Ya se van los reyes. No nos dejaron el aguinaldo y se llevaron nuestras pagas extras, dejando nuestros bolsillos exhaustos.
Se acabaron los atracones de comida y los encuentros obligatorios.
Las manifestaciones de afecto tendrán que esperar hasta las próxima navidades y comienza la etapa de dirigirnos improperios y volver la espalda al prójimo.
La vida velve a la normalidad.
¡Qué bonita y mágica es la Navidad...
en El Corte Inglés!
¡Viva la Navidad!
© AnA Molina (Administrador del blog)
Bueno pues para que termine aún queda un poco, desmontar el árbol, recoger el revoltijo juguetero, etc... Aunque afortunadamente casi acabó.
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