sábado, 26 de diciembre de 2009

“El Reiki no se contradice con la Medicina”

A continuación se presenta la entrevista que el periódico de información sanitaria "Diario Médico" realizó, en su número 3.785 del 23 de diciembre de 2008, a Paloma Luquero, especialista en Endocrinología y médico de atención primaria en el Centro de Salud de la Ciudad de los Periodistas, de Madrid (España), en relación con la práctica clínica que viene realizando con Reiki, tanto en su tiempo libre como en el laboral, con pacientes y amigos que necesitan y desean una dosis extra de relajación, bienestar y una filosofía nueva de vida. Paloma, además, ha impartido cursos de formación para otros sanitarios de la Comunidad de Madrid y colabora con la Asociación Alaia de ayuda a enfermos graves y personas en proceso de Duelo.


¿Qué es el reiki?
- Es una técnica de sanación que no tiene nada que ver con religiones ni con creencias. Sirve para reencontrar algo que el ser humano ha perdido: la canalización de la energía y la capacidad de sanarnos a nosotros mismos y a los demás.


La persona tiene su cuerpo físico, pero también un cuerpo emocional y energético. Hemos olvidado que somos energía, y que la parte física, emocional y energética están relacionadas.


El reiki es una técnica para reestructurar el campo energético cuando no está en sintonía ni armónico. Al practicarlo se aprende a canalizar la energía exterior, que pasa por uno mismo y sale por las manos. Es como una batería.


Si existe la capacidad de sanarnos, ¿también la tenemos para enfermar?
- Por supuesto. Cuando hay un desequilibrio, por ejemplo en el cuerpo emocional, acaba repercutiendo en el cuerpo energético, y cuando éste se desequilibra es como si bajaran las defensas, la capacidad de estar sano, y acaba repercutiendo en el cuerpo físico.


No parece tan científico como la medicina basada en la evidencia, ¿no?
- Hasta ahora la medicina sólo se ha ocupado del cuerpo físico. Sabemos pocas cosas y no llegamos al fondo. Hay gente joven que está siempre enferma con patologías que son muy graves. Estoy segura de que hay algo emocional que desequilibra su energía. Cuando les veo en consulta, procuro sacarles si tienen alguna preocupación... y les recomiendo Tai Chi, yoga, reiki, que vayan al psicólogo... cosas que les ayuden a equilibrar el cuerpo y la mente.

En mi consulta igual que programo a un paciente diabético para hacer un seguimiento, también lo hago para el reiki. Pongo el cartel de "no llamar" y hago una sesión. Los pacientes están encantados.


¿Qué principios tiene?
- Se aprende a vivir según los cinco principios del reiki: sólo por hoy no te preocupes; sólo por hoy no te irrites; sólo por hoy da gracias por las bendiciones que tienes; sólo por hoy trabaja duro, y sólo por hoy sé amable con los que te rodean. Si cumplimos con ello seremos más felices en la vida.


Hay muchos médicos que no creen que funcione, ni que haya evidencias...
- A veces creo que el problema es el desconocimiento. Las cosas hay que experimentarlas. En España estamos muy retrasados en las técnicas complementarias.


Por ejemplo, en Estados Unidos, el reiki se ofrece en el 60 por ciento de los hospitales, en Alemania y en Suiza forma parte de la asistencia del sistema de salud público, y también se utiliza en el Reino Unido, Japón, Holanda y países nórdicos.


En el servicio de Hematología del Ramón y Cajal están haciendo un estudio sobre el impacto emocional del reiki, y se está comprobando que se reducen los efectos secundarios de los fármacos, y los pacientes necesitan menos analgésicos y están más relajados.


¿Todo el mundo puede beneficiarse?
- Todo el mundo puede recibir reiki. Solamente hay una contraindicación relativa: los marcapasos, ya que al manejar una energía electromagnética puede producir alteraciones. Pero no se contradice con la medicina y tiene efecto en muchas enfermedades. En Cuba, por ejemplo, han hecho un estudio en psoriasis y ha demostrado su efecto. También los hay en esclerosis múltiple y en depresión. Realmente, al producir un estado de relajación vale para todo y no se puede delimitar, aunque tampoco es la panacea.


Por: Isabel Gallardo Ponce (Diario Médico)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar aquí tus comentarios.