El consumismo tiene
una fuerte raíz
en la publicidad
masiva y en la oferta
bombardeante que nos
crea falsas necesidades.
(Enrique Rojas)
Nadie
puede dudar de la relevancia, lo que representa los mensajes subliminales en
las compras, en la inducción de ellas en el comportamiento del consumidor, de
hecho, ha habido antecedentes como el famosos caso de Coca-Cola en la
película Picnic James Vicary en 1956 en el cine Fort Lee, un
barrio de New York. En un cine se proyectaba la película Picnic.
Con la
ayuda de un proyector estroboscópico Vicary "bombardeó" la
pantalla con una diapositiva que decía: "Beba Coca-Cola - ¿Tiene
hambre? - Coma palomitas de maíz". En ese cine, durante una semana, se
registró un aumento de las ventas de Coca-Cola en un 18,1%, y de
palomitas en un 57,5%. Dicho mito, primero no tiene una apreciación científica
en cuanto a la muestra, respecto a fechas similares anteriores (estadístico),
al factor placebo y aquellas aplicadas a grupos de individuos controlados,
hubiese sido más evidente si fuese un "coma coliflor", o
"beba vinagre" (elementos supraliminales), sin embargo se
bastan con dos elementos presentes por lo general en cine, para concluir que se
trata de subliminal, aunque más bien de elementos de reforzamiento.
Al
afirmar que al mezclarse imágenes A y C en una cinta B igual a consume A y C,
es menos que una falacia. El mismo caso del mito de insertar un mensaje "oculto"
incluido al revés.
Lo
subliminal tiene como principal problema, el que no debe superar el umbral del
subconsciente, lo que lleva a aventurarse a terrenos poco claros y que son
mezclados con la corriente de la Gestalt.
Como
nos lo recuerda Wikipedia, un mensaje subliminal es una señal o mensaje
diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción.
Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la
mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un
modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aún así,
percibida inconscientemente.
El
término mensaje subliminal fue popularizado en un libro de 1957 titulado "The
Hidden Persuaders" ("Los Persuasores Ocultos"), de
Vance Packard. Este libro detallaba un estudio llevado a cabo en el cine Fort
Lee (Nueva Jersey) en el que supuestamente se habían insertado órdenes de
beber Coca-Cola y comer palomitas de maíz con incrementos en las ventas
durante los intervalos (un 18% y 57%, respectivamente). Y aunque años más tarde
el autor mismo del estudio, James Vicary desmintiera la veracidad del
experimento, la mecha quedó encendida. En 1973, el libro de Wilson Bryan Key
"Subliminal Seducción" ("Seducción Subliminal")
proclamó que las técnicas subliminales estaban siendo utilizadas ampliamente en
la publicidad. El texto, contribuyó al clímax general de temor junto a las
novelas de Orwell, acerca de los mensajes subliminales. La preocupación popular
llegó a un extremo tal de llevar a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC)
a declarar la publicidad subliminal, "contraria al interés público",
por su intención engañosa. En contra de la creencia popular que los mensajes
subliminales son usados como medio de influencia masiva, la evidencia concreta
al respecto es muy poca. Más allá de su "uso artístico", no
existen pruebas de que se produzcan cambios perceptibles en el oyente o el
espectador capaz alterar su conducta, sus ideas o hábitos de consumo; el
consenso general entre los profesionales de la mercadotecnia indica que la
publicidad subliminal no es efectiva y puede ser incluso, contraproducente.
Nos
recuerda Wikipedia, que existen comentarios y simples rumores de la
existencia de mensajes subliminales de distintos tipos: sobre todo
publicitarios, pero también propagandísticos, artísticos o de control mental.
•
Buñuel comentó en alguna ocasión que en la película Los Olvidados planeaba
colocar en una escena, concretamente en el edificio en construcción del
descampado, una orquesta en unos escasos fotogramas, y que apenas se apreciasen
a simple vista. Pocos espectadores captarían la orquesta y los que lo hiciesen
se quedarían dudando.
•
Uno de los pocos ejemplos carentes de connotaciones sexuales lo constituye el
vídeo "Francia en pocos segundos" realizado durante los años
80 para anunciar los logros obtenidos por el presidente François Mitterrand. El
vídeo consistía en un collage de imágenes que se superponían progresivamente
unas a otras. En una de ellas aparecía el rostro de Margaret Thatcher sonriendo
y con los colmillos oscurecidos. Este anunció fue acusado de publicidad
subliminal por aquellos fotogramas que mostraban a la premier británica como
una representación del mal.
•
Igualmente está demostrado otro mensaje subliminal del Partido Socialista
Obrero Español emitido después de un gol de Butragueño en un partido de
futbol de la selección española. Y este mensaje subliminal, en este caso
perteneciente a la propaganda, fue publicado en la portada de un periódico de
ámbito nacional.
•
La película Psicosis de Alfred Hitchcock contiene una imagen subliminal
en que puede verse una calavera superpuesta sobre la cara del asesino, en una
de las últimas imágenes del film. También se utilizaron sonidos provocados por
cerdos en un matadero mezclados con la música.
En
la vida cotidiana, a menudo se afirma (con o sin evidencia) que se emplean
técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda.
Por
su puesto, ello está comprendido en las leyes que favorecen el comportamiento
del consumidor y es penalizado cuando se les viola.
Para
todo estudioso y comprometido con la función de mercados, es importante
adentrarse en lo que son los mensajes subliminales, así como para los mismos
consumidores, al respecto mail.google.com/mail/ nos señala, que la mente
consciente es la “superficie” del cerebro, la parte racional y volitiva.
La mente inconsciente, por su parte, es la que regula de forma automática los
niveles de temperatura, el ritmo cardiaco, la respiración, los periodos de
sueño y de vigilia, las motivaciones, la supervivencia, etc. Es el corazón del
cerebro y quien realmente toma las decisiones. Por eso usted puede tomar una
decisión de forma racional con su mente consciente, pero su cerebro no la
obedece porque no es aceptada por su mente inconsciente. El inconsciente toma
siempre la última decisión.
El cerebro tiene varios filtros que impiden que
llegue toda la información al nivel consciente, ya que si recibiéramos toda esa
información de forma consciente nos desbordaría. Téngase en cuenta que nuestro
sistema nervioso recibe varios miles de bits de información cada segundo. Los
mensajes subliminales son enviados por debajo del umbral de conciencia,
directamente al inconsciente. Los umbrales de la audición corresponden a
intensidades entre 0 dB y 140 dB. Por encima de 140 dB hay malestar y dolor
físico. Los mensajes subliminales tienen menos de 0 dB, por lo que no son
audibles para el oído humano, pero sí son captados por el cerebro.
Definitivamente,
tómese en cuenta lo que señala Yaiza Martínez en tendencias21.net que
tradicionalmente se ha creído que la información subliminal afecta a nuestro
cerebro sin que podamos hacer nada. Sin embargo, ciertos mecanismos voluntarios
y conscientes de procesamiento de información estudiados mediante la técnica
conocida como estimulación magnética transcraneal han demostrado que el cerebro
utiliza de manera consciente dicha información subliminal para el desarrollo
correcto de tareas completamente conscientes. Esto implica que de alguna forma
lo subliminal sí alcanza la mente consciente, al tiempo que es procesado por
mecanismos también conscientes. De esta forma, se desecha en parte la idea de
que el cerebro es un receptor pasivo de la información subliminal. La
información subliminal es aquella que llega a nuestro cerebro pasando por “debajo”
de nuestros límites normales de percepción. Se cree que, por ejemplo,
conscientemente no podemos registrar una imagen transmitida de manera muy
rápida, pero que nuestro cerebro sí la percibe inconscientemente.
Se
suele pensar por esta razón que la información subliminal alcanza nuestra mente
sin que ésta pueda hacer nada, sin procesar y sin obstáculo perceptivo alguno.
Sin embargo, un experimento realizado por un grupo de neurobiólogos ha revelado
que el cerebro sí puede procesar conscientemente la información subliminal, es
decir, que la integra en un proceso más amplio. La información “velada”
que recibimos de forma subliminal se integra en nuestro cerebro gracias a
procesos conscientes.
Por:
Carlos Mora Vanegas
FUENTE:
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