sábado, 30 de abril de 2016

Índigo. Una Nueva Consciencia



"Los niños Índigo forman parte de
la transformación del nuevo milenio".
(Lee Carroll y Jan Tober)

"Niños Índigo" es el nombre dado a un grupo muy especial de seres que han elegido encarnar en nuestro planeta con una misión y un propósito específicos.

Los otros niños de aura azul han crecido, dando paso al surgimiento de adultos muy especiales, que por desconocimiento no logran comprenderse a sí mismos ni menos adaptarse al sistema.

El nombre de “Niños Índigo” se refiere al color de su aura que contiene una gran cantidad de color Índigo, color de la intuición y la inteligencia, que indica un alma maestra (como se explicará más adelante en realidad es el alma la que es de color índigo) que sirve como maestro  o sanador. Cada Niño Índigo emprende esta misión de enseñar o sanar de alguna manera, con frecuencia simplemente siendo quien sea él o ella.

Los  niños de “aura azul” han crecido dando paso al surgimiento de adultos muy especiales, que por desconocimiento no logran comprenderse a sí mismos y menos adaptarse al sistema.

Podemos decir que la vibración índigo ha existido siempre en este planeta de manera latente y  que desde algunas generaciones anteriores se ha ido despertando.

Los Índigo han estado viniendo a nuestro planeta por mucho tiempo. Algunos argumentan que Jesús y Buda eran Índigos, ya que sus misiones, a una escala global, fue enseñar y sanar, y cambiar la conciencia de la humanidad. Una especie de “raza” cuya misión es luchar contra el sistema establecido.

Los índigos adultos han tenido la difícil tarea de preparar el camino para la llegada masiva de los niños índigo en la actualidad.

En las últimas décadas hemos escuchado hablar de los niños índigo, cuyos nacimientos aumentaron en número hace más de 20 años. En un pasado reciente, los Índigo comenzaron a encarnar en el planeta en incrementadas cantidades después de la Segunda Guerra Mundial, para la preparación del cambio global que estamos experimentando ahora. Ellos encarnaron entre la generación del “auge de los bebés” en los cincuenta y nacieron para el “florecimiento de los niños” de los sesenta. Sin embargo, en esta etapa no había suficiente cantidad de ellos en el planeta para crear cambios significativos y su número aumentó sustancialmente en los años 80”. Pues bien, a estas alturas muchos de los pequeños ya se instalaron en la vida adulta, la mayoría sin siquiera saber si pertenecen a este grupo y, por consiguiente, sin llegar a entenderse. Un tema que para ellos resulta clave.

Estos son la generación del “guerrero” real que ha comenzado el proceso de desafiar y cambiar los viejos sistemas. Fueron seguidos en los ochentas y noventas por Índigos de incrementada sensibilidad y refinamiento, hasta finales de 1990 y al principio del 2000 fue cuando se les unieron los Niños Cristal, un tipo diferente de guerrero espiritual.

Su tarea es aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria.

CÓMO RECONOCER A UN ÍNDIGO
La respuesta obvia sería verificar el color del aura. Pero no, no todos los Índigo tienen auras azul oscuro todo el tiempo. El término “Índigo”, más concretamente, se refiere al estado del alma y no al color del aura, el cual en el humano promedio cambia día a día dependiendo del humor y el interés. Loas clarividentes que leen el alma establecen que son capaces de identificar a los Índigo.

Sin embargo, es fácil identificar a un Índigo por su sensibilidad, creatividad, espiritualidad y patrones generales de comportamiento.

Cuando niños, ellos se presentan como otros niños, aunque con frecuencia son bellos físicamente con ojos penetrantes. Siempre son altamente inteligentes y llenos de preguntas y exigencias. Son energéticos y activos y tienen voluntades fuertes, así como un gran sentido de su propio valor e importancia. Saben que son especiales y que están aquí para hacer algo significativo.

En ellos predomina el lóbulo derecho del cerebro y por ello, generalmente, les atraen las ocupaciones de éste, tales como música, arte, escritura y espiritualidad. Adoran los cristales, la meditación, el yoga y el reiki.

Son muy apasionados e intensamente leales a sus amigos. Creen en la honestidad y la comunicación en las relaciones. Con frecuencia les confunde la deshonestidad, la manipulación y otras formas de comportamiento egoísta consideradas normales por sus mayores.

Su actitud hacia el dinero es, o rechazarlo ya que es innecesario, o ser  muy conscientes de su poder y buscar crear, con frecuencia exitosamente, afluencia para ellos mismos.

Una característica clave de los Índigo con frecuencia es la ira. No seguirán órdenes por las tan llamadas “figuras de autoridad”. En un nivel profundo, los Índigo no reconocen la “autoridad”. Saben que todos somos iguales, entonces se enfurecen con aquellos que asumen la autoridad y se comportan dictatorialmente, ya sean padres, maestros, jefes, etc.

Es aquí donde son importantes como maestros – nos están enseñando a apropiarnos de nuestro poder y a respetarnos a nosotros mismos, no cediendo nuestro poder a aquellos que lo exigen. Nos llevan más allá, nos están enseñando a valorar nuestros seres creativos y espirituales y no colocar mucho valor a los logros materiales.


EL NIÑO ÍNDIGO
El Índigo como niño es activo, energético e imaginativo. Se pueden entretener ellos mismos y jugar en su propio mundo por horas. Con frecuencia tienen amigos imaginarios y adoran a las hadas y los delfines.

Los niños con frecuencia tienen más de una tendencia hacia el comportamiento hiperactivo y destructivo. Esto está probablemente determinado culturalmente por la necesidad de nuestra sociedad por expresar el dominio del hombre, el cual es adquirido por ellos a una etapa temprana.

La inteligencia excepcional de los Índigo puede ser exasperante para los adultos. A ellos no se les dirá “qué hacer”, sino que querrán debatir y negociar cada instrucción. Hasta que el padre aprenda que se le está enseñando a respetar el derecho a elegir del niño, y honrar esa elección,  ellos continuarán confrontándose en cada oportunidad con la lucha de poderes y batallas de voluntad.

La forma correcta de manejar a un Índigo es estar deseoso de negociar, explicar y ofrecer opciones. Las instrucciones vacías de “haz lo que se te dijo” solamente producirán hostilidad o indiferencia.

A los Índigo con frecuencia no les gusta la escuela intensamente. Se aburren con el paso lento (para ellos) y las tareas repetitivas consideradas adecuadas para los niños por los maestros que no entienden su inteligencia.

Ellos batallan con la autoridad y la presión social, que pueden ser bastante agobiantes para un alma índigo joven con poco entendimiento real del “poder sobre otros”, de los estados comunes de dominación y sumisión para la sociedad de la Tierra.

Los problemas experimentados en la escuela incluyen el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e hiperactividad), un resultado del aburrimiento y la irritación. Aprender incapacidades como la dislexia con frecuencia, también reflejan las formas de ser y pensar utilizada por los Índigo.



EL ADOLESCENTE ÍNDIGO
Como la mayoría de los adolescentes, los Índigo alcanzarán la transición del estado de pubertad y se volverán mal humorados e introvertidos  ya que su cuerpo cambia. Sin embargo, en esta etapa, los Índigo jóvenes con frecuencia comienzan a ver a través del intenso materialismo y los dramas de víctima que forman la bases de la mayoría de la vida de los adultos en el mundo moderno.

En este punto ellos con frecuencia se “desconectan” de estos estilos de vida y optan por “alternativas” que consideran con más significado o más divertidas o sólo simple reto a los adultos.

Desafortunadamente, muchas de estas incluyen la cultura de las drogas y varias fiestas de trance que incluyen estados de felicidad inducidos químicamente que son cortos y provocan adicción.

En este punto, el adolescente está expresando su ira y rechazo a un sistema que no ofrece nada de valor al alma índigo. Los padres pueden llevar a sus hijos a programas de rehabilitación, pero ellos en realidad necesitan en verdad preguntarse por qué tales seres inteligentes y creativos con frecuencia parecen querer auto-destruirse.

Otra forma de comportamiento adolescente auto-destructivo sucede cuando el niño enfrenta los valores de los padres y busca sobrellevarlos. Esto puede ser alarmante, ya que los Índigo por naturaleza son dotados y talentosos de manera excepcional. Estos Índigo con frecuencia desarrollan fenomenales habilidades académicas y técnicas para ganar reconocimiento y éxito, pero sacrifican el desarrollo emocional lo cual puede dañar enormemente más adelante su vida cuando busquen crear uniones significativas.


EL JOVEN ADULTO ÍNDIGO
En sus veintes y a principios de sus treinta, los Índigo generalmente caen en uno de los dos grupos mencionados anteriormente.

El primer grupo sigue un camino “feliz” y crea afluencia, generalmente a través de una carrera en las Tecnologías de la Información (TI) o en las Artes. Buscan relaciones estables y tener hijos y crear familias. Pero batallan con las exigencias y normas de los sistemas de matrimonio, familia y empleo. Sus almas Índigo luchan por expresar sus esencias y permanecer leales a quienes son mientras, todavía, están logrando el “éxito” como es dictado por nuestra cultura.

El segundo grupo opta por “separarse” y con frecuencia los individuos viajan extensamente, volviéndose un “ciudadano global” y batallando para establecerse en algún lugar. Estas personas con frecuencia no tienen una carrera o trabajo arreglados y viven un alternativo estilo de vida que incluye las drogas. Mientras que con frecuencia claman ser felices, también están frustrados por su incapacidad económica para aspirar a esas actividades “normales” de crear una familia y contribuir a una comunidad. 

Ambos grupos están intentando redefinir lo que significa ser un adulto en el mundo contemporáneo y encontrar formas de vivir su verdad mientras encuentran la felicidad y la estabilidad como adultos. Son la generación que está definiendo nuevas elecciones y nuevas opciones para la vida adulta en la Nueva Tierra.



EL ADULTO ÍNDIGO
A estas alturas, muchos de los pequeños índigo ya se instalaron en la vida adulta, sin que  la mayoría siquiera sepa siquiera que pertenece a este grupo y, por consiguiente, sin llegar a entenderse. Un tema que para ellos resulta clave. Su tarea es aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria.

En la sociedad actual podemos encontrar adultos con estas características en todo tipo de ámbitos, tal es así que muchos de ellos se encuentran bloqueados y frustrados por no haber podido canalizar sus cualidades.

Ellos fueron  los primeros en chocar con la estructura social, y en la mayoría de los casos han tenido que soportar una fuerte discriminación debido a sus características diferentes.

Son los que en este momento están haciendo esfuerzos por salir de la confusión   generada por las antiguas pautas sociales y educativas. En muchos casos han pasado por todo tipo de terapia y han tenido muchos y variados diagnósticos inexactos y hasta han llegado a ser conejillos de india de medicamentos y terapias experimentales. Por otro lado hay otro  grupo que ha logrado desarrollarse en mayor o menor medida.

Los encontraremos en actividades  relacionadas con lo creativo y artístico, trabajos solidarios  y  en muchos casos participan de caminos espirituales.

Una de las grandes ventajas que poseen es que pueden establecer un puente entre el antiguo paradigma y el actual ya que tienen  la experiencia  de haber transitado las viejas estructuras y comprenden el tiempo presente por ser poseedores de la misma vibración que la masa crítica actual.

En el trabajo con índigos adultos se han encontrado ciertas temáticas recurrentes relacionadas con la búsqueda de nuevos espacios dentro del àmbito social y laboral más acorde a sus sentimientos genuinos, descubriendo que compraten la fuerte certeza de que ha llegado el momento de manifestar sus talentos y animarse a confiar en su percepción e intuición. Que sienten que es tiempo de modificar la mirada que tienen de sí mismos con el propósito de lograr la expansión energética necesaria para acompañar el cambio vibracional del planeta con valentía y honrando la incertidumbre.




CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO ÍNDIGO
Idealistas, perceptivos, rebeldes, los índigo se caracterizan por:

No encajar: Los índigo son personas muy sensibles, inteligentes y creativas, disfrutas haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante la estupidez; pueden tener problemas con el enojo y la ira. Se sienten diferentes a la masa, no encajan, les cuesta adaptarse, son un modelo para otros. Se resisten ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefieren esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solos.  Sienten aislamiento, percibiendo que su voz no cuenta y que no son importantes.

Haber tenido experiencias psíquicas: Nos referimos a premoniciones, ver ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, percibir la energía de personas y lugares, sueñan o saben cosas que ocurrirán en el futuro, adivinan el pensamiento, tienen amigos imaginarios, ven elementales, ángeles, seres desencarnados, etcétera.

Estar ligados a lo espiritual: Buscan el significado de su vida y la comprensión del mundo a través de religión o espiritualidad, grupos y libros de autoayuda.

Querer mejorar el mundo: Sienten un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo, pero pueden tener problemas para identificar su camino.

Tener problemas con los sistemas institucionales: Piensan que son ineficientes, como por ejemplo, político, educativo, médico y legal.

Son creativos: Aprenden de manera reflexiva y no repetitiva cosas diferentes, pero cuando tienen suficiente conocimiento, lo dejan por aburrimiento.

No comulgan con el sistema escolar actual: Muestran rebeldía hacia las normas y estructuras, tienen dificultades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones.

Ser hipersensibles: Poseen una gran sensibilidad por la naturaleza y mucha conexión de tipo espiritual, probablemente se le diagnosticó como niño con síndrome de déficit atencional con o sin hiperactividad (TDAH).

No aceptar la mentira: Les desagrada la mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, son sanadores, hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o perciben una realidad que otros no ven.

Wendy Chapman, la experta norteamericana autora de varios libros relativos al tema, aporta otros detalles, basándose en sus investigaciones:
  • Tener una clara conciencia de sí mismos en la infancia, tienen una clara conciencia de sí mismo, son muy perceptivos e intuitivos, traen una sabiduría innata, desarrollan el pensamiento abstracto desde pequeño, son dotados, talentosos, soñadores y visionarios.
  • Son inteligentes, aunque tal vez no hayan tenido las mejores notas.
  • Siempre necesitan saber por qué; especialmente, cuando se les pide que hagan algo.
  • Les disgustaba y quizás incluso odiaban gran parte del trabajo repetitivo y obligatorio de la escuela.
  • Eran rebeldes en la escuela en cuanto a que se negaban a hacer la tarea y rechazaban la autoridad de maestros o querían realmente rebelarse pero no se atrevían, generalmente debido a presión de los padres.
  • Es posible que hayan experimentado depresión existencial temprana y sentimientos de impotencia. Estos últimos pueden haber ido de la tristeza a la desesperación total.
  • Sentimientos suicidas durante la secundaria o antes no son inusuales en el índigo adulto.
  • Tienen dificultades en empleos dedicados al servicio.
  • Los índigos se resisten ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico.
  • Prefieren esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solos.
  • Pueden ser extremadamente sensibles en lo emocional, incluso llorar ante el menor motivo (cuando actúan sin protección), o pueden ser lo opuesto y no mostrar ninguna expresión de emoción (cuando actúan con una protección completa).
  • Sienten frustración o rechazo hacia el tradicional “sueño americano” (trabajar 8 horas, matrimonio, 2,5 hijos, casa con cerco blanco, etcétera). Tuvieron pocos o ningún modelo índigo a imitar.
  • Pueden ser sensibles a la electricidad: relojes no funcionan o lámparas se apagan cuando caminan por debajo de ellas, equipos eléctricos funcionan mal o se queman lamparitas.
  • Son muy expresivos sexualmente o pueden rechazar la sexualidad por aburrimiento o con la intención de lograr una conexión espiritual más elevada. Pueden explorar tipos alternativos de sexualidad.
  • Buscan el significado de sus vidas y comprensión del mundo.
  • Sienten un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo. Es posible que no sepan qué hacer. Tal vez tengan problemas para identificar su camino.
  • Tienen fuerte intuición.
  • Patrón de comportamiento o estilo mental aleatorio (síntomas de Desorden de Déficit de Atención) - es posible que tengan problemas para concentrarse en tareas asignadas, pueden saltar en conversaciones.

CÓMO  VIVIR CON UN ÍNDIGO
En medio de un mundo que no los entiende y al ser criados por padres que no saben cómo tratarlos -que confunden su forma de ser con hiperactividad o inadaptación al sistema-, las potencialidades de los índigos se ven algo transgredidas. “n general las características se mantienen toda la vida, sin embargo, las condiciones paranormales se van perdiendo por efectos de una educación muy racional o porque la persona teme ser incomprendida o malinterpretada.

Tanto para los padres de un niño índigo como para quienes lo son, vale la pena entender que desde pequeños se les debe escuchar, valorar y respetar, nunca forzarlos a hacer cosas que no quieren. Se deben negociar las normas, ponerlos en colegios donde se les permita desarrollar su individualidad, facilitarles libros de acuerdo a su área de interés, darles alimentos y bebidas naturales. En vez de medicarlos para solucionar “problemas” con ellos, como es muy común, hay que optar por medidas que se ajusten a su esencia.

Responden excelentemente a las terapias energéticas, a los remedios naturales, la homeopatía y les hacen muy bien los alimentos y bebidas naturales, sin aditivos químicos, colorantes y azúcares. Se benefician del contacto con la naturaleza y prácticas como el yoga, tai chi y les encanta el reiki. Hay un aspecto clave, si un índigo encuentra el equilibrio, puede convertirse en un individuo muy fuerte, sano y feliz.

EL ÍNDIGO INFELIZ
Si a los Índigo se les da la oportunidad de expresar quienes son, si son honrados y respetados, pueden volverse personas altamente sensibles, cariñosas y dotadas. Si no, tienden a volverse auto-destructivos y disfuncionales.

La alta incidencia del abuso de drogas, desórdenes alimenticios y comportamiento disfuncional entre los Índigo es un indicador de que la forma en que vivimos es disfuncional.
Los Índigo nacen con un fuerte sentido de “misión”. Son los guerreros espirituales del Rayo Índigo. Ellos saben que tienen algo realmente especial que hacer en este planeta.

Aun, desde el momento que llegan, son bombardeados con mensajes negativos que afectan su merecimiento propio. Desde el tiempo que comienzan a hablar, hay un constante “no hagas esto/no hagas eso”, hasta mensajes que dicen “eres estúpido”. Esto es dañiño para cualquier niño o individuo adulto, pero en el caso de los índigos lo es especialmente dado su alto nivel de sensibilidad.
Si a un Índigo se le hace sentir sin valor y no lo suficientemente bueno, tienden a sentir que ellos tienen fallas. Ellos han fallado en su misión, y esto los deprime, enoja, los pone neuróticos y auto destructivos.

Así que por favor, si eres padre de un índigo, lo cuidas o compartes tu  vida con uno, asegúrate que estás afirmando su valor. Respétalo por quien es, no importa que tan diferente sea para ti. Los niños no pretenden ser clones de sus padres, o cargar las aspiraciones del padre.  Permítele ser quien es, así, florecerá y luchará.

Por Favor, nunca le digas que no es lo suficientemente bueno, pues de hecho, lo es y mucho.



TEST
Sí, puedes ser un Índigo adulto. No empezaron a venir ahora; lo que sucede es simplemente que el número está aumentando más y más, hasta que ahora son tantos que finalmente no podemos ignorarlos. ¿Eres un índigo adulto?

A continuación se presenta un test orientativo para que, en función del número de respuestas afirmativas, puedas reconocerte como una persona índigo:

1. Son inteligentes (no necesariamente los mejores promedios).
2. Son muy creativos y les encanta construir cosas.
3. Siempre preguntan porque (especialmente cuándo se les pide que hagan algo)
4. Sienten disgusto y quizás aversión por las muchas veces caducas tareas de la escuela como la repetición.
5. Fueron rebeldes en la escuela, rechazando hacer las tareas, cuestionando la autoridad de los maestros o deseaban seriamente ser rebeldes pero no se animaban por la presión de los padres.
6. Pueden haber experimentado muy temprana depresión existencial y sentimientos de vulnerabilidad. Pueden haber variado desde sentimientos de tristeza a completa desesperación. Sentimiento suicidas durante la secundaria o más temprano son bastante comunes en los Indigo Adultos.
7. Tienen dificultad en los trabajos orientados al servicio, resistencia a la autoridad y a los sistemas de empleo jerárquicos.
8. Prefieren esfuerzos cooperativos o posiciones de liderazgo o individualidad si su experiencia es valorada.
9. Tienen profunda empatía con otros, pero son intolerantes frente a lo que consideran una estupidez.
10. Extremadamente emocionales que incluye llanto repentino (sin escudos o protección) o no expresan ninguna emoción (escudo defensivo)
11. Pueden tener problemas con el enojo o rabia.
12. Tienen problemas (de orden emocional, mental, o físico) con la mayoría de los sistemas políticos, educacionales, médicos y legales.
13. Indiferentes a la política, sienten que su voz no contará y de cualquier modo al final el resultado no valdría la pena.
14. Enojo o furia al sentir que los derechos les son quitados.
15. Sienten un necesidad quemante de hacer algo que cambie al mundo para hacerlo mejor. Pueden sentirse bloqueados para actuar.
16. Tienen capacidades psíquicas o espirituales desde temprana edad, a partir de los 10 años o con anterioridad.
17. Tienen una fuerte intuición
18. Patrones mentales o de comportamiento desorganizados (síntomas de Déficit de Atención) Pueden presentar problemas para concentrarse en las tareas salvo que sean por propia elección.
19. Han tenido experiencias psíquicas, como premoniciones, ver ángeles, oír voces, etc.
20. Sexualmente expresivos y creativos o pueden rechazar la sexualidad por aburrimiento. Pueden explorar alternando diferentes tipos de sexualidad.
21. Buscan significado en la vida y entendimiento del mundo mediante la religión, grupos espirituales, libros, grupos de autoayuda o individualmente.
22. Si e cuentran balance se convierten en seres fuertes, saludables, alegres trabajadores de la luz.

Pero, si deseas confirmar si perteneces a este grupo, puedes realizar el test indicado en el siguiente enlace, donde obtendrás un resultado más esclarecedor.




NIÑOS INDIGOS Y CRISTAL

SERES DE LUZ QUE VIENEN POR AMOR A MANIFESTAR LA LUZ Y SU MISIÓN PARA AYUDARNOS A EVOLUCIONAR.

SERES CASI ANGELES EN MISIóN DE PAZ, QUE ABREN SU CORAZÓN PARA DESPOJAR A LA HUMANIDAD DEL DOLOR Y EL OLVIDO DE SENTIRSE ALEJADOS DEL PADRE.

AMOR INCONDICIONAL QUE DESBORDAN PARA IRRADIAR POR EL MISMO UNIVERSO.

EMBAJADORES DE UNA NUEVA TIERRA QUE EXPRESAN SUS GANAS DE VIVIR EN PAZ, AMOR Y UNIDAD.