No te escondas por miedo, niña mía.
No te guardes en tu cuarto oscuro,
asómate a la luz del mediodía,
traspasa libremente tu viejo muro.
Muestra altiva y orgullosa
tu cara de chiquilla hermosa,
tu blanco y delicado perfil,
tu sonrisa de rojo carmín.
No construyas más sueños de papel,
no escribas más versos en la pared,
ni entones con tu voz serena
más cantos de mítica sirena.
Te desato los sangrientos nudos
de todos tus sonidos mudos.
Te redimo de tu triste condena
para que dejes de sentir la pena.
Te eximo de tu injusta prisión.
Es ya tiempo de tu liberación.
No te escondas niña más
y sal, con alegría, a jugar.
Estuviste tiempo oculta tras mi mirar.
Este es el instante en que puedes brillar.
Pues tú...
Eres la niña de mis ojos,
que, con tu verde amanecer,
iluminas un gris atardecer.
(Ó AnA Molina. Administrador del blog)
Dedicado a todas las niñas y mujeres que han sido y son víctimas de abusos sexuales.
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