martes, 27 de octubre de 2015

Personas Tóxicas


“Muchas veces permitimos entrar en nuestro
 círculo más íntimo a los chismosos,
a los envidiosos, a gente autoritaria,
a los psicópatas, a los orgullosos,
a los mediocres, en fin, a gente tóxica,
a personas equivocadas que permanentemente
evalúan lo que decimos y lo que hacemos,
o lo que no decimos y no hacemos”.
(Bernardo Stamateas)















Nadie está siempre feliz, todos tenemos altibajos y días malos. Sin embargo, quienes mantienen permanentemente una actitud de extrema negatividad suelen acabar resultando personas “tóxicas” con las que muchas veces, casi sin saber cómo acabamos vinculados a ellos y siempre acaban perjudicándonos de una u otra manera, ya que continuamente tienen un comentario negativo o un panorama tan gris que desanimaría hasta al más optimista y su actitud y comentarios acaban siempre mermando nuestro buen humor, poniéndonos nerviosos, dejándonos desgastados y sin energía.

Tipos de Personalidades Tóxicas
Aunque no lo creamos, estamos rodeados de gente con personalidades tóxicas. Personas que nos hacen sentir mal aunque no tengamos la culpa, que nos usan sin que aparentemente podamos evitarlo, que nos tienen a su merced sin que nos demos cuenta. Muchas de estas personalidades las conocemos, pero no somos conscientes de su consecuencia tóxica.

A continuación, os mostramos los tipos de personalidades tóxicas más comunes que tenemos cada día, a nuestro alrededor para que podáis identificarlas e intentéis poner algunos límites y estrategias de por medio para no salir malheridos.

Envidioso
Uno de los tipos de personas más negativas que podemos encontrar en nuestro camino son aquellos que envidian nuestro éxito y todo lo bueno que ocurre en nuestra vida. Suelen demostrarlo con comentarios irritantes y actitudes de desagrado o escepticismo cuando alcanzamos algo bueno. Además las personas envidiosas buscan siempre ser el centro de atención aun cuando seas tú el protagonista de un suceso positivo y siempre tratan de quitarte relevancia y protagonismo. La mejor forma de neutralizar a este tipo de personas es limitando la información que compartimos con ellos, ante una buena noticia rodéate de quienes se alegran por ti y te dan sólo buenas energías.

Una persona envidiosa tratará siempre de buscar aliados. Esto le garantizará envenenar a otros con sus palabras y sus malos pensamientos. Este tipo de persona no es feliz. Siempre desean aquello que los demás tienen o consiguen e intentarán boicotearlo.

Es fácil detectar a los envidiosos. Se ven venir. Lo importante es saber alejarnos de ellos, no dejar que nos influyan con sus pensamientos tóxicos. Si somos los afectados, tenemos que intentar ignorarlos. Si nos convertimos en un probable aliado, no debemos dejar que guíe nuestros pensamientos sobre una persona.

Nadie piensa igual sobre alguien y tenemos que tenerlo claro. Que nadie modifique lo que pensamos ni nos ponga en contra de otra persona por sus pensamientos tóxicos.

Autoritario
La persona autoritaria suele ser un jefe. Alguien que tiene bajo su yugo a otros. Suelen ser personas muy inseguras de sí mismas y, por eso, incitan miedo a sus subordinados para dar fe del control y poder que tienen. Pero esto no acaba aquí. Una persona autoritaria llega a humillar, amenazar y goza imponiendo su voluntad. Juega con la necesidad que tienen las personas por conservar un puesto de trabajo.

Nadie debería tolerar esto, ni siquiera aunque sea tu jefe. Actualmente, hay una ley que contempla el acoso laboral. Si te encuentras en un caso como éste, no temas tomar medidas. Ir al trabajo puede convertirse en una verdadera tortura.

Manipulador
Una persona manipuladora es difícil de detectar. El manipulador es una personalidad tóxica que puede pasar desapercibida durante mucho tiempo sin ser descubierto. Se muestran amables y complacientes. Tienen una gran capacidad para empatizar lo que les viene muy bien. Pero cuando las conoces mejor hay ciertas cosas que tienes que evitar hacia ellas.

Para empezar, nunca seas sincero con una persona manipuladora porque le dará la vuelta. Se sentirá atacada y logrará que te sientas culpable por tu sinceridad. Por lo tanto, tú serás el único culpable y así te hará sentir. Aunque sepas que no tiene razón, acabarás controlando lo que dices para no sentirte mal después.

Los manipuladores juegan sucio y suelen mentir. Si tú tienes un problema, el de ellos será peor. Por último, tienen el don de contaminar el entorno. Si están tristes el ambiente se volverá triste.

Pesimista
Como su propio nombre indica, los pesimistas siempre lo ven todo de forma negativa. Son personas a las que todo les afecta y se rinden con mucha facilidad. Esta negatividad en la que viven atrae más negatividad, por lo tanto, se convierte en un círculo vicioso. Se muestran como víctimas indefensas ante el mundo. Continuamente estarán quejándose por su pasado, su presente y su probable futuro.

Es necesario alejarse de este tipo de personas. Por mucho que intentes hacerles ver que no todo es tan malo como parece, te llevarán la contraria y lograrán alimentarse de tu positivismo para sentirse bien. La consecuencia es que tú no te sentirás tan bien. A estos sujetos también se les denomina “vampiros emocionales“.

Sociopsicópata
Es una de las personalidades tóxicas más peligrosas. Nos encontramos ante personas impulsivas, que no establecen límites afectivos y no sienten remordimientos cuando hacen daño a los demás. Son personas ambiciosas que alcanzan sus objetivos sin importar a quien destruyan por el camino. Son incapaces de decir “lo siento”.

Los sociopsicópatas son personas que se presentan encantadoras, pues te dirán todo lo que querrás oír. Suele interesarse mucho por la persona que tiene enfrente haciéndole muchas preguntas para recabar información que almacenará para utilizarla, luego, en su contra. Con esto, mentirá y engañará para lograr lo que quiere. Fingirá sentimientos que no siente ni padece. Es lo opuesto a una persona empática.

¿Cómo podemos reconocer a un sociopsicópata? Debemos ser muy observadores. Dado que no sienten emociones hay que observar en su rostro su mirada y los músculos faciales. Si fijan los ojos en ti y no mueven ni un solo músculo de la cara, ten cuidado, probablemente te estén manipulando.

Descalificador
El descalificador disfruta menospreciando, manipulando y desestabilizando emocionalmente a los demás. Esto provoca que la otra persona se muestre inseguro y dependa de sus opiniones. Se mostrará como un gran amigo, pero utilizará todo lo que le cuentes para, en el momento adecuado, desvalorizarte ante los demás. De esta manera, finge mostrarse interesado en lo que le cuentan. Juega con el factor sorpresa.


Neurótico
La persona neurótica suele ser insegura. Por este motivo, intentará conseguir una buena posición social aunque se impondrá objetivos que no podrá cumplir, debido a sus sentimientos de desvalorización que lo bloquean. No soporta que nadie sepa más que él sobre algo, por eso tratará siempre de llamar la atención.

Por este tipo de inseguridades, que sufrió desde niño y no ha podido resolver, el neurótico desarrolla una conducta perfeccionista, conflictiva, egoísta e infantil. Esto le lleva a controlar a la otra persona. Además, sus cambios de humor provocan que sea imposible la convivencia con ellos.

Inconforme
Hay un tipo de personas negativas que pueden pasar inadvertidas durante mucho tiempo, hasta que llegamos a conocerlos bien, son los que constantemente alegan que siempre habría podido ser mejor, personas descontentas con su vida y la del otro. Por ejemplo, si tú compras un coche nuevo y estás feliz por ello este tipo de personas dirán "es bonito pero estaría mejor con asientos de cuero ¿no crees?", si sacas una buena nota entonces dirán "qué bien, pero el examen era muy fácil ¿no te parece?". Nunca nada es suficiente, por eso lo mejor es no permitir que su actitud llegue hasta ti, si tú estás feliz con tu logro entonces úsalo como escudo, disfruta el momento y no permitas que nada de esto entre en tu mente
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Quejumbroso
Si hay un tipo de persona negativa que puede llegar a consumir nuestra energía rápidamente es aquella que se queja constantemente por todo, desde el país y la economía, hasta detalles básicos como la comida de un restaurante o el plan que han elegido para pasar la noche del sábado. Si es posible lo mejor es limitar el contacto con alguien así, pero cuando se trata de una persona íntima entonces debemos o ignorar sus constantes lamentos o combatirlos con respuestas positivas, algo que puede neutralizar al otro con el tiempo hasta el punto de que entienda que contigo las quejas no tienen ni apoyo, ni feedback.

Chismoso
Recuerda siempre que una persona que constantemente habla mal de absolutamente todo el mundo que le rodea, también hará lo mismo contigo cuando te encuentres ausente, no eres la excepción, por eso las personas chismosas que siempre encuentran el lado negativo de cada situación y la usan para crear rumores, no debes compartir información con ellas si es muy personal, delicada o que no pueda ser divulgada, pues en este caso puede crearte grandes dificultades y con ellas hacer  estragos en tus relaciones.

Cualquiera de estas personalidades tóxicas contamina a los que tienen a su alrededor, a través de sus energías negativas. Darse cuenta de con quién nos relacionamos también es importante para nuestra salud. El truco está en anticiparse y elegir de quien nos queremos rodear, evitando a aquellas personalidades tóxicas que nos puedan perjudicar.


Hábitos de las Personas Negativas
En un reciente artículo para “Business Insider”, Hillary White, comenta sobre las actitudes que las personas infelices acostumbran a tener y que deberían abolir inmediatamente. “Si usted trabaja el pensamiento positivo sobre sí mismo y los otros, conseguirá ser feliz”, dice, ya que, a veces, la extrema negatividad puede ser evitada como forma de mejorar el estado de humor.

Los hábitos que suelen mostrar las personas “tóxicas” son:

1. Se preocupan en exceso por cosas que no pueden cambiarse. Las personas negativas tienden a pensar en lo que podría haber sucedido en la vida, pero es importante que no se preocupen por las cosas que no se pueden cambiar. Hay que aprender de los errores y tratar de hacer las cosas lo mejor posible la próxima vez. “Podemos, incluso, estar contentos de haber cometido algunos errores”, dice White.

2. Renuncian ante la dificultad. Las personas negativas e infelices siempre van a renunciar a mitad del camino cuando han de enfrentarse a un desafío. Es fácil saltar cuando algo parece perdido, pero perseverar, sin importar las dificultades, casi siempre trae buenos resultados. “Renunciar hará que la persona se sienta derrotada. No importa cómo acabe, enfrentar las dificultades aumenta la confianza”, afirma White.

3. Toman las cosas con extremada seriedad. Tener la capacidad de relajarse y reírse de uno mismo, y de lo absurda que puede ser la vida, transformará el modo en que la persona observa las cosas a su alrededor.

4. No se ejercitan. Hacer deporte tiene innumerables beneficios mentales y físicos. Cuanto más ejercicio se haga, mejor nos sentimos y ayuda a seguir un estilo de vida saludable. Llevar una vida sedentaria traerá efectos negativos para la salud y que se notarán en el humor y en la satisfacción vital.

5. Se enfocan en objetivos imposibles.“Tener objetivos es importante, finalmente, es la única manera de hacer algo. Sin embargo, puede ser complicado cuando estos son imposibles. Pese a que nos parece que es bueno intentar llegar a las estrellas, la gente siempre está buscando metas inalcanzables. Por eso siempre se sienten decepcionados. La clave consiste en proponerse pequeños objetivos, lo que hará que se sienta realizado al alcanzarlos”, aporta la autora del artículo. Además, se puede observar la contradicción en el hecho de trazarse metas inalcanzables, para luego abandonarlas al encontrarse con la dificultad para lograrlas, de ahí que se tracen estos objetivos como medida autojustificativa para convencerse a sí mismos que abandonaron por la imposibilidad de lograr el reto.

6. Se alimentan de comidas poco saludables. Todos tienen placeres que generan culpa y de vez en cuando sienta bien darse permiso para comerlas, pero para las personas infelices estas licencias se convierten en una regla. Recuerdemos que las comidas saludables mejoran el humor, aportan más energía y son beneficiosas para la salud.

7. No duermen lo suficiente. Dormir es esencial. Su calidad y tiempo está directamente relacionado con la productividad y felicidad al día siguiente. “Puede encontrar que aquella hora extra es una buena idea, pero una buena noche de sueño debe ser prioridad”, dice White.

8. Sólo se centran en sus debilidades.“Todos tenemos inseguridades”, afirma White. La clave está en enfocarse en las fortalezas y no en los defectos. “La autoperfección es importante, pero las personas negativas suelen fijarse en sus defectos en vez de preocuparse de tener una imagen positiva. Reconocer las debilidades es muy distinto a dejar que estas tomen control de nuestras actitudes”, dice.

9. Pasan demasiado tiempo en redes sociales..“¡Ese es uno de los mayores problemas! Hoy en día las personas dejan toda su vida en línea. Primero, eso nos hace pasar mucho tiempo comparándonos con otros”, dice White. Es bastante recomendable pasar un buen tiempo lejos del computador y tener nuevas perspectivas de actividades para el día. Las personas negativas se preocupan demasiado en la forma en que aparecen en internet, lo que traerá un efecto negativo.

10. Se quedan siempre en su zona de confort. Es fácil querer permanecer en la zona de confort, donde nos sentimos más seguros y protegidos, donde no existen riesgos. Pero pasar mucho tiempo en esa zona genera que las grandes cosas no sucedan. El aburrimiento es un factor para la infelicidad que puede ser fácilmente combatido con nuevas experiencias. No es necesario dejar todo de lado y saltar en paracaídas, pero con cosas sencillas como probar una nueva comida o escuchar música que guste, podemos sentirnos renovados interiormente.

11. Buscan continuamente la aprobación ajena. “Las personas negativas dan demasiada importancia a lo que piensa el resto. Pero finalmente no se puede agradar a todos, entonces sólo queda ser feliz”, dice Hillary.

12. Hablan siempre mal de los demás. De acuerdo a White, si no tiene nada bueno que decir, simplemente, no diga nada. Las personas negativas intentan tirar para abajo a otras personas, de forma que ellos puedan sentirse mejor, pero esto nunca funciona.

13. Trabajan en exceso.“Todos merecen un día de descanso. Las personas que trabajan mucho, generalmente, descuidan sus necesidades, y a veces todo lo que necesitamos para sentirnos mejor es un día de descanso”, dice Hillary White.

14. Tienen tendencia al aislamiento. Aunque parezca más fácil aislarse de las personas en los momentos difíciles, socializar y pasar tiempo con amigos y familiares es la mejor manera de reanimarse.

15. Nunca salen de la rutina. Las personas felices saben que es importante tomarse unas vacaciones, usar ropa diferente y tener un día para relajarse. Las actitudes negativas en exceso hacen olvidar que cuidar de sí mismo es tan importante como proocuparse de los demás.

16. Buscan la comodidad permanentemente. “Las personas negativas son felices quedándose en su comodidad”, comenta White, lo que enlaza con la premisa de quedarse siempre en su zona de confort donde se sientes seguros, cómodos y sin la necesidad de correr riesgos. Permanecer en una relación o trabajo que no los hace felices genera una sensación de estancamiento.

17. Se niegan a perdonar. Las personas negativas tienden a ser vengativos y guardar mucho dolor y rencor, pero la paz y libertad que traerá perdonar es más grande que cualquier tristeza que alguien pueda sentir.

18. Evitan planificar y organizar.“La desorganización puede confundir nuestras vidas. Incluso algo tan simple como limpiar la habitación puede restaurar el orden y ayudar a ganar un sentido de control sobre las cosas. Las personas negativas y que evitan la organización están menos preparadas para las vueltas de la vida”, dice White.

19. Se enfocan únicamente en sí mismos. Las personas infelices piensan en sí mismos todo el tiempo. Tratar mal a los demás o siempre centrase en sí mismo y en sus propios problemas puede ser perjudicial para el bienestar y la felicidad.

Las actitudes que causan infelicidad y “mala vida” se pueden corregir, romper y deshacer, superándolas con fuerza de voluntad y lo más importante, el deseo de ser feliz y conquistar la propia felicidad, compartiéndola con el mundo.

Recuerda que es importante mantener la mente siempre en positivo y cargarnos de energía, también positiva y beneficiosa, para permitir que las cosas buenas lleguen a nosotros, por eso trabaja en neutralizar a aquellos que te rodean y que sabes que no te benefician para hacer que tu rutina diaria no se vea afectada por comentarios desagradables, chismes de pasillo y negatividad.



Cómo Identificar a las Personas Tóxicas de tu Alrededor
Las personas toxicas son aquellas personas de tu alrededor que te dominan y controlan, y hacen caso omiso de tus necesidades y sentimientos. Se centran en sí mismos y no parecen estar interesados en ti en absoluto. Parecen ver a otras personas como herramientas en vez de seres integrales y autónomos.

Identificar a la gente negativa es un paso muy importante y no es una tarea difícil, sólo requiere de atención y es que al final del día quien no tiene nada bueno que aportar resulta fácil de señalar. Esto nos permitirá saber quién puede aportarnos a nuestras vidas positividad y quién no. Si se trata de una persona que apenas conocemos podremos limitar el contacto con ella, pero si es un ser querido, necesitaremos trabajar para disminuir sus efectos negativos sobre nuestras emociones en particular y sobre nuestra vida en general.
Es importante recordar que hay que mantener la mente siempre en positivo y cargarnos de energía, también positiva y beneficiosa, para permitir que las cosas buenas lleguen a nosotros, por eso trabaja en neutralizar a aquellos que te rodean y que sabes que no te benefician para hacer que tu rutina diaria no se vea afectada por comentarios desagradables, chismes de pasillo y negatividad.

Puedes preguntarte entonces: “¿Quién sería capaz de aguantar eso?”, pues, desgraciadamente, hay quien lo aguanta, a veces durante años o durante toda la vida.

La personas tóxicas se ciegan en gente con baja autoestima, ya que cuando uno no se parecía a sí mismo, difícilmente te pondrás en tu sitio por ti mismo. Ante esta situación emocional, es muy complicado que te preguntes si esa persona es tóxica o si debes alejarte de ella, e incluso te haga que te preguntes que hiciste mal para hacerla enfadar.

Es una situación ideal para la persona tóxica. Ellos no se preocupan por la rotura de tu relación, o tus sentimientos: ellos inflan su ego con tu autoestima.

¿Qué he hecho mal? Te vas a preguntar. Bueno, de acuerdo a las personas tóxicas en tu  vida, no vales nada. Todo lo que está mal, es por tu culpa. Adoptas esa visión tan completamente que ni siquiera te das cuenta de que la voz de la autovaloración no la escuchas en tu cabeza.

Situaciones emocionales como la depresión o la ansiedad, suelen a veces aparecer por tener personas tóxicas a tu alrededor, bien tu pareja, familia, amigas/os o compañeros de trabajo.











Rasgos que te Permitirán Detectar a las Personas Tóxicas
El ser humano es un animal sociable por naturaleza. Esta necesidad de intercambio no solamente es una potencial fuente de bienestar, sino que también va a ser la fuente de algunos de nuestros aprendizajes más importantes.

Así, mediante la capacidad de observar escribimos nuestra partitura más inocente, esa con la que comenzamos a enfrentar el mundo y a tomar nuestras primeras decisiones. Va a ser el origen de nuestra evolución como personas.

Sin embargo, los demás no sólo nos influencian al principio ni tampoco lo hacen solamente con sus acciones, también tienen la posibilidad de hacerlo con sus palabras. Esas que pueden despertar a nuestra motivación dormida o que pueden tranquilizarnos en los momentos de más agobio; por no hablar de aquellas que son mentira y se nos clavan como puñales cuando les damos la vuelta o esas que nos susurran al oído y nos enamoran.

En definitiva, las palabras que escuchamos tienen en muchas ocasiones el valor de engrandecernos o la tristeza de empequeñecernos. Esto hace que las personas que tienen la posibilidad de utilizarlas, también tengan la obligación de conocer su poder y de utilizarlo con la responsabilidad que demanda su uso.

Aquellos que solamente se quedan en la primera parte y las utilizan para causar daño, provocar miedos, cultivar amarguras y generar lágrimas sin ningún fin o con el propósito de beneficiarse a sí mismas, son las personas tóxicas; las mismas que cargan innecesariamente su interior y corazón con problemas, hábitos y actitudes negativas. Venenos en frasco que comparten con cualquiera que se cruce por su camino, en forma de desahogo propio.

A este tipo de personas se las puede descubrir identificando en ellas 7 rasgos característicos, que evitarán, así, que nos puedan dañar o dificultar nuestro propio crecimiento personal. Descubrirlas a tiempo nos permite alejarlas y “observarlas” tan sólo como aprendizaje de vida.

1. Hablan continuamente y en exceso de sí mismas, olvidándose de las personas que tienen a su alrededor y, de esta forma, alimentando inconscientemente su ego.

2. Su discurso está construido a través de quejas y pesimismo.

3. Si tienes alguna persona en tu entorno que enseguida asume el rol de víctima, pretende ser el centro de atención constantemente o simplemente no pasar desapercibido, entonces tienes muchas posibilidades de encontrarte ante una persona tóxica.

4. Sinceramente, tomar la actitud de que el mundo está contra tu persona, no pararte a analizar las situaciones que generas tú mismo o se dan a tu alrededor es muy parecido al punto anterior de “ir de victima”. Ser así hace que te detengas y pares ante la vida, no controlando tu propia existencia ni corazón. Y lo más importante, seguramente no gozar de una sana consciencia. Todo ello desembocará en no darse cuenta uno mismo de si toma o no actitudes dañinas sobre las personas de su alrededor, generándoles así un posible daño. Si conoces a alguien con esta característica, te recomiendo que intentes separarte de él.

5. A través de la envidia, los celos y la soberbia son como vampiros emocionales que roban la energía de los demás. Las personas tóxicas basarán su vida en ellas cada día.

6. Las personas que sienten o viven bajo alguna actitud tóxica no son felices ya que su modo de pensar les impedirá vivir en paz y en armonía con los demás y su alrededor. Todos somos responsables de cómo queremos y deseamos vivir y, en consecuencia, disponemos por naturaleza de los recursos necesarios para modificar ciertas actitudes y gozar de más felicidad en nuestras vidas.

7. Una persona que sufre y siente la envidia no se alegrará con las alegrías de las personas que quiere ya que, a nivel interno, vive siempre pendiente de su propia carencia. Cuando se vive en este nivel, y alrededor de alguien así, se pasan los días de forma muy desagradable, emocionalmente hablando.

Con estos 7 rasgos sería de esperar que os permitierais gozar de un entorno fundamentado en amigos y personas llenas de amor que compartan con vosotros mismos lo que todo ser humano se merece: respeto, apoyo y amor incondicional.



Cómo Liberarse de las Personas Tóxicas
No debes pedir permiso para alejarte de ellas, debes mejorar tu autoestima y liberarte por fin de esas personas nocivas, por más que duela al principio. Deja de ver pasar tu vida por delante de tus ojos y toma las riendas, a fin de caer en una espiral sin fin.

Si tu autoestima esta por los suelos, tardará un tiempo en sanarse, pero ya has dado el primer paso esencial.

Cuando seas consciente de que tu auto-evaluación está empezando a recibir una baja calificación, hay algunas verdades que se aferran a:

- No puedes depender de la alabanza de los demás a fin de valorarse a ti mismo. Sería un mundo hermoso si todos estuviéramos caminando por ahí diciendo cuánto nos apreciamos mutuamente. Pero ¿con qué frecuencia esas cosas se han dicho? ¿Cuándo fue la última vez que entraste en algún lugar y alguien y te dijo: “Que guapa/o estás” o “Eres una persona fascinante” o “Me encanta tu sonrisa, que ilumina mi día”?

- Cuando pasas mucho tiempo comparándote con los demás, puedes compilar fácilmente una imagen bastante terrible de ti mismo. El hecho es que las situaciones de todo el mundo parecen un poco mejor vistas desde el exterior, pero cada uno tiene sus propios problemas.

- Puedes confiar en tu instinto. A la duda le gusta golpear la autoestima. No sentir que se puede confiar en tus propias decisiones o percepciones, puede hacer que una persona se sienta defectuosa. Ahí es cuando la bola de nieve del juicio comienza a rodar.

Ejercita la atención plena
La atención plena es observar tus pensamientos y sentimientos en el momento y aceptarlos como son, sin juicio.

Hay una manera de practicar la atención plena en un pequeño espacio de tiempo a lo largo del día. Es importante poner freno cuando empiezas a ser tu propio juez. Al tener pensamientos de ansiedad, imagina a una gran señal de stop. Entonces debes decirte: “No tienes que autoevaluarte ahora. Esto no es una prueba. No es necesario que hagas metas constantes al final del día y que debas cumplir obligatoriamente. Sólo tienes que vivir”.

Las personas tóxicas odiarían este mantra, pero hará que te ames aún más. La gente tóxica no te aprecia, por lo que no quieren que puedas apreciarte a ti mismo tampoco. Necesitan hacer caso omiso de tus propias necesidades y deseos para que puedas dedicar todo tu tiempo a sus necesidades y deseos. Ellos utilizan la intimidación para conseguirlo. Eres un todo y una valiosa persona merecedora de respeto y amor.

Deja de caminar sobre cáscaras de huevo y ten el coraje para alejarte de estas personas tan toxicas. Los verdaderos amigos y seres queridos, te aprecian como eres y nunca te  harán sentirte indigno o insignificante. La única cosa que es inútil, es exponerse a las personas tóxicas. ¡Sé feliz ahora, no es necesario que esperes más!

Cómo Salir de una Relación de Pareja Tóxica
Relaciones de pareja tóxicas se suceden cada día y en todo el mundo, no importa el país, ni nuestros estudios ni la edad que tengamos. Casi sin saber cómo, acabamos cayendo en relaciones donde se ven vulnerados nuestros derechos como persona, a elegir, a ser nosotros mismos, a vivir con integridad y felicidad. ¿Por qué sucede? La verdad es que cuando hablamos de amor nadie dispone del manual perfecto que ofrezca respuesta a todas las preguntas. Enamorarnos supone dejarnos llevar por una serie de emociones tan intensas, donde es muy difícil en ocasiones mantener el equilibrio y la perspectiva de lo que está ocurriendo.

Resulta también indicativo, que una misma persona pueda vivir más de una relación tóxica a lo largo de su vida. ¿Quiere decir esto que tal vez, algunas personas tengan el perfil de “víctima”? ¿De persona que puede ser fácilmente manipulada?

La verdad es que no podemos asegurar tal idea. En absoluto. Tampoco hemos de ver únicamente a la persona tóxica centrada exclusivamente en el “papel masculino” y a la víctima, en el “papel femenino”. El manipulador, la persona que coacciona, sanciona y que maltrata, puede caer perfectamente del lado de los dos géneros. Vale la pena tenerlo en cuenta, a pesar de que sin duda, son más conocidos los casos de mujeres quienes acaban siendo el foco de la mayoría de abusos.

Vale la pena entonces conocer qué medidas podemos seguir para salir de estas relaciones tóxicas. Por nuestro bien y por nuestra salud emocional.

¿Por qué no nos damos cuenta que estamos viviendo una relación de pareja tóxica? Puede que en tu círculo personal, conozcas a alguna persona que en la actualidad, está viviendo una relación de pareja tóxica. Tú lo sabes, pero él o ella no es consciente. No lo ve. Y a pesar de que intentamos mostrarle que lo que está viviendo no es normal, la persona en cuestión se niega a admitirlo.

Esto ocurre básicamente por:

- Pensamos que nuestra pareja puede cambiar. Que lo que está ocurriendo es algo temporal, y puesto que nos ama, tarde o temprano su conducta acabará mejorando. Es decir, creamos una visión “idealizada” de la pareja que no se correlaciona con la realidad.

- La persona manipulada, en ocasiones, presenta una autoestima muy baja. Puede que antes de iniciar esa relación fuera alguien fuerte y seguro/a de sí mismo/a. Pero con el tiempo ha acabado muy “tocado”, muy herido/a. Tanto que ya concibe que es eso lo que le toca vivir.

- A menudo caemos en los chantajes. Puede que ayer te hiciera llorar, que te humillara, pero hoy te ha pedido perdón entre lágrimas y tú no puedes girar el rostro hacia ese gesto…

- El miedo a la soledad, al abandono o al rechazo. A pesar de estar viviendo una relación de pareja tóxica, pensamos que siempre será mejor “eso” a estar solos. Es algo que suele ocurrir con frecuencia, aunque parezca sorprendente.

- Miedo a las consecuencias por dejar a esa persona: puede existir un claro temor a cómo va a reaccionar la persona en sí. Tal vez exista un componente violento a tener en cuenta.


Estrategias para Salir de una Relación de Pareja Tóxica
1. Tomar conciencia: nadie puede superar un problema si primero, no reconoce que hay un “muro” en su vida. Y hay que tenerlo en cuenta, el amor es la principal venda que va a cubrir nuestros ojos. En ocasiones un amor tan ciego e incondicional, donde nos cuesta mucho reconocer que nos están quitando el aire, la integridad.

2. Decir no al miedo: el miedo es la principal barrera que habremos de saltar. Si no te ves con fuerzas, pide ayuda. A un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre te apoya, o cualquier profesional de la salud o servicios sociales. Tenemos claro que cada pareja es un universo propio y particular. Puede que tu pareja no sea violenta, pero aun así, tienes miedo a pensar qué será de ti al verte solo/a. Pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor que este tipo de relaciones.

3. Invierte todas las energías en ti mismo/a. Has pasado mucho tiempo pendiente de otra persona. Has sido como un pequeño satélite orbitando alrededor de un planeta que no te ha aportado nada. Es hora de moverte, de encontrar tu propio horizonte y recuperar nuevas ilusiones, ésas que te son propias y que todos merecemos.

Salir de una relación tóxica es posible, requiere valentía y una buena autoestima. Pero todos somos capaces de conseguirlo, está al alcance de tu mano y es la oportunidad de girar el pomo hacia esa puerta que te abrirá una nueva felicidad.

Formas para Dejar de Pensar en Alguien Tóxico
Puede resultar fácil decir que se debe poner fin a una relación tóxica, pero lo difícil está en lograr “quitárnosla de la cabeza” y no pensar más en ella. Por ello, vamos a dar unas pautas elementales para comenzar a dar el paso y liberarnos de los pensamientos sobre ella.

Cuando alguien nos lastima o lastima a nuestros hijos, padres, y gente querida, suelta chismes sobre nosotros a nuestras espaldas, o simplemente actúa de una forma muy incomprensible para nuestra opinión, puede que se quede atrapado en nuestros pensamientos durante horas, días e incluso meses.

Así, no podemos dejar de pensar en su comportamiento, y retenemos en nuestra mente el recuerdo de su imagen y sus palabras. Este hecho ocurre mucho por ejemplo, en parejas que terminan de forma repentina su relación.

Tener Pensamientos Tóxicos
Esto es el pensamiento cíclico tóxico. Y la mayoría de nosotros, sabemos que este tipo de pensamiento es perjudicial tanto emocional como físicamente. De hecho, los estudios demuestran que una mente con pensamiento toxico es una mente infeliz y poco saludable. Además, cuando nuestra mente, tristemente, reproduce altercados, resentimientos o pérdidas, tiende a sufrir estrés, teniendo repercusiones físicas y psicológicas. Muchos investigadores apoyan este argumento; de hecho, algunos determinan que pensar de manera tóxica,  juega un papel fundamental en enfermedades como la depresión, el cáncer, la enfermedad cardíaca y la enfermedad autoinmune.


Cómo Eliminar el Pensamiento Tóxico y Sacar a  Alguien Negativo Salga de Nuestra Cabeza
Trabajamos muy duro para eliminar todo lo que sea tóxico en nuestras vidas: compramos productos orgánicos, evitamos los alimentos poco saludables, quitamos los productos químicos de nuestra casa, comemos verde, limpiamos verde, compramos cosméticos orgánicos… Pero ponemos muy poco esfuerzo en tratar de “poner el verde” en nuestras mentes.

¿Cuál es la solución verde para el pensamiento tóxico? ¿Cómo podemos entonces, dejar de pensar en esa persona negativa? ¿Cómo olvidar su actitud, comportamiento o acción que nos defraudó y tocó nuestra sensibilidad? ¿Por qué viene una y otra vez este recuerdo tan desagradable?

Estas 10 pequeñas pero poderosas ideas, te ayudarán a quitarse a alguien negativo de tu cabeza, eliminando finalmente el pensamiento tóxico cíclico. Elige cualquiera de estas formas de pensar o actuar, y podrás quitarte a la persona indeseable de la cabeza de una vez por todas:

 1. Decir menos cosas sobre esa persona y dejar que pase más tiempo. El hecho de no nombrarla tanto y esperar que el tiempo pase y actúe sólo como borrador, permitirá que antes se vaya de tu cabeza.

2. Esperar y ver qué sucede después. A menudo, sentimos la necesidad de responder y reaccionar a las personas o situaciones difíciles, de inmediato. En lugar de eso, simplemente démonos permiso para esperar y ver qué sucede después.

3. Aléjate de la culpa. Pensar en los eventos pasados ​​y tratar de asignarte la culpa, es raramente productivo. Las cosas malas y los malentendidos “pasan” más a menudo, a través de una serie de eventos, como un efecto dominó. Ninguna persona tiene, por lo general, toda la culpa de algo.

4. Trata de no entrar en la mente de otras personas. Realmente, nunca tendrás toda la seguridad sobre lo que piensa el otro, es imposible.

5. Trata con tu mayor problema en primer lugar. No importa lo que ha pasado, el mayor problema que enfrentamos es nuestra propia ira. Nuestra ira crea una nube de emoción que nos impide responder de una manera convincente y productiva. En ese sentido, nuestra ira realmente es nuestro mayor problema. Lidiar con uno mismo: meditar, hacer ejercicio, hacer un largo paseo…, lo que sea necesario, antes de hacer frente a cualquier otra persona.

6. Cuando estás enojado o enfadado, se arruga la mente. No puedes pensar con claridad, o ser creativo  o reflexivo, sobre la mejor manera de manejar cualquier situación cuando estás enojado. La ira arruga la mente. Si quieres pensar con claridad, no se puede estar enojado con cualquier cosa. Cálmate.

7. No creas todo lo que piensas. Cuando estamos secuestrados emocionalmente por la preocupación, el pesar, el miedo, la ansiedad o la ira, el estado emocional y físico que experimentamos nos hace ver que es algo real, pero puede que no sea cierto. En este caso, nos puede hacer una mala jugada, cuidado.

8. No eres un mago del tiempo. Cuando pensamos sobre hechos pasados que nos han dolido,​​ a menudo buscamos lo que podríamos haber hecho de manera diferente para evitar un altercado o resultado lamentable. Lo que pasó ayer es igual de pasado como lo que ocurrió hace más de mil años en el tiempo de los mayas. No podemos cambiar lo que ocurrió en aquel entonces, y no podemos cambiar lo que pasó hace una semana.

9. No es necesario ser fiel a tu sufrimiento, perdona. Somos muy leales a nuestro sufrimiento. Para librarnos de él, es aconsejable el perdón. El perdón no es algo que hacemos sólo por la otra persona, sino también por nosotros mismos.

10. Ocupar un espacio mental diferente. La meditación acompañada de potentes imágenes, nos ayudará a parar de pensar de manera tóxica. Por ejemplo: imagina el océano azul profundo, solo la calma viene a tu mente, dejando sin espacio al pensamiento toxico.


Fuentes:







Test del Peso del Karma



"Al igual que la gravedad,
el karma es tan básico que a menudo
no nos damos cuenta de él".
(Sakyong Mipham)















Cuántas veces escuchamos “Todo vuelve multiplicado”. Obviamente, lo bueno y lo malo. Eso es karma. Acción-Reacción. Causa-Efecto.
Según varias religiones dhármicas el karma sería una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas.
Según las leyes del karma cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Es una creencia central en las doctrinas del budismo, hinduismo, jainismo, el ayyavazhi y el espiritismo.
Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación. Generalmente el karma se interpreta como una “ley” cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de "acción" o "acto" entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto.
El karma está en contraposición con las doctrinas abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo). El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato. Según el hinduismo, la reacción correspondiente es generada por el dios Lama, en cambio, en el budismo  y en el jainismo, donde no existe ningún dios controlador, esa reacción es generada como una ley de la Naturaleza (como la gravedad, que no tiene ningún dios asociado).
En las creencias indias, los efectos del karma de todos los hechos son vistos como experiencias activamente cambiantes en el pasado, presente y futuro.
Según esta doctrina, las personas tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que asumir las consecuencias derivadas.
Los tibetanos enseñan “Fuera de ti no hay refugio”, es decir, podemos escapar de nosotros mismos. Ya los amos de la tierra decían: “El que la hace, la paga”. Nadie escapa de sus propios pensamientos, emociones y acciones.
El karma no es necesariamente de polaridad negativa, suele ser, sí, el que más impacta. El karma es neutro, puede oscilar de un lado a otro según el grado de madurez o crecimiento personal que tengamos. Lo cierto es que cada acto genera una consecuencia; si el acto ha sido noble, servicial, virtuoso, se convierte en lo que los maestros espirituales llaman Dharma, el buen Karma.
Para darte cuenta si estás teniendo un karma muy provocador como consecuencia de deméritos acumulados o por el contrario, muy luminoso como efecto de méritos bien merecidos, indaga en estas cinco preguntas:
1.- ¿Cómo está tu salud? Según la edad cronológica y biológica que tengas.
¿Estás más sano que enfermo? ¿Descuidaste la alimentación? ¿Vives con constante estrés? ¿Estás autodestruyendo tu cuerpo con adicciones o lo amas tanto por permitirte experimentar esta vida que lo cuida?
2.- ¿Cómo estás en cuanto a abundancia en todas las áreas de tu vida?
¿Estás carente y necesitado o tienen lo necesario para vivir confortablemente? ¿Te sobra o te falta?
¿Sientes que no tienes lo que requerirías para una calidad digna de vida? ¿Sientes que mereces recibir más? ¿Realizas acciones que te mueven hacia alcanzar tus objetivos?
3.- ¿Tienes relaciones sanas o enfermas? ¿Tienes tensión con las relaciones más cercanas o por el contrario son distendidas, cálidas y enriquecedoras? Con la gente clave de tu vida, ¿estás en armonía o en conflicto?
Una relación sana es cuando fluyes en estado de tranquilidad y se potencia a ser mejores personas cada día. Expresan su amor de manera incondicional y procuran no dañar a otros. La relación enferma está en continuo conflicto, queriendo sacar provecho de la relación. La persona quiere caprichosamente controlar al otro como si fuera su posesión y desea que le sirvan sin importar el bien mayor de ambos, sólo le importa el bienestar propio, el de su ego, Se apega, se aferra y no quiere soltar porque el otro representa una ilusoria completitud del vacío interior.
4.- ¿Cómo estás de tus endorfinas?
Las endorfinas son las hormonas de la felicitad. ¿Cómo generas estas hormonas que tanto benefician la salud? ¿Realizando actividades que te den placer, que te eleven en dicha y te hagan sentir que el tiempo se detuvo? ¿El arte te ayuda a potenciar este estado interno?
Si no te conectas con el placer de vivir, todo tu sistema te va a expresar su frustración, desazón y angustia.
¿Estás haciendo cosas que te dan placer? Leer, cantar, caminar, meditar, hacer yoga, pintar, etc. ¿Estás riendo mucho y disfrutando o padeciendo tu paso por el planeta?
¿Las horas de tu trabajo son un deleite o todo lo contrario? Si la respuesta es no, te pregunto ¿Qué es lo que te hubiera gustado hacer hasta ahora que no te atreviste? Genera ideas que te animen. Cambia el ámbito. ¿Qué talento aún no te animaste a explorar? ¿Qué es lo que te tiene frustrado por no estar desarrollándolo hasta ahora?
5.- ¿Cómo estás de tu conexión espiritual? Es decir, ¿Te interesa captar las grandes preguntas de la vida? ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuánto me va a durar el cuerpo? Y ¿soy sólo cuerpo o mucho más?, por ejemplo.
Cuando este cuerpo se enferme o esté en el último tiempo de vida corporal, ¿me siento fuerte de enfrentar ese momento? ¿Confío en que soy más que lo que creí que era? ¿Conozco mi alma, mi esencia, aquello que no cambia?
El cuerpo cambia, todo pasa pero lo que nunca muere es nuestra esencia fundamental que es eterna y siempre completa. ¿Estás amando lo suficiente o estás pidiendo a gritos que te amen, mendigando afuera lo que aún no te animaste a generar internamente?
Para que el despertar surja tiene que surgir la noche oscura del alma, que es momento en que el mundo exterior ya no nos satisface más y necesitamos llenar el vacío que nada nunca pudo completarlo. Todo lo que antes te deslumbraba: reuniones, vacaciones, relaciones de pareja, salidas, ya no te llena, ahí sucede el despertar. La búsqueda de un sentido profundo trascendente de la vida. Generalmente cuando nos enfrentamos a la muerte, recibimos ese cachetazo divino para que volvamos a vivir con sentido una vida que se llame vida de verdad.
Finalmente se comprende que nunca, nada ni nadie va a llenar tu vida hasta que te aparezcas en tu vida. ¿Esperas que el mundo te complete o ya sabes quién eres? ¿Te importa más lo que tu conciencia capta de ti mismo, no vives pendiente de la mirada ajena para sentirte bien?  La conciencia te va a acompañar toda tu vida. El ego muere y es tan efímero como las nubes.
Una vez que hayas respondido a las cinco peguntas, logra un equilibrio en las áreas más bajas.
El único momento en que puedes modificar tu karma es aquí y ahora, en el presente. Genera nuevos esquemas y patrones de conducta. Cambia las acciones que te enfermaron. Si tu salud no está muy bien, haz modificaciones en cuanto a la alimentación, movimiento del cuerpo o ejercicios físicos. Si no hay demasiada abundancia, cree en ti, sé humilde, agradecido, sé simple y precipita lo que realmente mereces.
Para reforzar las endorfinas, anota en un papel lo que amas hacer, tus hobbies y aquello que cada vez que lo haces, sientes que el tiempo no existe. Vive relaciones sanas, libérate de los apegos que te lastiman.
Indaga en tu Ser Interior, en tu verdadera esencia.
No hay maestro que no retiene los prodigios de una vida dhármica, una vida a favor de la vida, mientras que si la acción, como suele ser la mayoría de las causadas por la ignorancia y el adormecimiento, son perjudiciales hasta cualquier forma de vida, el karma que regresa como un boomerang, sobre quien emanó la energía, es sabiamente duro, causando dolor, desde ya multiplicado en proporción a la acción causada.
Aun ese karma negativo, según las enseñanzas espirituales, se considera bienvenido y perfecto, porque nos proporciona una situación vertiginosa, de acceder a un nuevo nivel de experiencia e información y habiendo entendido la lección, dejar de repetir ese tipo de conducta.