y la poesía, una pintura que se oye y no se ve”.
(Leonardo da Vinci)
Ya desde niña, mis aficiones e inquietudes actuales empezaron a manifestarse motivada, tal vez, por mis circunstancias personales, dado que no tenía contacto directo con niños salvo en horario escolar. En una época sin ordenadores personales, ni video-consolas; cuando la televisión empezaba a hacer su aparición en los hogares y, aun disponiendo de ella, la programación infantil era muy limitada; en un tiempo en que los niños jugaban con otros niños y no permanecían asidos a un teclado o mando a distancia, solitarios frente a monitores y pantallas ¿cómo llenaba un niño de mi generación su tiempo libre? ¿Cómo se relacionaba con alguien que pensara y actuara como él, que vibrase con un juego con la intensidad que sólo los niños saben sentir? ¿A quién le contaba sus sueños, sus alegrías y tristezas, sus miedos y sus dudas sabiéndose escuchado y comprendido?
Aunque no dispuse de gran cantidad de juguetes, algo normal por entonces y que ahora agradezco a mis padres, no negaré que tuve, como cualquier niña de mi tiempo, muñecas con las que jugaba a las "mamás" y "cacharritos" para "cocinitas". Sin embargo, esos juegos me resultaban repetitivos y, al jugar en solitario, acababa aburriéndome con ellos. Por eso, encontré el aliciente de las manualidades, el dibujo y la pintura, la lectura y la escritura... actividades que se realizan en solitario. Con estas actividades mi imaginación volaba, me expresaba con las manos, con colores, con las palabras que leía y escribía aquello que, de otro modo, me habría resultado difícil transmitir y compartir salvo con ese amigo imaginario que tampoco llegué a encontrar acaso por mi prematura madurez y racionalidad. Así, sin saberlo, mientras desarrollaba mis capacidades y modelaba mi personalidad, comunicaba mis sentimientos y me evadía del silencio de mi pueril soledad. De esta suerte, mi mundo interior me hizo las primeras invitaciones para adentrarme en él; proposiciones que gustosamente acepté para tratar de hacerme amiga de alguien y, más allá de serlo de mí misma, de lo que yo podía encontrar oculto a mis propios ojos.
Fueron pasando los años mientras aquellas aficiones de la infancia se mantenían aun sin prestarles demasiada dedicación, pues, al ir adquiriendo y asumiendo mi libertad e independencia, llegaron nuevas actividades y relaciones que llenaban mi tiempo y mi vida. No me vinculé directamente con ellas asistiendo a talleres literarios; no asistí a clases de pintura, ni seguí ningún curso de manualidades, como tampoco estudié Bellas Artes u Oficios Artísticos. Mi camino profesional se orientó hacía el pragmatismo tecnológico, a pesar que, desde mi punto de vista particular, éste no deja de tener su aspecto creativo.
Las cargas y obligaciones acabaron por enviar aquellas aficiones infantiles al baúl de los recuerdos, aunque, empolvados, se mantuvieron en estado latente hasta un momento en que, ya entrada en la madurez, mi estabilidad emocional se debilitó temporalmente por esas eventualidades que a todos nos suceden de una otra manera y en una u otra coyuntura; esas que hacen que nos demos cuenta de lo olvidados que estamos de nosotros mismos porque, inconsciente e involuntariamente, la responsabilidad se nos ha impuesto, nos ha absorbido hasta esclavizarnos, tanto como ese otro término que tan arraigado llevamos como es el "deber" y que, en mi cotidianeidad, intento sustituir por otro menos condicionante, no por ello menos limitador, como es "compromiso".
Comencé a pensar en la parte de mi vida que ya se había consumido y esto me llevó a hacer balance sobre ella, a preguntarme por el sentido y valor auténtico de los resultados obtenidos y esperados, a cuestionarme mi propia satisfacción y evolución personal. Mi proceso de introspección me llevó al pasado, a recordar aquellos sueños juveniles por los que nunca luché dejándolos agonizantes a merced del olvido. Imaginé y reflexioné, con la perspectiva del tiempo y mi conocimiento existencial, sobre el rumbo que habría tomado mi vida si no los hubiese dejado desamparados al enrolarme en la tripulación del barco de lo establecido, de lo convencional, sistemático y "debido". Me hice demasiadas preguntas para las que no hallé respuestas, pero sí llegué a una conclusión: me había olvidado de mí misma hasta el punto de no saber dónde me encontraba y quién era yo. Fue entonces cuando encontré una brújula que me ayudó a encontrar el camino de vuelta para reencontrar mi mundo y mi ser interior; siempre había estado ahí, pero desdeñado desde hacía años. Subí al desván de mis recuerdos, abrí el baúl y allí continuaban esperándome mis aficiones infantiles.
Volví a expresarme por escrito. A medida que mi racionalidad, mis sentimientos y mis emociones conversaban con el papel, se iba creando una comunicación más íntima e intensa entre ellos. Mientras me dejaba llevar escribiendo libremente, soltaba lastre y me evadía de mi crisis existencial y emocional, al tiempo que el lápiz comenzaba a darme las respuestas que anteriormente no encontraba a pesar de haber estado siempre en mi interior, sólo bastaba saber buscarlas adecuadamente. Mi mente y mi espíritu se limpiaban, se serenaban, se reconciliaban y se equilibraban.
Tomé pinceles, colores y lienzos; marqué trazos y llené telas de colores que hoy decoran las paredes de mi hogar con la satisfacción de saber que son mis pinturas originales, cargadas de mi propia creatividad, sensibilidad y emotividad. Cada una representa un instante, una experiencia, una emoción. Unas son alegres, otras tristes, unas mejores, otras peores, pero todas son la manifestación de un íntimo sentimiento o de una vivencia personal. Con su elaboración y durante su desarrollo, la ansiedad y el estrés se frenaban, me relajaba, expresaba gráficamente algo que difícilmente se puede describir y transmitir; al igual que con mis textos, mi razón y mi emoción se serenaban y podían convivir sin disparidad.
Seguí poniendo en práctica otros caminos de expresión que fueron positivos y contribuyeron a reducir el estrés, alcanzar el sentimiento de satisfacción por los resultados obtenidos y con ello a elevar mi autoestima, a reducir emociones negativas, a esclarecer y poner en orden las ideas, cambiar conductas y, por tanto, a mantener mi estabilidad emocional y a mi desarrollo personal. En resumen de lo que yo definiría como "terapia creativa de autoayuda".
Mis textos ya los vais conociendo a través de la lectura de mis artículos en el blog, pero ahora, me voy a tomar la libertad de compartir con vosotros una de las pinturas más especiales realizadas por mí. Fue la motivación para representar lo que me conecta con el mundo de la meditación y la energía, fin con el que lo utilizo. Ha impactado a muchas de las personas de mi círculo cuando lo han visto conlgado en una de mis paredes. Me tuve que esforzar mucho para lograrlo, por su gran cantidad de detalles y meticulosidad. El resultado fue que obtuve una gran serenidad a medida que iba dando color con el pincel a cada uno de sus pequeños detalles. Obtuve la sasisfacción de ver representado de principio a fin el objeto que yo justamente quería materializar, máxime considernado que partí de un boceto que yo misma confeccioné. Es mi "Mandala":
Ó Ana Molina. "Mandala"
(acrílico sobre lienzo)
- Todos los derechos reservados -
- Prohibida su reproducción -
Pero no ésta no fue la única vez que tomé los pinceles, porque uno de mis primeros trabajos fueron dos pinturas étnicas que os muestro a continuación, que forman parte de una colección de más de 40 trabajos finalizados. Puesto que, hasta el momento, no es mi intención dedicarme profesionalmente a la pintura, no cuestiono la calidad artística de ninguno de mis trabajos, simplemente considero su valor desde la perspectiva de la capacidad creativa que me permite manifestar emociones y sentimientos.
Ó Ana Molina. "Africanas"
(acrílicos sobre lienzo)
- Todos los derechos reservados -
- Prohibida su reproducción -
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Hasta aquí, este artículo, podrá parecer la narración de un capítulo de mi biografía, mas no es mi intención difundir vivencias personales que os podrán dejar, cuanto menos, indiferentes. Lo que pretendo es ejemplificar, compartiendo mi experiencia personal, la utilidad de las terapias que emplean los medios plásticos como medio de liberación y expresión personal.
Los beneficios del arte como método de expresión del ser humano es un proceso que se inició hace miles de años y sus primeras manifestaciones se podrían encontrar en las prehistóricas pinturas rupestres que manifestaban sus procesos vitales. Con la manifestación artística aflora el mundo emocional y subsconciente, por lo que la libertad de expresión plástica puede ser considerada como una actividad curativa.
El arte atiende a las funciones básicas del ser humano, como la espiritualidad y los afectos entre otras, siendo la actividad artística, un rasgo característico de todas las sociedades y de cada una de las culturas. De siempre, las manifestaciones artísticas han simbolizado los aspectos personales y culturales de su desarrollo. El proceso por el cual esto ocurre, en el fondo y en cierto modo, sigue siendo aún un misterioso.
El arte refleja las tendencias internas de la sociedad y es el ámbito idóneo para el desarrollo de la expresión personal y de la comunicación, con uno mismo y con los demás. Es un método para ampliar el alcance de las experiencias humanas, para desarrollar la intuición y los procesos sensoriales. Es un área donde las experiencias pueden ser elegidas, variadas y repetidas a voluntad. Ésta característica es, justamente, una de las que convierte a la actividad artística, en un medio apropiado para trabajar en terapia: la posibilidad de variar, repetir y hasta destruir a voluntad la propia obra, como representación de otros procesos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Adrian Hill, un artista convaleciente en un sanatorio, comenzó a pintar para liberarse de la nostalgia, el aburrimiento y los malos recuerdos. Posteriormente, comenzó a compartir con los otros enfermos, los reconfortantes efectos de su actividad creativa, quienes comenzaron a dibujar y a pintar las terribles escenas vividas en el frente. Con esta tarea lograban comunicar su sufrimiento. Más tarde, en 1946, Adrian Hill se convirtió en el primer terapeuta artístico que trabajó de forma remunerada en un hospital.
A partir de entonces, se sucedieron investigaciones y trabajos que ahondaron en el tema, como las de Edith Kramer, quien publicó en 1958, su libro "Terapia a través del arte en una comunidad infantil", describiendo la experiencia de rehabilitación, a través del arte, practicada con niños problemáticos de barrios marginales de Nueva York en un centro educativo de internamiento.
El interés, hacia fines del Siglo XIX, de psiquiatras europeos por las producciones plásticas de pacientes mentales se hizo creciente y aquí destacó el aporte de Hans Prinzhorn, psiquiatra vienés, que consideraba la motivación creativa como una motivación básica de la especie humana y que toda creación albergaba un potencial de autosanación. Creó la Colección Prinzhorn, que alberga las obras de pacientes mentales de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Heidelberg.
"podemos ocultar un estado interior y con diversos grados de autoconciencia eliminar su plasmación en una conducta o podemos revelarlo. Si lo revelamos, podemos hacerlo de dos formas características: como expresión directa o en forma de representación".
En "Terapia Artística" las imágenes pueden ser un puente hasta el lenguaje; como dijo Jung, "la persona al pintar se da forma a sí mismo".
Aunque comienza a conocerse más cada día, la terapia artística está todavía poco desarrollada en España. Los primeros estudios realmente serios en esta especialidad corresponden a los programas ofrecidos por la Universidad de Barcelona y actualmente el Master en Arte Terapia que se desarrolla en Madrid, en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense desde el curso lectivo 2000-2001, así como cursos sobre el tema en la Universidad de Granada.
Sin embargo en los países que ya tienen una cierta “tradición” como Estado Unidos, Gran Bretaña o Francia, ha existido un paulatino ascenso y consolidación de estudios universitarios, generalmente de postgrado, como cursos y masters de especialización. Se puede decir que en la actualidad esta disciplina goza de un amplio reconocimiento profesional en éstos y otros países, con investigaciones, congresos y publicaciones del sector. Las prácticas y los tratamientos se realizan tanto en instituciones sociales o centros sanitarios como en el sector privado.
Luego, este artículo es una invitación a todos aquellos que sientan la necesidad de expresar y liberar pensamientos, emociones y sentimientos a través de la representación artística, ya sea a través de la poesía, la escritura de su propia autobiografía o de sus reflexiones internas, de dibujar su autorretrato o de pintar ya sea un paisaje o un cuadro abstracto que represente toda su emotividad. Sus creaciones podrán tener o no calidad artística ya sea literario o pictórica, por ejemplo, pero no se trata de obtener un espacio en una galería de arte moderno o de publicar un bestseller, sino de buscar una vía de escape a nuestra psique, no negando ninguna parte de nosotros mismos, o, como dijo el filósofo Pániker:
“Nunca más negar la parte oscura de mí mismo. Dejar hablar al cuerpo y al entorno. Dejar que todo eso que soy, y que me trasciende, se diga a sí mismo. Supongo, pues, que éste va a ser un ejercicio exploratorio y automático, la tan traída catarsis, desbloquear la mismidad, salir del ego amurallado, ejercicio de autocrítica, autoanálisis o, mejor, transanálisis, revisión de mi aparato teórico. Toda mi vida ha necesitado teoría. Porque toda teoría conducida hasta su límite es experiencia. Y viceversa.”
La aplicación de estas "técnicas" o terapias está especialmente indicada en aquellas personas que tienen una dificultad inconsciente para la expresión verbal o bien la dificultad para expresar mediante la palabra sus pensamientos, como es el caso de los niños.
También es aplicable a todas aquellas personas que deseen tener un conocimiento mas profundo de su personalidad y a aquellos grupos sociales que necesiten una actividad curativa o de terapia.
En su finalidad, autoayuda y terapia van de la mano. Autoayuda no significa renunciar a buscar ayuda de otros o a trabajar con un profesional, al igual que el estudiar en casa no significa ignorar los planes de estudios publicados y aceptados o evitar el contacto con tutores profesionales.
La autoayuda supone hacernos cargo de nuestro propio bienestar, ser un consumidor de servicios responsable e informado, y aceptar la responsabilidad de las elecciones e intervenciones realizadas y de las decisiones consistentes en tomar uno u otro camino. Hay muchas ocasiones en las que la terapia o la consulta es exactamente lo que se necesita en un programa efectivo de autoayuda.
Para muchas personas es más fácil expresar los sentimientos y las emociones a través de imágenes. A veces, las imágenes son capaces de expresar lo que el pensamiento consciente no puede. Las imágenes son los primeros depósitos de la experiencia y con una representación se puede evidenciar ese contenido. La creación artística es otra forma de hablar o escribir, mediante metáforas pictóricas, mediante símbolos.
“…sólo mediante el arte podemos salir de nosotros mismos, saber lo que ve otro de ese universo que no es el mismo que el nuestro, y cuyos paisajes nos serían tan desconocidos como los mundos que pueda haber en la Luna. Gracias al arte, en vez de ver un solo mundo, el nuestro, lo vemos multiplicarse, y tenemos a nuestra disposición tantos mundos como artistas originales hay, unos mundos más diferentes unos de otros que los que giran en el infinito.”
(Proust)
Hay que dejarse llevar y no temer al papel en blanco o al lienzo inmaculado. Los ejercicios pueden ser tan simples como colocarse en una situación cómoda, rebajar la luz, buscar una música relajante de fondo, cerrar los ojos y dejar que la mente vague. Permitir que en el viaje de la mente surja una experiencia en el conjunto de nuestras vidas o de la vida de otro que nos provoque el interés, curiosidad, sentimientos intensos, perplejidad o inquietud… A partir de ahí, de manera metafórica, se puede comenzar a narrarlo desde cualquier punto del suceso sin importar el orden de la narración, la ortografía o la objetividad, ya que todo es producto de nuestra libre imaginación y, precisamente se trata de eso, de dar libertad a nuestra mente para que se exprese a su antojo sin restricciones, sin reprimirla o coaccionarla. Si se prefiere dibujar o pintar, basta con repetir la misma situación y comenzar a dar forma y color a un papel o lienzo en blanco.
Se trata de buscar sólo buscar sólo el volcar lo que vamos sintiendo y pensando. Hay que dejarse llevar por los pensamientos y emociones más íntimos y que sentimos en mayor intensidad, quizás esas cosas que no nos atrevemos a decir en alto… No hay que valorar su calidad, no hay que analizar lo que estamos creando, eso ya podremos hacerlo más tarde, una vez finalizada la creación de nuestra mente, percibir cómo nos hemos sentimos con el desarrollo de nuestra creación, cómo nos sentimos con el resultado obtenido; pensar en la razón a la que responde aquello que hemos materializado y profundizar tanto como deseemos en los matices en los que más énfasis hemos... en todo aquello que te ayude a reflexionar, comprender y mejorar, pero ante todo, sentirte satisfecho y realizado por haber sido capaz de plasmarlo sin juzgar su valor artístico.
Podemos mostrarlo a personas de nuestra confianza o reservarlo para nosotros únicamente, guardándolo en un sitio especial e incluso llevarlo a algún lugar lejano y dejarlo perdido o depositado en algún escondrijo, incluso destruirlo a voluntad si se considera que con ello se van a eliminar todos esos miedos, traumas y dolores "atrasados" que arrastramos con el objeto de crear, llamémoslo así "un ritual de liberación emocional".
Sucede a veces que, en un momento de gran felicidad, alguien decide hacer arte. No obstante, en esos momentos, los más suelen preferir disfrutar del exterior a atrincherarse en el taller, aunque más tarde ese disfrute externo puede ser llevado al interior en un movimiento muy productivo para el desarrollo personal. En cambio, ante los problemas, ese taller es como una cueva maternal donde refugiarse e intentar sacar de las profundidades hacia afuera la bola que asfixia. Cuando se consigue, e incluso en el proceso, se alcanzan momentos intensísimos. Cierto que a veces los problemas desbordantes producen un bloqueo creativo que impide se lleve a cabo el deseo de crear, o el golpe es tan profundo que todos los deseos quedan dormidos. En general al ser humano, en su momento creativo, suele no satisfacerle la realidad y eso lo empuja a buscar nuevos conceptos. Para otros creadores el mundo ofrece tanta novedad, amplitud de datos y contradicciones que precisan poner orden en el aparente caos del mundo, procesando la realidad por un medio alternativo: el arte, donde cabe lo no lógico e incluso lo delirante.
Es difícil que una historia así se resuelva sólo con la válvula de escape. Ante problemas gigantescos no hay soluciones mágicas ni sencillas y, mucho menos, que ataquen sólo un lado del problema. Nadie pretenda que escribiendo o pintando resolverá una psicosis o una depresión profunda, pero, indiscutiblemente, si es un ejercicio que libera y motiva, siempre resultará de gran ayuda para resolver el problema.
Puede haber con frecuencia en el arte un auxilio para los problemas o para la angustia de lo no comprensible. El arte es, así, instrumento que acerca a la homeostasis, al equilibrio, que permite vivir en lo real. Un analgésico o una dosis baja o discontinua de un medicamento adecuado, no calma todos los dolores ni cura el mal, e incluso personas que no acusan los beneficios de la medicación, en cambio sí cargan con todos los efectos secundarios. El arte también tiene sus indicaciones, sus posologías y sus excepciones. Y el arte puede tener efectos secundarios. Uno de ellos es que puede proporcionarnos una realidad alternativa de la que no queramos o podamos salir. Puede darnos un lenguaje secreto y privado que haga que perdamos la capacidad de comunicarnos con el lenguaje estándar de los otros. Puede aislarnos e incluso comernos. El arte no es la panacea. El estado psíquico de base del artista, su historia personal, la naturaleza de sus problemas y otros tantos accidentes harán que funcione de una manera en unos y de otra en otros.
A continuación os presento el programa Nº 89 de "Redes", dirigido por Eduard Punset, en el que nos habla sobre "Los Secretos de la Cretividad" que considero interesante para quienes quieran fomentar tus dotes artísticas y creativas.
¿Te animas a probar? Seguro que el resultado no te defraudará. Si fallas a la primera, vuelve a intentarlo, tomando la experiencia obtenida en tu fracaso anterior y así sucesivamente hasta que alcances a expresar lo que realmente deseas y con cuyo resultado te sientas orgulloso y satisfecho de ti. No sólo habrás fomentado tu imaginación, habrás liberados tus bloqueos mentales, sino que tu autoestima se habrá elevado considerablemente, en decir, te sentirás más realizado.
Ó AnA Molina (Administrador del blog)
Medellín, Junio 2012
ResponderEliminarUn saludo
Por medio de la presente me permito presentar la Escuela de Artes 5 Sentidos, proyecto premiado por la Alcaldía de Medellín en Presupuesto participativo en el año 2011 como nueva UPA emprendedora ( Unidad Productiva Asociativa ubicados en la comuna 14, barrio el Poblado de Medellín.
La Escuela es una Corporación sin ánimo de lucro y ofrecerá los servicios en artes tales como:
Fotografía Pastel
Estampación Ilustración
Dibujo Cómic
Óleo Origami
Acrílico Producción audio Digital
Acuarela Tinta China
Pintura infantil Construcción de Guión
Historia del arte
Y brinda un Centro cultural que agrupa los mejores artistas del barrio El Poblado para toda la comunidad de Medellín. Este Centro Cultural realiza residencias artísticas, y ofrece el servicio de Galería de arte, y de forma gratuita abrimos la Biblioteca, las conferencias en diversos temas culturales, el cine club y las rutas culturales para turistas y nativos.
Contamos con una mentalidad abierta e innovadora para realizar alianzas estratégicas que nos permitan generar proyectos culturales de alto impacto en la comunidad,| estamos becando jóvenes de estratos 1, 2 y 3 de bajos recursos habitantes de Medellín y creamos el festival Provenza que reúne las diferentes manifestaciones artísticas.
Llegamos a ustedes interesados contar con su apoyo en calidad de donación para fortalecernos.
El grupo de artistas realmente y el centro cultural necesita una sede urgente no tenemos los recursos económicos y todas las ideas las hacemos con amor y pasión por el arte, pero si contamos en este año con una sede en comodato por el sector tendremos que dar cierre y perder todo lo que se ha logrado hasta ahora para la comunidad.
Muchas gracias
Nuestro Blog: www.escueladeartes5sentidos.blogspot.com
PROGRAMA DE BECAS
La escuela de artes 5 sentidos impulsa el conocimiento y el aprendizaje de las artes plásticas becando a niños. Jóvenes, adultos y extranjeros residentes de los diferentes barrios de la Ciudad de Medellín.
Buscamos con este buen fin social apoyos de las ONGs.
Para brindar educación, formación y asegurar que la comunidad no se vea privada de continuar estudiando por falta de recursos económicos. Fortaleciendo el sistema de becas y ayudas al estudio se da respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad Colombiana y a la comunidad de Extranjeros en nuestro País que buscan comprender y aprender de las diferentes manifestaciones artísticas.
Las Administraciones Educativas debemos potenciar la dimensión social de nuestro sistema educativo en todos sus niveles. Las becas y ayudas garantizan la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación así como la cohesión social y territorial.
El objetivo es que las mejoras en calidad y la excelencia estén al alcance de todos.
La política de becas ha de garantizar que las ayudas lleguen a los más necesitados y los gestores de becas reciban el reconocimiento por su ayuda.
Queremos contar con su generosidad y buen corazón participando con ayuda en becas de acuerdo a sus posibilidades para ayudar a toda la población necesitada de la ciudad de Medellin- Colombia
De antemano agradecemos la atención prestada a esta solicitud, esperando contar en el futuro con su apoyo y colaboración.