sábado, 14 de mayo de 2016

La Paradoja de Nuestro Tiempo



Tenemos edificios más altos, pero temperamentos cortos; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más, pero tenemos menos; compramos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas; más compromisos, pero menos tiempo. Tenemos más títulos, pero menos sentido común; más conocimiento, pero menos criterio; más expertos, pero más problemas; más medicinas y menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado…

Aprendimos a amar una vida, pero no a vivirla plenamente. Hemos llegado a la luna y regresado, pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior. Limpiamos el aire, pero contaminamos nuestras almas.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral; hemos aumentado la cantidad, pero no la calidad. Estos son tiempos de personas más altas con caracteres más débiles, con más libertad, pero menos alegría; con más comida, pero menos nutrición

Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios. Son tiempos de casas más bonitas, pero hogares rotos. Un tiempo con demasiado en la vitrina y poco de puertas adentro.

Y es un tiempo en que la tecnología puede hacerte llegar este mensaje y al mismo tiempo tú puedes decidir marcar la diferencia o prescindir de él.

"No guardes nada para una ocasión especial". Cada día que vives es una ocasión especial.
Por eso... Lee más y limpia menos. Siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte únicamente en las malas hierbas.  Pasa más tiempo con tu familia y amigos, y menos tiempo trabajando.

La vida es una sucesión de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir...

Usa tus copas de cristal, ponte tu ropa nueva para ir al supermercado. No guardes tu mejor perfume para esa fiesta especial, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.

Las frases "algún día", "uno de estos días"... quítalas de tu vocabulario. Si vale la pena hacerlo, vivirlo, verlo, quiero poder disfrutarlo ahora.

Si supiéramos el tiempo de vida que nos queda, seguramente desearíamos estar con nuestros seres queridos, iríamos a comer nuestra comida preferida, visitaríamos los sitios que amamos...

Son pequeñas cosas las que nos harían enojar si supiéramos que nuestras horas están limitadas...

Enojados porque dejamos de ver a nuestros mejores amigos, enojados porque no escribimos aquellas cartas que pensábamos escribir “uno de estos días”, enojado y tristes porque no dijimos a nuestros padres, hermanos, hijos, sobrinos, amigos… cuánto los queremos.

Por eso, no intentes retardar, detener o guardar nada que agregaría risa y alegría a tu vida, cada día, hora, minuto, semana es especial.




Se Optimista



Se tan fuerte que nada pueda turbar la paz de tu mente.

Habla a todos de salud, felicidad y prosperidad.

Haz que los demás sientan siempre que hay algo bueno en ellos.

Mira siempre el lado luminoso de las cosas y haz que tu optimismo se realice.

Piensa solo en lo mejor y espera solo lo mejor.

Se tan entusiasta del éxito de tu amigo como si se tratara de tu propio éxito.

Olvida los errores del pasado y lucha por las grandes consecuencias del futuro.

Sonríe siempre y que tu sonrisa sea para todos.

Dedica tanto tiempo a tu adelanto personal, que no te quede un momento para encontrar defecto en los demás.

Se suficientemente tolerante, firme y generoso para combatir la pesadumbre y el miedo.

Y suficientemente feliz para no permitir la presencia de la inquietud y derrota. 
              



Anhelo tu Mirada