duncan Watts. "Six Degrees: The Science of a Connected Age", llegando en 1993 a dar origen al film cinematográfico dirigido por Fred Schepisi.
Ya en 1930, fue propuesta por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en su cuento "Chains" y ha sido recogida en el libro del sociólogo Duncan Watts. "Six Degrees: The Science of a Connected Age", llegando en 1993 a dar origen al film cinematográfico dirigido por Fred Schepisi.
En la década de los 50, Ithiel de Sola Pool (MIT) y Manfred Kochen (IBM) se propusieron demostrar la teoría matemáticamente. Aunque fueron capaces de enunciar la cuestión, tras veinte años de estudio no llegaron a resolver el problema satisfactoriamente.
Desde la década de los 60, diferentes investigadores han indagado en las interconexiones entre los seres humanos, intentando demostrar que, en realidad, la cadena entre un campesino en Camboya y un multimillonario estadounidense, por ejemplo, es más corta de lo que parece y, curiosamente, casi todos los estudios llegaron a un número de interconexiones en torno al seis.
Con la llegada del correo electrónico y las redes sociales en Internet, la teoría de los "seis grados de separación" ganó auge y popularidad, llegando a inspirar la creación de diferentes juegos en la red.
En 1967, el psicólogo estadounidense Stanley Milgram ideó una nueva manera de probar la teoría, que denominó "El Problema del Pequeño Mundo". El experimento consistió en la selección al azar de varias personas del medio oeste estadounidense para que enviaran tarjetas postales a un extraño residente en Massachusetts, situado a varios miles de millas de distancia. Los remitentes conocían el nombre del destinatario, su ocupación y la localización aproximada. Se les indicó que enviaran el paquete a una persona que ellos conocieran directamente y que pensaran que fuera la que más probabilidades tendría, de todos sus amigos, de conocer directamente al destinatario. Esta persona tendría que hacer lo mismo y así sucesivamente hasta que el paquete fuera entregado personalmente a su destinatario final. Aunque los participantes esperaban que la cadena incluyera al menos cientos de intermediarios, la entrega de cada paquete solamente llevó, como promedio, entre cinco y siete intermediarios.
Los descubrimientos de Milgram fueron publicados en "Psychology Today" e inspiraron la frase "Seis Grados de Separación". El dramaturgo John Guare popularizó la frase cuando la escogió como título de su obra en 1990. Sin embargo, los descubrimientos de Milgram fueron criticados porque éstos estaban basados en el número de paquetes que alcanzaron el destinatario pretendido y que quedaron reducidos a sólo un tercio del total de paquetes enviados. Además, muchos expusieron que el experimento de Milgram era parcial en favor del éxito de la entrega de los paquetes seleccionando sus participantes de una lista de gente probablemente con ingresos por encima de lo normal y, por tanto, no representativo de la media.
El articulo de BBC News, "Connecting with People in Six Steps" arrojó nueva luz sobre la famosa teoría de los Seis grados de separación de Stanley Milgram. Al parecer en el experimento original de Milgram, el 95% de los envíos nunca llegaron, lo cual no era muy conocido, pero no dice mucho a favor de la teoría. La psicóloga Judith Kleinfeld que ha estudiado el tema concluyó que "Los seis grados de separación podrían ser el equivalente académico de una leyenda urbana".
Los seis grados de separación se convirtieron en una idea aceptada en la cultura popular después de que Brett C. Tjaden publicase un juego de ordenador en el sitio web de la University of Virginia basado en el "Problema del Pequeño Mundo". Tjaden usó la Internet Movie Database (IMDb) para documentar las conexiones entre diferentes actores. La Revista Time llamó a su sitio, "The Oracle of Bacon at Virginia", uno de los "Diez mejores sitios web de 1996". Programas similares se siguen usando hoy en clases de introducción de ciencias de la computación con la finalidad de ilustrar grafos y listas.La teoría también se popularizó en un juego con actores que empleaba a Kevin Bacon como conector.
"Small World Project" fue un experimento realizado por la Universidad de Columbia que trataba de demostrar la teoría con un sencillo experimento en el que los individuos debían registrarse y el sistema les asignaba una "persona-objetivo", de la cual conocían únicamente su nombre, edad y ciudad de residencia. El objetivo consistía en contactar con la persona utilizando solamente la red de contactos de la vida real, sin emplear las herramientas disponibles en las nuevas tecnologías, tales como Google.
El artículo publicado en la revista Science en el año 2003, titulado "An Experimental Study of Search in Global Social Networks" incluyo algunas conclusiones tras realizar el experimento con 60.000 mensajes para alcanzar a 18 personas de 13 países diferentes. Los resultados sugirieron que si los participantes no tenían suficientes incentivos, la hipótesis no se sostenía. Pero un pequeño aumento en los incentivos permitiría que las búsquedas a través de las redes sociales fueran más efectivas. Todo esto sugiere que la estructura de la red por sí misma no sirve de mucho, sino que debe interpretarse en función de las acciones y estrategias de los participantes.
En el año 2008 cayó la, hasta entonces, leyenda urbana de los "Seis Grados de Separación", cuando la compañía Microsoft demostró que cualquier persona del planeta está relacionada por no más de seis grados de separación, aunque confirmó que en realidad son 6,6 grados, es decir, son necesarios 7 o menos intermediarios para relacionar a dos individuos entre sí.
Para demostrar que a nadie le separan más de siete pasos de George Clooney o Angelina Jolie, el gigante del software utilizó 30.000 conversaciones electrónicas de 180 millones de usuarios de su servicio de mensajería instantánea Messenger. El estudio, que utilizó datos del año 2006, partió de la base que dos personas se conocían si habían intercambiado al menos un mensaje de texto. Los investigadores descubrieron que cualquier par de usuarios estaba interconectado por una media de 6,6 eslabones, aunque en algunos casos eran necesarios hasta 29 para relacionar a dos personas.
"Esta es la primera vez que una red social a escala planetaria ha logrado validar la teoría de los seis grados de separación", señalaron Eric Horvitz y Jure Leskovec, responsables del estudio, al diario The Washington Post.
En 2011 Facebook realizó un estudio denominado "Anatomy of Facebook" con todos los usuarios activos de su página: 721.000.000 miembros en ese momento (alrededor del 10% de la población mundial), y se analizó el conjunto de amigos en común, para sacar el promedio de cuántos eslabones hay entre un usuario y otro cualquiera. De esta prueba se excluyó a celebridades y famosos. Los resultados mostraron que el 99,6% de pares de usuarios estuvieron conectados por 5 grados de separación. Esta es la prueba más cercana de la teoría a la fecha de hoy y da un resultado aproximado de 4,75 eslabones.
Leyenda urbana o no, la difusión de las redes sociales en Internet, nos acerca a la veracidad de la teoría y abre a la Humanidad todo un universo de posibilidades por explorar, con todas las ventajas e inconvenientes que ello conlleva.
FUENTES
Seis Grados de Separación
Seis Grados de Separación: ¿Realidad o Leyenda?