domingo, 24 de junio de 2012

El Burro y el Pozo



Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.

El animal lloró fuertemente por horas, mientras, el campesino trataba de buscar algo que hacer para sacarle de allí.




Finalmente, el campesino pensó que el burro ya estaba viejo y, como el pozo ya estaba seco, necesitaba ser tapado de todas formas; por lo que decidió que no valía la pena intentar salvar al burro del pozo, que era preferible poner fin a su sufrimiento allí abajo.





Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno tomó una pala y empezaron a tirar tierra al interior del pozo.


El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente. Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra.


El campesino, finalmente, miró al fondo del pozo y quedó sorprendido de lo que vio. Con cada palada, el burro estaba haciendo algo increíble: Se sacudía la tierra y daba un paso sobre ella.


Muy pronto todo el mundo vio con sorpresa cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, saltó por encima del borde y salió trotando.


La vida nos echa muchas paladas de tierra encima cuando estamos en el fondo del pozo. Si utilizamos la estrategia y la "inteligencia" del burro, sacudiéndonosla y empleándola para dar pasos sobre ella, con cada palada iremos hacia arriba, estaremos más cerca del exterior y llegará el momento en que podamos salir del pozo y salir cabalgando en libertad.


Cada uno de nuestros problemas es una palada de tierra que nos cae encima. Podemos rendirnos y fallecer hundidos bajo ellos, bajo la tierra o emplearlos como escalones para llegar arriba.

¡Tú decides!

Pero, recuerda: Podemos salir de los más profundos hoyos si no nos damos por vencidos.


Los Beneficios del Reiki en el Tratamiento de la Depresión



La única posibilidad de descubrir
los límites de lo posible es aventurarse
un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
(Arthur C. Clarke)









La depresión representa un problema de salud psicológica a nivel mundial, que afecta a todos los grupos de edad y para el que se intenta ofrecer orientación y soluciones. Como cifra orientativa, se puede citar que sólo en EE.UU. afecta a cerca de 17 millones de personas al año.

Todo ser humano está expuesto a deprimirse seriamente, aunque sea una sola vez en la vida. La depresión puede manifestarse de forma diferente según la persona. En algunos individuos se repite con frecuencia, mientras que en otros puede aparecer una sola vez. Puede presentarse sin ninguna razón aparente, como puede ser causada por factores genéticos y hereditarios, por un evento traumático o por estrés.

La persona afectada por la depresión no comprende qué le está sucediendo y la falta de apoyo le afecta aún más. “¡Es que nadie me comprende!, suelen exclamar los deprimidos.

La depresión ocasiona mucha incomprensión y poca tolerancia por parte de familiares y amigos que no entienden por qué quien la padece siente gran pesadumbre y desgana ante todo, y se muestra apático y falto de empuje. Lo interpretan como un estado de ánimo voluntario que se puede evitar por propia voluntad sin ningún tipo de ayuda o tratamiento. Reciben críticas negativas y comentarios de exigencia e intolerancia como “¡Estás mal porque quieres. Déjate ya de tonterías!” que no hacen más que perjudicar más aún al afectado, pudiéndose, incluso, agravar la enfermedad y sus síntomas al sentirse realmente solo e incomprendido, aunque intenten por todos los medios seguir “funcionando” a un ritmo normal, tratando de ignorar lo que les sucede, pero es obvio que su estado no les permite pensar, sentir y actuar con normalidad. Por ello no es de extrañar tampoco que puedan alternar estados de euforia con episodios de honda tristeza, sin saber la razón que les motiva esta condición bipolar.

Ante síntomas evidentes de depresión se debe acudir al médico para que realice un diagnostico completo y establezca el tratamiento adecuado, que puede consistir en psicoterapia o medicación, incluso una combinación de ambos. Pero, además del tratamiento prescrito por el médico que se deberá seguir fielmente, existe otra vía complementaria que refuerza el tratamiento y permite agilizar la recuperación: el reiki.


Cierto es que hay depresiones que pueden estar debidas a factores, para las cuales también está indicado el tratamiento reiki, pero cuando se trata de la incapacidad de afrontamiento de un problema concreto, nuestra actitud frente a él puede resultar decisiva, porque, resulta curioso que, en multitud de ocasiones, sólo con cambiar nuestra manera de enfocarlo, el problema es como si pareciese haber desaparecido aunque continúe ahí, aunque sea “externo”y la vida pareciese volver a florecer.

El cuerpo es un sistema de partes funcionales que utiliza la energía como cualquier otro mecanismo. Los órganos del cuerpo crean una frecuencia que es la "energía vital". Si ésta se bloquea, o baja de frecuencia, puede crear un desequilibrio en la persona, con diagnóstico de una enfermedad médica o mental. El reiki desbloquea la energía vital, equilibra y realinea los centros de energía, conocidos como chakras, con lo que se reestablece un buen nivel de salud y bienestar.

Una persona deprimida se siente cansada, baja ánimo y energías, sin ganas de enfrentarse el mundo, sin fuerzas para afrontar las pruebas y desafíos de la vida. Con reiki cambia positivamente la actitud hacia la vida, mejora el estado de ánimo y nos encontramos mejor sin necesidad de realizar ningún esfuerzo, ni modificar nuestro comportamiento, se siente una liberación de la carga emocional, se percibe como si el entorno y las circunstancias fueran mejorando por sí solas. Es como si volviese a florecer. Esto se debe al aporte energético del reiki que nos reabastece de nuestra fuerza vital que es la propia energía.

La terapia reiki no es invasiva, ni afecta o interfiere con medicamentos u otros tratamientos. Cuando un terapeuta de reiki coloca sus manos sobre el paciente, le esta transmitiendo la energía que le falta y que está ahí esperando a que la tomemos y hagamos un buen uso de ella. El reiki fortifica el organismo y ayuda a desbloquear las causas, esas molestas "ramas" que no permiten ver el valle de la salud. Grandes curaciones en todos los niveles suceden a partir de este estado de quietud y armonía.
La energía va directa al lugar donde se necesita curación sin que el terapeuta ponga ninguna intención, pues él es únicamente el canal transmisor, el "cable" por el que circula la energía. Al comenzar el tratamiento, la energía puede empezar a trabajar en un nivel totalmente diferente al que nosotros habíamos anticipado. El reiki siempre nos muestra la oportunidad de efectuar una curación a un nivel tan profundo como estemos preparados. A veces sentimos que no estamos listos para confrontar lo que comenzamos a ver y que aflora a la superficie; cuando es así, el reiki actúa de una manera muy suave y silenciosa, apoyándonos sin invadir nuestro momento interno.

Reiki es energía universal viva e inteligente, por lo cual, tomar una sesión de reiki es el comienzo de un nuevo paso hacia una vida equilibrada, sana y feliz. Un paso que cuesta bastante menos que otros métodos convencionales, pero que, como todas las terapias, pide un mínimo de convicción, esfuerzo y constancia.

El reiki canaliza la energía que nos rodea, aumentando la fuerza personal y las ganas de vivir y seguir luchando. Al mismo tiempo nos equilibra, permitiéndonos visualizar nuestros problemas en un marco más objetivo y realista.

Con reiki lo que ocurre es que nuestra visión cambia y deja de estar distorsionada para contemplar las circunstancias desde la nitidez que aporta la serenidad. Este cambio de actitud hacia la vida y sus circunstancias es lo que puede ofrecer el reiki a los pacientes con depresión, porque, cuando se practica y/ o recibe reiki de manera continuada se experimenta un cambio progresivo que, en ocasiones, puede llegar incluso  a pasar casi inadvertido, se produce sin llegar tomar consciencia plena de él hasta que se repara en que nos encontramos mejor y la manera en que hacemos frente a los conflictos es más equilibrada.

El reiki funciona independientemente de cualquier tipo de creencias tanto de quienes lo reciben, como de quienes lo dan. Cuando se recibe no es necesario hacer nada, la energía universal lo hace todo a través de las manos del reikista, quien únicamente sirve de instrumento para depositarla en el ser del paciente sin otro tipo de intervención personal.

Adentrarse en el camino del reiki y aprenderlo puede llegar, incluso, a significar un cambio de filosofía de vida, puesto que se aprende a ser consciente de nuestro bienestar físico, psíquico y emocional, nos sentimos a nosotros mismos en plenitud y conectamos con el mundo, además, nos adentramos en el sentimiento de amor hacia nosotros mismos y hacia cuanto nos rodea con el deseo de hacer el bien a los demás de manera altruista; es crear el camino hacia nuestro propio bienestar y hallarnos más cerca de la felicidad.

Aún cuando se considera una depresión como un síntoma de otra patología (enfermedad, adolescencia, menopausia etc.) el reiki funciona igualmente. Ayuda al paciente con el síntoma y al mismo tiempo trabaja sobre la causa, aunque la solución ideal es aprender reiki mediante los cursos distribuidos en tres niveles, porque se ha constatado que, en pacientes con depresión, los que mejor han progresado, y de manera más rápida, han sido los que aprendieron a darse reiki a sí mismos (autotratamientos) y "tomaron las riendas" de su propia sanación sin la necesidad de tener que recibirlo a través de un terapeuta reiki.

Bloqueo y Desequilibrio de Chakras
Para el tratamiento de la depresión el reiki se centra en el bloqueo y desequilibrio de los tres primeros chakras:

Primer Chakra. Muladhara. Es el chakra raíz y se encuentra situado en la base de la columna vertebral, ligan a la persona a la tierra y es responsable de conducir la voluntad de una persona física. Cuando presenta un desequilibrio respecto al resto, mostrándose más debilitado, la persona es incapaz de reconocer la realidad. Si el chakra está completamente bloqueado, la persona carece de equilibrio de energía emocional o física, además de sentimientos de tristeza y ansiedad.





Segundo Chakra. Svadhisthana. Está localizado debajo del ombligo. Cuando está bloqueado, la persona ve la vida como carente de interés o de emociones y tienen dificultades para establecer relaciones personales. Debido a su "parálisis emocional", la persona adquiere una baja autoestima y puede llegar a contemplar ideas de suicidio.




Tercer Chakra. Manipura. Es el chakra del plexo solar y se encuentra por encima del ombligo en la base de la caja torácica. Este chakra se corresponde con la autopercepción de la persona y el ego. Si está desequilibrado provoca que la persona se sienta de mal humor, muestre inquietud e inseguridad.

El terapeuta de reiki puede percibir el desequilibrio de los chakras a través del color del aura que rodea al paciente y de las sensaciones físicas que percibe, tales como calor, frío, escalofríos...






Resultados del Reiki sobre la Depresión
Si reparamos en la posición de las manos de una persona con dolor, podremos ver cómo dirige sus manos hacia la zona dolorida. Si hacemos lo mismo con una persona deprimida veremos cómo se muestra encogida sobre sí misma, con sus manos sobre la frente o la cara, incluso sobre su vientre, como si estas zonas le estuvieran doliendo físicamente. Sea cual sea la dolencia, al llevar las manos a la zona afectada, lo que pretendemos es aliviar el dolor con el contacto de las manos, con su calor, es decir, con la transmisión de energía desde las manos al punto del dolor. En esto es precisamente en lo que consiste la técnica del reiki y el efecto que pretende y logra en la mayoría de las ocasiones.

A diferencia de los antidepresivos, cuyos efectos y la restauración de los niveles de serotonina y de norepinefrina llevar mucho tiempo, la mayoría de los pacientes de reiki afirman que las sesiones, de una hora aproximada de duración, les dejan la sensación de relajación, bienestar y después se sienten con más vitalidad.

En el caso concreto de la depresión y el estrés, los resultados suelen ser bastante rápidos y efectivos. Incluso con sólo cuatro o seis sesiones puede comenzar a aliviarse considerablemente la ansiedad, la ira y el nerviosismo que sufre la persona, somatizados muchas veces en fuertes dolores de cabeza, musculares, ira, ganas compulsivas de comer, dificultades para dormir y relajarse, tristeza y abatimiento, etc.

Al comenzar a recibir reiki, generalmente, se recomienda someterse a cuatro tratamientos (etapa de rescate) en días seguidos o lo más cercanos posible entre sí, para seguir con una o dos sesiones semanales. Para enfermedades o dolencias con cierto grado de avance, se recomienda continuar con dos sesiones semanales al menos por tres meses.

A continuación se cita cómo actúa el reiki sobre determinados tipos de depresión o sobre la sintomatología de esta patología:

Depresión en la Adolescencia
En la mayoría de los casos no hay una causa concreta, sino que se debe a la forma en que los adolescentes tienen de ver la vida y esto suele ser provocado por los cambios hormonales que sufren en este período. A través del reiki se puede inducir al adolescente a un cambio de actitud hacia la vida y con ello la depresión desaparecerá o, al menos, se atenuará.







Depresión durante el Embarazo, Post-parto y Post-operatorio
En estos casos, el paciente se suele encontrar cansado y con poca fuerza. De nuevo, el reiki actúa subiendo los niveles energéticos de la persona. Con un tratamiento de 4 sesiones, normalmente es suficiente para superar las depresiones causadas por estos acontecimientos.






Depresión Causada por Dolor Crónico
Se sabe lo incapacitante que puede llegar a ser padecer un dolor crónico y todos hemos tenido la experiencia de sentirnos debilitados a causa de un dolor,  aunque sólo se trate de un dolor de cabeza o de muelas. En estos casos el reiki ejerce una doble función. Primero, actúa sobre el dolor en sí eliminándolo o reduciéndolo y, segundo, sube el nivel energético de la persona debilitada, lo que le permite afrontarlo con más facilidad haciéndolo más llevadero,  mejorando, de paso, su sistema inmunológico que podrá contribuir a paliarlo.


Depresión en Pacientes con SIDA
Se ha comprobado que el reiki, como tratamiento complementario, es muy eficaz para aumentar el sistema inmunológico del paciente mediante una combinación de mejora física y psicológica; el paciente se siente más fuerte, más capacitado para luchar contra la infección al mejorar sus defensas.



Sobre Síntomas de Depresión
Al ayudar a superar los síntomas por separado, con ello, lógicamente, contribuye a aumentar la capacidad para superar la depresión, al tiempo que ofrece al paciente un método alternativo para controlar su sintomatología de forma independiente facilitándole el control en cada situación que lo requiera.

Insomnio 
El reiki produce una sensación de gran relajación durante y después de cada sesión, lo que permite a los pacientes dormir profundamente después de recibir un tratamiento.

Ansiedad
Por una parte, el reiki equilibra nuestro sistema energético, ayudando a eliminar las sensaciones de nerviosismo, tensión, inquietud, desasosiego, fatiga... causadas por un desequilibrio energético en nuestro ser. Por otra parte, el reiki cambia nuestra manera de afrontar nuestros problemas y nos permite abordar los desafíos de la vida desde un punto de vista positivo; dejamos de intentar resolver problemas con "dosis de ansiedad" y los enfocamos con más tranquilidad.

Cansancio 
Como ya se ha mencionado, el reiki sube nuestros niveles energéticos lo cual repercute en la disminución del cansancio físico y en la recuperación de la fuerza vital para el desempeño de tareas físicas e intelectuales.

Efectos del Reiki sobre la Depresión
El reiki surte distintos efectos sobre la depresión en función del plazo de tiempo que éste se aplique o reciba:


A Corto Plazo
Tiene un efecto paliativo, alivia los síntomas de la depresión, de la ansiedad y del cansancio físico que suelen ir ligados a ella. Además, sube los niveles energéticos del paciente, con lo que se siente más activo. A corto plazo, el reiki "recarga las pilas" del paciente y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es debido a que una depresión suele tener como resultado una bajada de los niveles energéticos de la persona y el efecto se suele empezar a notar a partir de la primera sesión.

 
A Medio Plazo
Trabaja sobre la enfermedad en sí, mediante varias sesiones que pueden variar desde 4 sesiones hasta sesiones periódicas a lo largo de varios meses. Dependiendo de la gravedad de la depresión puede llegar a eliminar la enfermedad.


A Largo Plazo
Si consideramos que las enfermedades tienen un origen emocional o de desequilibrio del ser, el reiki a largo plazo puede llegar a sanar la causa raíz de la depresión. La experiencia demuestra que para una solución definitiva se debe investigar el origen de dicha enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir, por ello, a largo plazo, el reiki empieza a trabajar la causa del problema y no sólo los síntomas. Aún cuando la causa pueda estar fuera de nuestro control, como un problema laboral, por ejemplo, el reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia la causa concreta que la desencadenó.


Con la posibilidad de aprender reiki para aplicárnoslo a nosotros mismos, logramos una mayor independencia y la inigualable sensación de que en nuestras manos tenemos la posibilidad de solucionar nuestros propios problemas, además de poder ayudar a otros a superarlos. ¿Qué mejor recompensa puede haber?



FUENTES: