miércoles, 25 de enero de 2012

Aquellos Niños de la Generación de la E.G.B.


"Cualquier tiempo pasado fue mejor".
(Jorge Manrique)







Dedicado a todos aquellos chicos y chicas que crecieron y formaron parte de la generación de la E.G.B. (Educación General Básica para los más jovenes ignorantes de lo que significa porque pertenecen a "eso" que llaman la E.S.O.


Las madres de los que formamos parte de la generación De la E.G.B. quitaban el polvo con "Centella", lavaban la vajilla con un bote blanco con el tapón naranja de "Mistol" y al Jabón de "Marsella" le llamaban "Lagarto".  Nuestros padres conducían un "Seat 131 Supermirafiori" y no un "Volkswagen Passat" o un Nissan 4 x 4". Nuestras bicis eran "BH" y nuestras primeras zapatillas de deporte fueron unas "Paredes", aunque a nuestras madres les gustaran más las "Kickers", no "Nike" o "Reebook". Con suerte vestíamos vaqueros "Luis" y no "Lewis", "Pepe Jeans" o tantas marcas de renombre internacional como abundan en la actualidad.


Nos cortaban el pelo "a navaja". Todos veíamos "TVE1" y "TVE2"; eso si, podíamos elegir entre el UHF y el VHF, pero no podíamos escoger entre la mutitud de canales que ofrecen hoy en día en "Canal+", "Canal Digital", "ONO" o "Imagenio". No existía la "HD" (High Definition), ni el "Dolby Surround", ni la "TDT" y, ni que decir tiene, no necesitábamos gafas para ver una "peli" en "3D".


Todos bebíamos gaseosa "La Casera" o "La Pitusa", ahora, los muchachos de la E.S.O. bebe  "Acuarius", "Gatorade" y "RedBull" que "les da alas" y les pone "espídicos" de tanta cafeína como contiene entre otros aditivos de efectos no muy saludables.  Los hombres fumaban "Celtas" o "Ducados" y nuestros chavales de hoy en día fuman "Marlboro", "Camel" o "Pall Mall". Los chicles eran "Cheiw"' y los caramelos "Pez".


La gente dormía de miedo en colchones "Pikolín" ahora se necesita un colchón viscoelástico contruido con materiales desarrollados por la NASA. El Athletic de Bilbao y el Real Madrid ganaban ligas a pares, hasta que a Butragueño le dio por enseñar los genitales. A Sabrina se le escapó un pecho en una Gala de Nochevieja y en todo el país no se habló de otra cosa hasta el mes de marzo, cuando en la actualidad ningún niño pequeño se sorprende de ver a una mujer desnuda en cualquier programa televisivo o incluso en dibujos animados ideados especialmente para ellos, como es el caso de "Líos de Pingüinos" cuyo creativo debe ir de "ácido" (o drogas sintéticas que están más en voga) para desarrollar los episodios. Una Señora le contaba a "Encarna de Noche" que se le quemaba el hijo en Móstoles porque tenía las empanadillas haciendo la mili, ahora disfrutan con monólogos a los que, personalmente, no les encuentro ninguna gracia y me dan ganas de llorar aquellos que se creen muy graciosos. Veíamos el concurso "Un. Dos. Tres" reunida toda la familia a ver quien respondía más preguntas, mientras que ahora se ve como se despellejan los "frikis" y famosillos de turno en "Salvame de Luxe" o esperamos que expulsen a Juanito López de "Gran Hermano".


Una caja de 12 "Plastidecores" era un buen regalo de cumpleaños y por uno "color carne" eras capaz de matar; las cajas de 24 eran como Bin Laden, existían, pero nadie las había visto nunca. Ahora un regalo de cumpleaños no es bueno si no supera los 200 € de una consola "Play Station", "XBox" o "3DS", las cuales no servirán para nada si no se les añade la tarjeta de memoria para guardar las partidas y una diversidad de juegos valorados en un mínimo de 40 € cada uno.


Una bolsa de pipas "Facundo" de 15 "pelas" era enorme y por una peseta te daban dos "Sugus". Ya se acabaron los caramelos "Saci", los "Toffees" y las que tanto me gustaban "Pastillas de leche de burra". Ahora son las "nubecitas", las "gominolas", los "Cheetos", los "Fritos" y los "Risketos".


Yo era feliz si mis padres me invitaban a tomar un batido, una horchata o una leche merengada, ahora beben "Coca Cola"... o combinados alcohólicos junto a ella.


Decían que "a mí me daban dos", refiriéndose a los "Petitsuisse", pero no es cierto, porque en la época de la E.G.B. ¡No existían aún los "Petitusisse"! Las "María" eran "Fontaneda", los camiones "Ebro", los trenes "Talgo" de fabricación nacional y no "AVE" de fabricación francesa con los que contamos en la actualidad; ¡Y qué digamos de los monovolúmenes! ¡Eran "ovnis", por lo menos!

Repartían álbumes de coleccionables a las salidas de los colegios para engancharte y aunque los sobres de cromos costaban 5 "pelas", también te los daban con las tapas de los yogures "Yoplait" y los pastelitos "Bimbo". ¡Lo mejor! buscar aquel cromo que te faltaba para  intercambiarlo y jugar al "si-le / no-le... tengo".


Nuestras madres nos advertían que no aceptasemos caramelos de personas que nos los ofreciesen a la salida del "cole" porque podían contener droga; jamás me encontré con una de esas "expendedoras de drogas infantiles". Pero ahora sí es cierto que, a las salidas de los colegios, al menos de los institutos, lo que te encuentras es a los "camellos" vendiendo hachis pakistaní y de mala calidad al que le añaden otras sustancias adictivas para enganchar a los chavales con las consecuencias nefastas que esto puede tener para su salud y desarrollo intelectual.


El camión del butano tocaba la bocina o el butanero golpeaba las botella vacías contra las barras del camión cuando llegaba al barrio y el afilador nos amenizaba con su armónica. Si a la hora de ponerte a cocinar compruebas que un cuchillo no corta bien, ya no tienes al afilador, tienes a IKEA para ir a comprarlo a precio barato, mientras arrasas con un cojín, un cuadro, un florero y la estantería que necesitabas para el cuarto de los niños.


Los críos se hacían brechas con los hierros oxidados de los columpios y nuestros padres no salían corriendo a urgencias a ponernos la vacuna antitetánica y, en su defecto, en alguno de los casos, además, nos daban algún que otro cachete por haber roto los pantalones o arañarlos las rodillas al caernos.  En vez de un "Magnum Almendrado", pedías un "polo de limón" y a veces, el chocolate era "La Campana de Elgorriaga" (malo, malo, malo). No teníamos cuentos electrónicos, sino tebeos del "Capitán Trueno", de "Zipi y Zape",  de "Mortadelo y Filemón" que nunca eran nuevos y pasaban de mano en mano. Ahora ven dibujos animados de "Pokemon", esos monstruitos que no se sabe que son ni de donde proceden y que se guardan en unas bolitas hasta que sus "entrenadores" los sacan a combate.


No exisitían niños de E.G.B. que fueran hiperactivos, simplemente eran niños mal eduacados, extremadamente revoltosos y malos estudiantes. Hoy en día, al menor síntoma de conducta extraña califican alegremente a los niños de la E.S.O. a padecer TDAH (Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad) sin realizarles las más mínimas purebas médicas que lo corroboren.


La leche no venía empaquetada en "tetra brik", sino en un sistema más sofisticado: botellas de cristal o bolsas de plástico para las que luego se necesitaba un recipiente para poder meter su contenido en la nevera.


En lugar de grabar la música en CD, se hacia en un cinta de cassette "TDK" y la llenabas con 90 minutos de la mejor música...eso si, si alguno de tus colegas tenia un radiocasette de doble pletina, ahora, cuando vas a comprarte un equipo de música te cobran el impuesto por los derechos de autor por poder reproducir y difundir su música, alguna insufrible, dicho sea de paso.


Aquella generación coleccionabamos cochecitos "Guisval", teníamos "Scalectrix", o un tren eléctrico, construíamos nuestros castillos con el "Tente" o el "Exin Castillos" o jugábamos con el "Fuerte de Playmobil", jugábamos con las muñecas de "Famosa", veíamos películas de Disney en el "CinExin" a la vieja usanza, dando vueltas a la manivela. Ahora las construcciones pasaron a la historia, en el mejor de los casos "videojuegan" con el "Tetris" o más modernos y sofisticados aún. Las películas las ven en su dormitorio, en la televisión y el DVD que no les puede faltar junto a su ordenador portátil de última generación.


Aparecían los primeros anuncios que entonces parecían de lo más sofisticado, donde el helicóptero de "Tulipán" aterrizaba en los colegios o piscinas para regalar bocadillos a los niños que allí estaban. Los "Donuts" se nos olvidaban y si no se nos olvidaba la cartera. En aquel entonces empleábamos el vaso de "Nocilla" para dibujar a Naranjito, hoy vienen ya con diseños de Ágata Ruiz de la Prada. La merienda preferida era la de "leche, cacao, avellanas y azúcar..." ¡A saber que le ingredientes tendrá la "Nutella" esa.



Vivir en el siglo XXI implica que accidentalmente tecleas tu password en el microondas; no has jugado solitarios con cartas verdaderas en años, sino delante del monitor de tu ordenador; tienes una lista de 15 números telefónicos para ubicar a tu familia de sólo 3 miembros; le envías un e-mail a la persona que se sienta junto a ti; la razón que tienes para no estar en contacto con tu familia es por que no tienen correo electrónico y estás demasiado ocupado.


Te vas a casa después de un largo día de trabajo y cuando suena el timbre de tu teléfono fijo te preguntas que te querrán vender, porque ninguno de tus amigos lo usa ya (eso en el supuesto de que tengas teléfono fijo); hasta cuando haces llamadas telefónicas desde tu casa, marcas el '0' para que te dé línea creyéndote aún en la oficina; ya no memorizas los números de teléfono, sino que acudes a la agenda de tu móvil y no te sabes ni el tuyo propio.


Has estado sentado en el mismo escritorio cuatro años y has trabajado para 3 empresas distintas o bien has estado en edificios de 4 compañías diferentes y siempre has trabajado para la misma; tu jefe no tiene la habilidad para hacer tu trabajo, pero tú sientes que tienes que tener la capacidad de hacer el suyo aunque su sueldo no lo reparta contigo.


Cuando llegas a casa de alguien no le llamas al portero automático, sino que le haces una llamada perdida para que baje a abrirte por medidas de seguridad; no tienes suficientes enchufes en casa para todos tus aparatos electrónicos, si pones a cargar el móvil tienes que quitar el cargador de pilas, el MP3 o la Palm; salir de tu casa sin móvil, el cual no has tenido los primeros 20, 30 o hasta 50 años de tu vida, te hace entrar en pánico y regresas a por él.  14; te levantas por la mañana y te conectas a internet a leer el periódico, para ver tu correo electrónico o para ver si tienes algún comentario de algún amigo al que no has visto jamás en Facebook y todo eso antes de tomarte un café; recibes en tu móvil mensajes indescriptibles, con los que piensas si los extraterrestres están queriendo contactar contigo y es que "Ntnds msjs cm st" (no entendemos mensajes como éste); hablas, discutes y sonriés al ordenador como si de una persona se tratase y encima lo haces con vergüenza por pensar que alguien te pueda estar mirando y pensando que "se te ha ido la pinza".


¿Qué está pasando? Estás echando tus pensamientos hacia atrás recordando todo lo que viviste, sin darte cuenta de lo que estás disfrutando hoy, de la evolución que has tenido en tu vida y sin reírte de tu propia caricatura al ver la vida plácida y sencilla que tuviste frente a la automatización de nuestra cultura y civilización, del "robot" en que te has convertido.

Pero, piensa en positivo, ningún tiempo fue mejor o peor que otro, son sólo los momentos que nos toca vivir, simplemente es la evolución de la vida y hay que tratar de vivir cada instante con la misma intensidad que lo hacíamos cuando éramos niños.


Texto recogido de un e_mail recibido hace tiempo de autor desconocido y adaptado por:

AnA Molina (Administrador del blog)


Alfabeto Emocional



El Dr. Juan Hitzig es autor del libro "Cincuenta y tantos. Cuerpo y Mente en Forma Aunque el Tiempo Siga Pasando".


En la página de Gerontología de la Universidad Maimónides se lee:

"No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?"

Las ideas centrales de este libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el punto de inflexión biológica que define en qué forma envejeceremos. Transmitiendo experiencias y observaciones que ha hecho a lo largo de su carrera, el autor sugiere ideas y conclusiones que ayudarán a los lectores a acceder a una longevidad saludable. Tomando en cuenta aspectos biológicos, sociológicos, psicológicos e incluso espirituales, presenta una manera de encarar los próximos años que permitirá frenar el envejecimiento y renovar, con inteligencia, la segunda mitad de la vida de muchos.


Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a  estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que:

"El cerebro es un ‘músculo' fácil de engañar; si sonríes cree que  estás contenta y te hace sentir mejor".

Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una  realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción  (del griego "emotion", "movimiento"), un movimiento de neuroquímica y hormonas  que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de  malestar, enfermedades e incluso de muerte. Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene  memorizar.


Las conductas con "R": Resentimiento, Rabia, Reproche, Rencor, Rechazo, Resistencia, Represión, son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia  prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el  riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.

Las conductas "R" generan actitudes "D": Depresión, Desánimo, Desesperación, Desolación...
En cambio, las conductas con "S":  Serenidad, Silencio, Sabiduría, Sabor, Sexo, Sueño, Sonrisa, Sociabilidad, Sedación, son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular.

Las conductas "S" generan actitudes "A": Ánimo, Aprecio, Amor, Amistad, Acercamiento...

Así toma sentido lo que siempre se llamó "hacerse mala  sangre" no es más que un exceso de Cortisol y una falta de Serotonina en la  sangre.

Algunas reflexiones más del Dr. Hitzig:
•Presta atención a tus pensamientos pues se harán palabras.
•Presta atención a  tus palabras pues se harán actitudes.
•Presta atención a tus actitudes porque se harán conductas.
•Presta atención a tus conductas porque se harán carácter.
•Presta atención a tu carácter porque se hará biología.

Basta con pacticar.

Hace muchos años el poeta Rabindranath Tagore dijo:

"Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?"

Podría servirnos para aprender a dejar las quejas y los pensamientos negativos de lado y buscar en cada situación el aspecto positivo ya que hasta la peor de  ellas lo tiene.  De esa forma nos inundaría la Serotonina con todas sus "eses", la Sonrisa se nos  grabaría en las mejillas y todo ello nos ayudaría a vivir mucho mejor ese montón de años que la ciencia nos ha agregado.  Porque el Dr. Hitzig ha comprobado con sus investigaciones  que quienes envejecen bien son las personas  activas, sociables y sonrientes. No las Rezongonas, malhumoradas y avinagradas que nadie quiere tener cerca.

Empecemos hoy practicando las "eses" frente al espejo para mejorar nuestro humor y cuidar nuestra salud.



¿Estás de acuerdo con el alfabeto emocional?

¿Qué abunda más en tu vida, "R" o "S"?


La Sexualidad No Tiene Edad



Cuando hablamos de sexo, la edad sí importa. La sexualidad no se vive de la misma manera a los 20, que a los 40 y, mucho menos, a los 60. Pero no intente ponerle edad a la sexualidad. Forma parte de la esencia del ser humano, por lo que ha de vivirse con total naturalidad. Desde la más tierna infancia, los niños exploran su propio cuerpo y sienten una gran curiosidad por saber cómo es el de los demás. Los bebés se tocan los genitales sin pudor porque sienten placer. A medida que se van haciendo un poquito mayores, la autoexploración y los juegos continúan, pero con el tiempo aprende que es algo que deben hacer en privado, a escondidas de los mayores. Y es que la sexualidad, simplemente, se va transformando a lo largo de nuestra vida.


Adolescencia
La adolescencia es tan maravillosa como conflictiva. El interés por el sexo llega a centrear la mayor parte de los pensamientos y de las conversaciones con los amigos. Hasta mediada esta etapa, la masturbación va a ser la principal actividad sexual de chicos y chicas; con ella se conocen mejor y sienten desahogo y placer.


Una de las mayores inquietudes de los adolescentes es cuándo comenzarán a mantener relaciones sexuales, especialmente el coito: ser o no ser virgen se perfila como una frontera que distingue a los "pardillos" de los "líderes", a las "buenas chicas" de las "lanzadas"... Por desgracia, todavía hoy se sigue midiendo por un rasero distinto a ellos y a ellas.

Estar o no a la altura, ceder a la presión del grupo, no sentirse marginado, entre otras razones, pueden empujar al adolescente a "estrenarse" en el sexo sin que sea un acto decidido libre, madura y responsablemente. De hecho, la edad a la que los chicos y las chicas españolas comienzan a tener relaciones sexuales con penetración es cada vez más precoz: la media se sitúa entre los 16 y los 17 años.

A menudo, la falta de madurez implica también irresponsabilidad a la hora de controlar la anticoncepción. Los adolescentes saben perfectamente que los embarazos se producen por relaciones sexuales sin protección, pero eso no impide que cada año 30.000 menores de 20 años se queden embarazadas sin desearlo en nuestro país. Por una parte, no saben bien cómo utilizar los métodos anticonceptivos; por otra, les surgen un sinfín de "razones" para no emplearlos: encuentros esporádicos y muchas veces inesperados, consumo excesivo de alcohol y otras sustancias, etc. Asimismo, muchas chicas se quedan embarazas por ingenuidad (tiendes a creer lo que les dicen su parejas o las amigas), o porque no le piden a su compañero que utilice un preservativo.


Juventud
A medida que la adolescencia cede terreno a la juventud, el sexo imprevisto y apresurado, con o sin protección, va dejando paso a relaciones más estables y con los años los jóvenes son más conscientes de los riesgos que corren si mantienen relaciones sexuales de riesgo. Paradójicamente, esta estabilidad a veces se traduce en una apuesta mayor por la "marcha atrás", tal vez porque los chicos tienen más control sobre la eyaculación, o porque ellas confían más en que se van a "retirar a tiempo".


A losa veinte años, el sexo todavía es una prioridad, pero las cosas están más claras: se es más maduro, ya no se tiene la presión de la virginidad, pues lo normal es que ya se haya perdido y se despierta el interés por los aspectos emocionales y afectivos de una relación. La masturbación continúa estando muy presente y, al parecer, es la principal fuente de orgasmos de las chicas: quizás todavía sus parejas tienen poca pericia o quizás ellas mismas sienten apuro de decir en la cama lo que desean.


Edad Adulta
A partir de los 30 años se considera que comienza la plenitud de la vida sexual de una mujer. A esta edad, no sólo conoce ya su cuerpo, sino que también está más segura de sí misma y es más decidida para pedir a su pareja lo que desea. El temor a los embarazos a los embarazos no suele provocar tanta ansiedad como en edades previas. Por una parte, está muy familiarizada con la anticoncepción y, por otra, con esta edad un embarazo inesperado no tiene por qué ser un drama.


De los 40 en adelante, la frecuencia de las relaciones suele disminuir, pero no porque el interés desaparezca, sino porque, normalmente, la rutina conyugal, el acomodamiento y los desencuentros de la pareja van adormeciendo el deseo por el otro. Además, suelen ser años de crianza de hijos y de cansancio, de poco tiempo libre y de cierta pereza sexual. Aun así, los últimos estudios ponen sobre la mesa una realidad cuanto menos sorprendente: las mujeres de más de 40 años constituyen uno de los principales grupos de riesgo de embarazos no deseados. El porqué posiblemente resida en que como piensan que es difícil que puedan quedarse embarazadas, abandonan el uso de anticonceptivos. De hecho, se estima que el 51 % de las mujeres entre los 40 y 50 años no utilizan ningún método anticonceptivo.


Menopausia
Dejar de ser fértil puede vivirse de diferentes maneras. Para algunas mujeres significa disfrutar de una sexualidad no amenazada por la posibilidad de un embarazo no deseado y librarse de la menstruación; para otras, puede ser un amargo recordatorio del paso del tiempo que les lleve a rehuir las relaciones sexuales.


En el plano estrictamente físico, uno de los inconvenientes de la menopausia es que se puede dar una menor lubricación vaginal y, en consecuencia, que las relaciones sexuales se hagan molestas o dolorosas. Para paliar esta sequedad son muy útiles los lubricantes vaginales que, además, pueden incorporarse a los juegos de la pareja.


Madurez
La sexualidad en las personar mayores o en los ancianos está rodeada de falsas creencias que perpetúan la idea de que el sexo en la tercera edad es innecesario, anómalo, desaconsejable o anecdótico. Nada más lejos de la realidad: el 85 % de los mayores de 60 años continúan disfrutando del sexo. Y es que mientras se goce de un buen estado de salud, no hay razón alguna para que desaparezca el interés por el sexo y las prácticas sexuales.


Es muy importante aceptar el paso del tiempo. Quienes sigan anclados a un método juvenil o adolescente de la sexualidad serán quienes peor vivan esta etapa, pues no aceptan los cambios y los problemas que la edad trae consigo.


Fuente: El Periódico de la Farmacia.