¿Cómo Influye la Felicidad
en el Estado de Salud? Si te pasas la vida Enfadado, es Mucho más probable que contraigas cáncer.
“Una persona que se siente feliz, enferma menos, y si enferma, controla
mucho mejor su enfermedad”. Así de tajante se expresa Jesús Sánchez Martos,
catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid, médico y director del encuentro “La
Influencia de la Felicidad en el Estado de Salud”, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo
(UIMP), en colaboración con el Instituto Coca-Cola de la Felicidad.
Los médicos siguen saliendo
de las universidades sin saber nada de afectividad. El encuentro reunió a
conocidos psicólogos, médicos y filósofos para tratar un tema controvertido,
pero que cada vez está más presente en los estudios sobre salud: ¿en qué medida
influye nuestro estado psicológico en el desarrollo y curación de enfermedades?
Martos, que ha defendido siempre que existe una estrecha relación entre
felicidad, infelicidad y salud, insiste en la necesidad de que los médicos de
cabecera sepan tratar psicológicamente a sus pacientes: “No todas las enfermedades se tratan con pastillas. Tampoco es verdad
que las personas mayores son las que más gastan en medicamentos, son los
enfermos crónicos. Los mayores sí son los que más gastan en el conjunto del
sistema sanitario, porque acuden mucho a consulta. En muchas ocasiones, si los
médicos estuviéramos convenientemente entrenados en comunicación afectiva, y
conociéramos cómo se sienten nuestros pacientes, no gastaríamos tanto en
medicamentos. Los médicos siguen saliendo de las universidades sin saber nada
de afectividad”.
Felicidad
y Salud, una Relación Recíproca
Si bien se sigue discutiendo
en los círculos científicos en qué medida y cómo influye nuestra felicidad en
la salud, hay un aspecto que sí parece claro: “Sin salud no existe felicidad”. Así lo asegura Javier Sádaba,
catedrático de Ética y Filosofía de la Religión de la Universidad Autónoma de Madrid, que también participó en el
encuentro de la UIMP. En su opinión,
“entender esto es fundamental”, pues
la salud debe ser una preocupación importante de la sociedad, en la medida en
que es una condición indispensable para ser feliz.
Una persona alegre y sin
miedo, de una u otra manera, supera más fácilmente las enfermedades. El
filósofo reconoce que la relación en el otro sentido, la influencia de la
felicidad sobre la salud, es más complicada de explicar: “Hay aspectos técnicos que sí parecen ciertos. Nuestros cerebros generan
endorfinas que nos hacen sentir mejor, y hay fármacos que actúan sobre nuestros
sentimientos, que nos hacen estar bien. Técnicamente podemos ayudarnos a través
de las emociones”. Al margen de esto, y en espera de nuevos hallazgos
científicos, Sádaba está convencido de que, pese a que todavía no se puede
comprobar, “una persona alegre y sin
miedo, de una u otra manera, supera más fácilmente las enfermedades y, en
general, tiene mejor salud”.
Martos, por su parte, cree
que la ciencia ya ha demostrado sobradamente que existe una relación entre
salud y felicidad o, más concretamente, entre la ausencia de ésta y el
desarrollo de enfermedades. “Está
demostrado”, afirma el médico como ejemplo, que “las personas con un carácter más hostil tienen un 23% más de
probabilidades de padecer cáncer”.
El doctor Martos cree que
uno de los problemas fundamentales para la salud, hoy en día, es la soledad
obligada –aquella que la persona no ha elegido voluntariamente–, pues es
causante, no sólo de la infelicidad, sino de un buen puñado de enfermedades.
Según el médico, “provoca ansiedad,
depresión e, incluso, afecta a las enfermedades cardiovasculares”. Las
personas solitarias, explica el doctor, “tienen
un alto índice de sobrepeso y sedentarismo pues, entre otras cosas, no suelen
hacer ejercicio y no tienen una correcta alimentación”.
¿Aumentan
con la Crisis los Problemas de Salud Relacionados con el Bienestar?
Si una persona no disfruta
con su trabajo ahora será más infeliz, porque tendrá que trabajar más. Martos
recurre a una frase hecha para explicar en qué medida influye la crisis en
nuestra felicidad y, tal como cree, en nuestra salud: “No cabe duda de que el dinero no da la felicidad, pero ayuda”. En
su opinión, además, la relación es recíproca: “Si eres feliz en tu profesión, harás mejor tu trabajo y, por tanto, te
promocionarás mejor. De la crisis tenemos que salir entre todos, y es
comprensible que se nos exija trabajar más. Si una persona no disfruta con su
trabajo ahora será más infeliz, porque tendrá que trabajar más”.
En caso de que nos aborde la
incertidumbre Martos recomienda pedir ayuda a nuestro mejor amigo, que somos
nosotros mismos: “Hay que reflexionar
sobre lo que estamos haciendo mal. Somos los mejores críticos de nosotros
mismos. La autoestima es fundamental. Debemos tener un proyecto de vida y
reflexionar sobre lo que debemos hacer para alcanzarlo”.
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