La
mayor fuente de inteligencia no está en ti, por muy bien que uses tu
inteligencia. La mayor fuente de inteligencia está en las personas que te
rodean.
Avanzamos,
nos desarrollamos y pulimos nuestra inteligencia cuando aprendemos de otros,
cuando hablamos con otros, cuando leemos a otros. Las personas son el mayor
tesoro que tenemos a nuestra disposición. Si no conocieras nuevas personas,
dentro de diez años seguirías pensando lo mismo y estarías situado en el mismo
sitio.
Hoy
me he desplazado en un autobús urbano. Y lo he pensando. He pensado que si
hubiera podido hablar con cada una de las personas que iban en aquél autobús,
mis conocimientos habrían aumentado de forma considerable. Cada una de esas
personas tiene una experiencia, algo que domina, algo sobre lo que tiene
maestría.
Y
lo he hecho. He hablado con una chica que estaba sentada a mi lado. Llevaba una
funda de algún instrumento de cuerda y le he preguntado qué instrumento era. Me
ha dicho que era profesora de viola en el conservatorio y que la viola que
llevaba metida en aquella funda era del siglo XVIII. En los diez minutos que
hemos recorrido juntos hemos hablado de música, de Bach, de la educación
musical.
Pero
estoy seguro de que cada una de las personas que iban en aquél autobús tenía
una interesante historia que contar. Conocemos a muchas personas, pero casi no
hablamos con ellas. Pasan a nuestro lado y no hablamos con ellas. Incluso
hablamos poco con las personas con las que hablamos, porque hablamos de cosas superficiales.
—
Parece que va a llover.
—
Sí, esta mañana hacía mucho frío.
Cada
persona tiene un mundo en su interior que desconocemos.
Conozco
a Ángel desde la infancia. Siempre habíamos hablado de tonterías. Un día, por
pura casualidad, me enteré que Ángel, cuya profesión es carpintero, es uno de
los mayores expertos en arte medieval sacro, autor de docenas de libros,
conferenciante y ponente en todos los congresos que se celebran en el mundo
sobre la materia. Ángel es muy conocido en los ambientes relacionados con el
arte, pero era un desconocido para mí. Lo tenía al lado, pero yo estaba
desperdiciando sus enormes conocimientos.
Lo
mejor que podemos hacer es conocer a muchas personas, cuanto más diferentes
sean de nosotros, mejor. Tendemos a relacionarnos con personas afines, con
personas que coinciden con nosotros. Nos perdemos la diversidad, oír nuevas
formas de pensar o de ver la vida. El mundo está lleno de personas
interesantes. Muchas de ellas viven a tu alrededor.
Inteligente
es la persona que se rodea de personas diferentes a él, de personas que tienen
una formación académica distinta, que tienen otras culturas, otras religiones,
otras lenguas, otras ideologías.
Por: Ricardo Ros (Psicólogo)
Por: Ricardo Ros (Psicólogo)
FUENTE: http://www.ricardoros.com/blog/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar aquí tus comentarios.