domingo, 22 de julio de 2012

El Universo es un Holograma



La física duda de la existencia de la realidad objetiva y construye un nuevo modelo del mundo basado en la holografía en el que los electrones de los átomos del cerebro humano aparecen conectados a las partículas subatómicas de cada salmón que nada, de cada corazón que late, o de cada estrella que brilla en el firmamento. El modelo holográfico implica también al funcionamiento cerebral y a los comportamientos psicológicos, alumbrando una forma radicalmente nueva de ver la realidad basada en que la percepción es sólo lo que pintamos como tal.

En 1982 tuvo lugar un importante evento. En la Universidad de París un grupo de investigadores liderado por el físico Alain Aspect realizó un experimento que después se convertiría en uno de los más importantes del siglo XX.

Aspect y su equipo descubrieron que en ciertas circunstancias las partículas subatómicas como los electrones, son capaces de comunicarse al instante con otras partículas, independientemente de la distancia que haya entre ellas. No importa si esta distancia es de 10 centímetros o de 10 billones de millas.

De alguna manera, cada partícula subatómica es siempre capaz de saber qué es lo que hacen el resto de las partículas, por muy lejos que éstas se encuentren. El problema de esta hazaña de las partículas es que viola el principio sostenido durante mucho tiempo por Einstein, según el cual ninguna comunicación puede ir a una velocidad superior a la de la luz.

Viajar más rápido que la velocidad de la luz equivaldría a romper la barrera del tiempo, y esta desalentadora perspectiva ha ocasionado que algunos físicos hayan comenzado a elaborar diversas teorías para explicar los descubrimientos de Aspect.

Pero esto también ha inspirado a otros a buscar explicaciones más radicales.

El físico David Bohm, de la Universidad de Londres, por ejemplo, cree que el descubrimiento de Aspect implica que la realidad objetiva no existe, que la aparente consistencia del universo es como un fantasma, un gigantesco y espléndido holograma.

Fotografía tridimensional
Para comprender lo que Bohm quiere decir con esta afirmación, es preciso conocer algo sobre hologramas. Un holograma es una fotografía tridimensional hecha con ayuda del láser.

Para hacer un holograma, el objetivo de la cámara se introduce primero bajo la luz de un rayo láser. Después, un segundo rayo láser se superpone al primero y el resultado de la interferencia de ambos (el área donde los dos haces coinciden) es capturado por la película.

Cuando la película se revela, el resultado parece un remolino de líneas claras y oscuras. Pero tan pronto como el revelado de la cinta es iluminado por otro rayo láser, cada mitad contendrá también la imagen entera de la rosa.

Es más, si estas mitades se cortaran otra vez, cada trozo de la película contendría una pequeña pero intacta visión de la imagen original. A diferencia de las fotos normales, cada parte del holograma contiene toda la información que posee el todo.

La naturaleza del todo en cada parte que poseen los hologramas, nos concede a nosotros una forma totalmente nueva de comprender la organización y el orden. A lo largo de la historia, la ciencia occidental ha sido construida bajo el principio de que la mejor forma de entender un fenómeno físico, ya sea una rana o un átomo, es diseccionarlo para estudiar cada una de sus partes.

Un holograma nos muestra que algunas cosas en el universo no se prestan a este tipo de análisis. Si tratamos de hacer partes de algo construido holográficamente, no obtendremos las piezas de las cuales está hecho, sino que sólo conseguiremos pequeños todos.

La separación, una ilusión
La perspicacia ha permitido a Bohm concebir de forma distinta el descubrimiento de Aspect. Bohm cree que la razón de que las partículas subatómicas permanezcan en continuo contacto entre sí a pesar de la distancia, no se debe a que se envíen entre ellas ningún tipo de misteriosos signos, sino a que la separación entre dichas partículas es en realidad sólo una ilusión. Bohm argumenta que a niveles profundos de la realidad, estas partículas no son entidades separadas, sino extensiones de la misma realidad sustancial.

Para que la gente lo entienda mejor, Bohm ofrece la siguiente ilustración: imagine un acuario que contiene un pez. Imagine también que usted no puede ver el acuario directamente, sino a través de las imágenes que le envían dos cámaras de televisión, una dirigida hacia un lado del acuario, la otra dirigida al lado contrario.

Cuando usted enciende los monitores de televisión, debe asumir que el pez aparece en ambas pantallas como dos entidades separadas. Después de todo, porque las cámaras están situadas desde diferentes ángulos, cada una de las imágenes será diferente. Pero cuando continúe mirando a los peces, se dará cuenta de que hay una relación entre ellos.

Cuando uno se gira, el otro también lo hace; cuando uno se pone frente a la cámara, el otro aparece en el lado contrario. Si permanece atento a todos los movimientos de los peces, concluirá que ambos están instantáneamente comunicados el uno con el otro. Pero, a pesar de las apariencias, sabemos que no es así. Todo es el resultado de la ubicación de los dos monitores de televisión.

Naturaleza fantasmal
Según Bohm, esto es en realidad lo que sucede con las partículas subatómicas en el experimento de Aspect. La aparente conexión más rápida que la luz entre las partículas elementales nos está hablando de que, a niveles profundos de la realidad, sin que nosotros nos demos cuenta, hay una dimensión compleja que es análoga al ejemplo de los acuarios.

Bohm añade que tenemos la perspectiva de las partículas subatómicas separadas las unas de las otras porque estamos mirando solamente una porción de su realidad.

Estas partículas no son partes separadas, sino formas de una profunda y fundamental unidad que termina como la rosa holográfica. Y, como cada cosa dentro de la realidad física está constituida por estas partículas, se deduce que el universo entero es un holograma, una proyección.

Además de esta naturaleza fantasmal, el universo puede poseer otro tipo de características. Si la aparente separación de las partículas subatómicas es ilusoria, esto significa que a un nivel más profundo de la realidad, todas las cosas en el universo se encuentran infinitamente interconectadas.

Los electrones en los átomos de carbono en el cerebro humano, están conectados a las partículas subatómicas de cada salmón que nada, de cada corazón que late, o de cada estrella que brilla en el firmamento.

Cada cosa está interrelacionada con cada cosa, y aunque la naturaleza humana debe buscar las categorías y las subdivisiones de los distintos fenómenos del universo, estas categorías son necesariamente artificiales, porque la naturaleza es en último término una membrana continua.

En un universo holográfico, ni el tiempo ni el espacio son vistos como fundamentales porque nuestros conceptos de localización no son válidos en un universo en el que nada está verdaderamente separado de lo demás. El tiempo y el espacio tridimensional, como las imágenes del pez en los monitores de televisión, deberían verse como proyecciones de un orden más profundo.

El Superholograma
En este nivel más profundo de la realidad aparece una especie de superholograma en el que el tiempo pasado, presente y futuro existen simultáneamente. Esto sugiere que, dando con la herramienta adecuada, debería ser posible algún día buscar dentro del nivel del superholograma y proyectar hacia fuera de él escenas de un tiempo pasado.

Qué más contiene el superholograma es una cuestión siempre abierta. Si aceptamos que, según la argumentación de Bohm, el superholograma es la matriz que dio a luz a cada cosa del universo, esa matriz contendrá cada partícula subatómica que ha sido o será, cada configuración de materia y energía posible, desde los copos de nieve a los quasars, desde los rayos gamma a las ballenas azules. Se debe pensar en este superholograma como en una despensa cósmica donde todo está contenido.

Aunque Bohm piensa que no hay forma de saber qué más debe haber contenido en el superholograma, se aventura a afirmar que no tenemos razones para aceptar que el superholograma no contiene nada más. O, como él dice, quizá el nivel superholográfico de la realidad es una mera plataforma en la que encuentra una infinidad continuamente en desarrollo.

Bohm no es el único investigador que ha encontrado evidencias de que el universo es un holograma. Trabajando independientemente en el campo de las investigaciones sobre el cerebro, el neurofisiologista de Stanford, Karl Pribram, también ha llegado a convencerse de la naturaleza holográfica de la realidad.

El cerebro holográfico
Pribram confeccionó un modelo holográfico con un puzzle, en el que se reflejaba dónde y cómo se graba la memoria en el cerebro. Durante décadas, numerosos estudios nos han mostrado que la memoria se situaba en diferentes zonas dispersas del cerebro, y no en una zona específica.

En una serie de experimentos cerebrales Karl Lashely descubrió en 1920 que, independientemente de la parte del cerebro que tocara, era incapaz de erradicar la memoria de cómo llevar a cabo tareas muy complejas, aprendidas antes de que Lashely operara. El único problema era que nadie había sido capaz de dar con el mecanismo que pudiese explicar este curioso todo en cada parte de la naturaleza de nuestra memoria.

En 1960, Pribram encontró el concepto de holografía y la explicación que buscaban los neurólogos. Pribram cree que la memoria está guardada no en las neuronas ni en pequeños grupos de células cerebrales, sino en los dibujos de impulsos nerviosos que atraviesan el cerebro de parte a parte, de la misma forma que los dibujos del rayo láser atraviesan el área entera de un trozo de película que contenga una imagen holográfica. En otras palabras, Pribram está convencido de que el cerebro mismo es un holograma.

La teoría de Pribram ha ganado apoyos crecientes entre los neurofisiólogos. Un investigador italiano-argentino, Hugo Zucarelli, ha extendido recientemente el modelo holográfico al mundo de los fenómenos acústicos. Dada la situación del hombre, que puede localizar los sonidos sin mover la cabeza, incluso si sólo oye por uno de los dos lados, Zucarelli ha descubierto que los principios holográficos pueden explicar esta habilidad.

Pribram creía que nuestro cerebro construía matemáticamente la realidad a partir de su lectura de las frecuencias recibidas de un buen número de experiencias sensoriales. Se ha descubierto, sin embargo, que cada uno de nuestros sentidos está abierto a muchas más sensaciones de las que en un principio se pensó.

Los investigadores han descubierto, por ejemplo, que nuestros sentidos ópticos son receptivos también a las frecuencias del sonido; que nuestro olfato es en parte dependiente de lo que llamamos "osmic frequences", y que las células de nuestro cuerpo son sensibles a muchos tipos de frecuencias. Estos descubrimientos sugieren que es sólo en el campo holográfico de la conciencia donde estas frecuencias se dividen en percepciones convencionales.

El paradigma holográfico
Pero el aspecto más increíble del modelo holográfico de Pribram del cerebro es lo que ocurre cuando se une a la teoría de Bohm. Si la concreción del mundo es una realidad secundaria (creada por la lectura que realiza el cerebro), si lo que existe en realidad son los paquetes de frecuencias holográficas, y si el cerebro mismo también es un holograma que selecciona sólo algunas de las frecuencias que están fuera de él y las transforma en percepciones sensoriales, ¿en qué se convierte la realidad objetiva? Muy sencillo, la realidad objetiva deja de existir.

En realidad, las personas somos receptores flotantes en un mar caleidoscópico de frecuencias. Lo que extractamos de ese mar para transformarlo en realidad física, es uno de los canales por los que extractamos algo fuera del superholograma.

Esta sorprendente y nueva imagen de la realidad, la síntesis entre los puntos de vista de Bohm y Pribram, ha sido denominada el paradigma holográfico. Aunque muchos científicos lo miran con escepticismo, otros han quedado muy convencidos de su validez.

Un pequeño pero creciente grupo de investigadores cree incluso que debería ser considerado como el modelo que ha llegado más lejos en la ciencia de la realidad. Algunos van más allá y creen que resolverá algunos misterios que antes no habían podido obtener respuesta de la ciencia.

Bohm y Pribram han notado que muchos de los fenómenos parapsicológicos se hacen comprensibles dentro del paradigma holográfico. En un universo en el que los cerebros individuales son realmente partes indivisibles de un gigantesco holograma, la telepatía puede ser considerada como el acceso al nivel holográfico.

Gracias al paradigma holográfico, es más fácil entender cómo la información puede viajar de un individuo a otro, hasta un punto lo lejano que se quiera. Al mismo tiempo, ayuda a comprender gran número de problemas que plantea la psicología. El psicólogo transpersonal Stanislav Grof piensa al respecto que el paradigma holográfico ofrece un modelo para comprender muchos de los fenómenos que ocurren en los estados alterados de conciencia.

Universo psicológico
El paradigma holográfico también tiene explicaciones para las llamadas ciencias duras, como la biología. Keith Floyd, una psicóloga del Virginia Intermont College, apunta que, si la concreción de la realidad es una ilusión holográfica, en poco tiempo será cierto que el cerebro produce conciencia. Entonces, cada cosa que nos rodea, incluido nuestro cuerpo, podrá considerarse como algo psicológico.

Este giro en la forma en que entendíamos hasta el momento las estructuras biológicas ha ocasionado que los científicos busquen también una evolución del modelo médico relacionándolo con el paradigma holográfico.

Si la aparente estructura física del cuerpo es una proyección holográfica de nuestra conciencia, parece claro que cada uno de nosotros es mucho más responsable de su salud que lo que los médicos podrían desear.

Lo que vemos como milagrosas disminuciones de las enfermedades, deben comenzar a verse como cambios en las conciencias, como producto del cambio en el holograma del cuerpo humano.

Al mismo tiempo, las nuevas y controvertidas técnicas para preservar y mejorar la salud, como la visualización, adquieren nuevo significado dentro del dominio holográfico porque las imágenes pueden ser tan reales como la misma realidad.

Lo que percibimos como realidad es sólo lo que pintamos como tal. Incluso nuestras más esenciales nociones de la realidad llegan a suspenderse en un universo holográfico. Como apunta Pribram, cada evento es visto como la base del principio holográfico.

Las sincronías y las coincidencias de la vida, de repente tienen sentido. Cada parte de la realidad puede verse como una metáfora. Cada uno de los acontecimientos más azarosos pueden verse bajo una nueva geometría.

Bohm y Pribram, con su modelo holográfico, han afectado ya a la perspectiva de muchos científicos como Basil Hiley, físico del Birbeck College de Londres, quien afirma que los descubrimientos de Aspect indican que debemos estar preparados para considerar una forma radicalmente nueva de ver la realidad.

Por: Renny Yagosesky

Fuente:




La Holística

El punto de vista de cada persona constituye una perspectiva única
acerca de una realidad más amplia. Si yo puedo “mirar"  a través de tu
perspectiva y tú de la mía, veremos algo que no habríamos visto a solas.
(Peter M. Senge)









Existen vestigios desde la más remota antigüedad que denotan cómo el hombre de aquellos tiempos fijó su atención en la relación que guarda todo aquello que le rodea. A veces en la talla, pintura, transmisión oral y más tarde en forma escrita, nuestros antepasados narraron la vinculación existente entre la propia naturaleza, de ésta con el hombre y en la convivencia grupal.

La "holística" ha estado presente en el desarrollo del pensamiento universal. La comprensión filosófica, desde sus inicios, es holista, es decir, parte de una comprensión universal, global, entera o íntegra de los procesos y de las apreciaciones, para derivar progresivamente hacia aspectos de las realidades comprendidas en dichos procesos.

Con el pasar de los años, en occidente,  el cientificismo y el dogmatismo nos llevaron al predominio de la visión fragmentaria de las cosas, la separación entre ciencia y filosofía consolidó esta grieta.

Recientemente ante la insuficiencia del paradigma científico, sustentado casi exclusivamente en la experimentación, surgieron esfuerzos por encontrar nuevas vías para el desarrollo del conocimiento.

En la primera mitad del siglo XX,  desde los diversos ángulos de las aportaciones de Jan Smuts, Norbert Weiner, Shannon y Weaver, Neumann y Morgenstern,  se abrió la senda a un nuevo modelo de comprensión: el holismo, es decir la visión que busca  totalidades en lugar de fragmentaciones.

Cualquier mirada permitirá apreciar que el mundo está hecho de conjuntos, recalcó Smuts, aclarando que éstos están contenidos dentro de otros contextos u "holos", y éste a su vez está contenido en otros más, configurando el cosmos e integrando realidades y procesos de manera constante, dinámica e interactiva. Vista la realidad de esta manera, se podrá percibir como dinámica, interactiva y creativa, ya que «este proceso cósmico global, al desplegarse en el cosmos, no es sino la evolución (Wilber, 1989). En consecuencia, los procesos naturales, el crecimiento, las relaciones, las actividades intelectuales, todo, estaría influenciado o realizado dentro de consideraciones "holísticas"; esto significa, como parte de un proceso en el cual la determinación o la precisión de las cosas se logra por múltiples relaciones, eventos dinámicos, sinergias y expresiones de contexto.

A partir de 1968 cobra especial interés la Teoría General de los Sistemas expuesta por el biólogo Ludwing Von Bertalanffy (1901-1972). En ella se define  a un sistema como un conjunto de elementos que, relacionados ordenadamente entre sí, contribuyen a determinado objeto, asimismo que todos los sistemas están formados por elementos de interacción y que estos elementos son a su vez sistemas; es decir, que todo lo que nos rodea tiene una vinculación  entre sí.

El término "holístico" proviene del griego "holos" que significa "todo", "entero", "total". Es la idea de que todas las propiedades de un sistema (por ejemplo, biológico, químico, social, económico, mental o lingüístico) no pueden ser determinados o explicados por las partes que los componen por sí solas. El sistema como un todo determina cómo se comportan las partes. Como adjetivo, "holística" significa una concepción basada en la integración total frente a un concepto o situación.

Se puede definir como el tratamiento de un tema que implica todos sus componentes, con sus relaciones invisibles por los cinco sentidos, pero evidentes igualmente. Se usa como una tercera vía o un nuevo enfoque a un problema. El holismo enfatiza la importancia del todo, que es más grande que la suma de las partes (propiedad de sinergia) y da importancia a la interdependencia de éstas.

La corriente "holística" es una tendencia o corriente que analiza los eventos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan. Supone que las propiedades de un sistema no pueden ser determinadas o explicada como la suma de sus componentes. En otras palabras, el holismo considera que el sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes, o como principio general ya fue resumido por Aristóteles en su "Metafísica" al afirmar que "el todo es más que la suma de sus partes".

De esta forma, el holismo resalta la importancia del todo como algo que trasciende a la suma de las partes, destacando la importancia de la interdependencia de éstas. Cabe mencionar que el "holos" alude a contextos y complejidades que entran en relación, ya que es dinámico.

Para la comprensión "holística", el todo y cada una de las partes se encuentran ligadas con interacciones constantes. Por eso, cada acontecer está relacionado con otros acontecimientos, que producen entre sí nuevas relaciones y eventos en un proceso que compromete el todo.

La comprensión de los procesos y las situaciones debe tener lugar desde el propio "holos", ya que en su dinamismo, surge una nueva sinergia, ocurren nuevas relaciones y se generan nuevos acontecimientos. Por lo tanto, el todo es lo determinante, aun cuando este reconocimiento no impide que se analice cada caso en particular.

La perspectiva "holística" implica una superación de los paradigmas para propiciar la figura del sintagma, entendida como una integración de paradigmas. Una actitud sintagmática supone la convergencia de diversas perspectivas, lo que sólo puede lograrse con criterios "holísticos".

La "holística" alude a la tendencia que permite entender los eventos desde el punto de vista de las múltiples interacciones que los caracterizan; corresponde a una actitud integradora como también a una teoría explicativa que orienta hacia una comprensión contextual de los procesos, de los protagonistas y de sus contextos. La "holística" se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por separado.

La actitud "holística" implica "superar" los paradigmas, las maneras de ver las cosas, para propiciar la figura del sintagma, que puede ser entendida, de manera simple, como la integración de paradigmas. Una actitud sintagmática propicia la convergencia, el conocimiento, la apertura hacia otras maneras de ver las cosas, y esto se logra con criterios "holísticos". Cuando se dice "superar los paradigmas" se quiere decir conocerlos, estudiarlos e integrarlos en nociones amplias. En eso consiste la "holística": tendencia, movimiento, actitud psicológica y social, enraizada en las distintas disciplinas humanas, orientada hacia la búsqueda de una cosmovisión que esté basada en preceptos comunes para el género humano.

El pensamiento "holístico" no surge por generación espontánea, requiere de un gran esfuerzo y de una práctica constante, no basta con la lectura especializada, sino sobre todo con el ejercicio cotidiano, es decir, el alcanzar e instaurar el pensamiento "holístico" conlleva per se la superación del individuo, implica romper en la práctica los paradigmas de la educación tradicionalista.

El pensamiento "holístico" impulsa al individuo a una búsqueda con mayor profundidad de la que se venía realizando.  Esta primera consecuencia nos aproxima a uno de sus principales postulados: “Todos aprendemos de todos en todo momento, de todo”. Aprendemos permanentemente porque siempre establecemos relaciones de lo que se sabe con lo que se desconoce, lo cual arroja resultados que nuevamente pueden relacionarse con otros, al mismo instante y con resultados frecuentemente impredecibles.

Hasta hace algunos años pensábamos que nuestros pensamientos y descubrimientos eran como una cadena lineal, horizontal o vertical, es decir uno tras otro. Hoy cada vez es más claro que el pensamiento es una compleja red de combinaciones ilimitada. La  formación permanente se sustenta en  las infinitas combinaciones de nuestro pensamiento y emociones.

Generalmente el sujeto observa las cosas a partir de una óptica reductora, de tal forma que lo percibido es sólo un “pálido reflejo” de la realidad. Un ejemplo cotidiano se manifiesta en la convivencia, cuando entender al “otro” es muy difícil, cuando “ponerse en los zapatos del otro” es una rareza.  Lo anterior indica que en gran parte no entendemos el sentir de quiénes nos rodean, porque nuestro pensar y sentir se reduce a nosotros mismos, a mis necesidades, a mis inquietudes, etc.

El hombre que piensa desde otro punto de vista al que normalmente asume, cuenta con mayores elementos para tomar una decisión en cualquier ámbito de su vida.

Si el hombre forma parte de una totalidad, entonces contiene en su ser características de esa totalidad, si el conocimiento del universo exterior es infinito, el autoconocimiento también lo es.

Al ritmo tan acelerado de los descubrimientos actuales, no nos alcanza la vida para asimilar y comprender lo que avanza la humanidad en un solo día. El individuo del presente tiene que cumplir con distintos compromisos en todos los ámbitos de su vida, por lo tanto el pensamiento "holístico" le representa una enorme oportunidad: aprender a partir de redes, telarañas de información consolidadas en conocimiento. El aprendizaje se convierte en una responsabilidad grupal, solidaria; asumiendo compromisos, porque los aprendizajes del grupo dependen de mí y de los otros.

El pensamiento "holístico" nos abre la oportunidad de tener esperanza en el futuro, porque permite observar con mayor amplitud el mundo, porque rebasa con mucho las posturas grises o rosas. Este pensamiento permite visualizarse como actor y no como espectador.

La realidad es modificable porque el sujeto tiene mucho por aportar y más por descubrir. Retos presentes y futuros. La formación permanente está íntimamente relacionada con la solución de problemáticas actuales y el apropiamiento del futuro.

El holismo de ninguna manera sustituye los beneficios del pensamiento lateral, convergente, divergente, etc.,  tampoco deben concebirse como ajenos, sino como parte de un sistema mayor que es la inteligencia humana (no se confunda inteligencia con el "Inter-ligare" o facultad de relacionar conceptos).

Para empezar a trabajar en el desarrollo de la captación "holística" se deben tomar todas las posibilidades que se te presentan y trabajarlas a fondo. Una parte muy importante de esta captación "holística" es la ayuda que pueden ofrecer las otras personas con las cuales se relaciona uno a diario.

Se debe tener en consideración que muchas de las ideas que otras personas entregan tienen como respaldo un cúmulo de conocimientos y experiencias que no se tiene o bien se posee parcialmente y se tiene en el intercambio la valiosa oportunidad de alcanzar un conocimiento que de otra manera difícilmente se podría obtener.

La conciencia "holística" se sustenta en una visión profundamente humanista, concibe al hombre como un organismo, una unidad de desarrollo, algo diferente y mucho mayor que la suma de sus partes. Se trata también de una visión ecológica e implica una transformación de nuestra visión del mundo, un cambio en nuestros pensamientos, percepciones y valores, que constituye lo que denominaremos una sustitución o mudanza de paradigmas.

En primera instancia, un nuevo paradigma conlleva una nueva visión de la realidad, pues incluye nuevas especies de información, que aportan formas de visión complementarias para toda la realidad.

El paradigma de la nueva conciencia sustituye su estructura de creencias por un sistema de fe (A. Watts), pues la fe es una apertura sin reservas de la mente a la verdad, sea ésta la que fuera; careciendo de concepciones previas, la fe implica una "zambullida en lo desconocido". Las creencias se aferran, pero la fe es un dejarse llevar. En este sentido de la palabra, la fe es la virtud esencial de este naciente paradigma, que conjuga en su interior la sabiduría antigua y la ciencia moderna.

En consecuencia, la búsqueda del todo, es decir, la definición de los eventos, de las circunstancias, de las características y de las manifestaciones de un contexto, como manera de acercarse a la comprensión de una realidad cualquiera, en sus distintos aspectos que lo componen, se hace necesaria, especialmente cuando se tiene claridad en que «las cosas son o pueden ser en la medida de quien las percibe» o, aun más, de acuerdo al marco teórico o epistémico que subyace en la comprensión asumida, o del contexto al cual se adhiere dicha comprensión. Existen múltiples maneras de abordar un suceso o de comprender un fenómeno, y no necesariamente una de esas formas -perspectivismo puro- es o debe ser la correcta o la que se tome como referencia obligatoria para todos. En "holística", es preciso tener la capacidad integradora, la experticia suficiente para percibir las variadas relaciones de un suceso, y a su vez la posibilidad de escudriñar las derivaciones, especialmente si se es capaz de apreciar el conjunto, la complejidad, la cual en cierta manera se constituye en orientación de las distintas "partes" o sinergias que componen el "corpus holístico".

Los Tres Niveles del Conocimiento
El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible, conceptual y "holístico". El conocimiento sensible consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.

En segundo lugar, tenemos el conocimiento conceptual, que consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales. La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y el conceptual universal.

En tercer lugar tenemos el conocimiento "holístico", En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La principal diferencia entre el conocimiento "holístico" y conceptual reside en las estructuras. El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado.

Cuando un científico deslumbra una hipótesis explicativa de los fenómenos que estudia, podemos decir que ese momento tiene un conocimiento "holístico", es decir, capta al objeto estudiado en un contexto amplio en donde se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones, sus cambios y sus características.

La captación de valores nos ofrece el mejor ejemplo de conocimiento "holístico".

Etapas del pensamiento holístico
La "holística" ha de remontarse a la historia del devenir humano en todas sus fases, como también al proceso de evolución del conocimiento. Desde el punto de vista antropológico, la naturaleza abstractiva de carácter cerebral es "holística", pues los procesos cognitivos devienen de las relaciones y de las interacciones, en un contexto en el que las cosas, vistas en este caso como "eventos", ocurren en el espacio-tiempo.

En los orígenes del conocimiento humano, la existencia de mitos demuestra la tendencia, capacidad y orientación humanos hacia la "holística". Cualquier cosmogonía y teogonía egipcia, griega, babilónica, brahmánica, chibcha, incaica o azteca, pretenden dar respuesta a inquietudes nacidas de la experiencia, alguna de ellas, fruto de las inferencias, y otras, más aprendidas culturalmente como legado histórico. La evolución del pensamiento está signada por la percepción "holística" de la realidad.

A partir de un "holos", de una "totalidad", de un contexto, se genera el conocimiento y por sus múltiples relaciones se expanden el pensamiento, las ideas, la ciencia. La inteligencia es la relación, la capacidad de establecer nexos dinámicos, interactivos, en contextos también relacionales. Conocimiento es abstracción, es "reducción del holos". Para comprender cualquier noción, se requiere del contexto del "holos", al cual se debe tal consideración.

El conocimiento tiene sus fases. La evolución intelectual de la humanidad -más allá del discurso positivo (Comte, 1884) que reduce la progresión intelectual a tres estados-, desarrolla diversos momentos del desarrollo del pensamiento que configuran un proceso de intelección, cuyo acceso obtiene cada quien según su historia personal y lo expresa la humanidad como un "holos", a partir de sinergias y eventos que expresan los estados de conciencia de la sociedad o el nivel de conocimiento de un pueblo, de una cultura o de una institución. Estos estadios o etapas, son:

Etapa natural
Un primer estadio o instancia del conocimiento es de carácter fenoménico. Está profundamente relacionada con las situaciones, con los hechos y circunstancias propias del devenir. Es una etapa ingenua. Se expresa y se asume el conocimiento con la naturalidad del acontecer y se producen interpretaciones simples. Es el pensamiento del niño: natural y cándido. Es el aprender de quien va descubriendo cosas nuevas, situaciones novedosas.

Dentro de estas circunstancias, el conocimiento se da de manera espontánea, fruto de los acontecimientos, de la cotidianidad, de los contextos y como tal ocurre. Tiene como características el pasmo, la sorpresa, el asombro.

Etapa religiosa
Esta otra etapa está asociada a la estructuración del pensamiento religioso. Corresponde a la consolidación de los mitos, de las ficciones, los cuales adquieren fuerza de verdad.

En la etapa religiosa se integran el asombro y la ingenuidad, con el misterio y el mito, en una fase doctrinaria: lo expuesto religiosamente es lo válido, es absoluto, pues es la verdad.

Es una etapa reduccionista, en lo teórico, en lo mitológico, en lo esotérico y en lo mágico, que propicia la visión de la realidad con criterios generalizantes y exclusivos pues se insiste en que "esa es la única manera verdadera de ver las cosas". La etapa religiosa es dogmática.

Etapa teorética
Otro momento particular de la evolución del pensamiento lo constituye la teorética. En esta etapa, se especula sobre el sentido y la verdad de las cosas, y se formulan interpretaciones capaces de presentar de manera organizada un cuerpo de ideas. La propuesta de ideas es especulativa, interpretativa y probablemente autónoma con respecto a aplicaciones o comprobaciones. Las teorías que en esta fase se plantean ofrecen diversas formas de entender aquello de lo cual trata, sean eventos, realidades, situaciones o ideas sobre ideas, con carácter especulativo. La consistencia de la teoría está dada por la forma como la misma es expuesta, la manera como se sustenta y las relaciones de ideas que presente con propósitos de convencimiento.


Etapa ideológica
La etapa ideológica del pensamiento se caracteriza por el propósito de organizar las ideas, el conocimiento, de forma coherente, estructurada y "científica". Es una etapa fundacionista, coherentista y sistémica, asociada el pensamiento "científico".

Es una etapa paradigmática, esto es, construido el sistema, definidos el método, los recursos, las técnicas, las estrategias y los demás aspectos que tienen que ver con la obtención de conocimiento, se plantea como estructura de pensamiento suficiente, con capacidad de convertirse en oficial en contextos estructurales y organizacionales.

Es producto de la confrontación de realidades y de pareceres, como también, de la búsqueda del conocimiento por vía de la experiencia, de la comprobación o de métodos que garanticen resultados consonantes con el proceso indagativo. Esta etapa es estructural (las estructuras conforman los sistemas) propone el conocimiento elaborado, comprobado, organizado con criterios metodológicos. Tiene fuerte raíz con la experiencia y puede ser eminentemente racional, especulativa, empírica y también puede derivar hacia el eclecticismo.

Etapa escéptica
El pensamiento escéptico alude a la etapa del conocimiento caracterizada por la necesidad de dudar para obtener principios, como también de comprobar el conocimiento para justificar la veracidad del mismo.

El escepticismo tiene diversas manifestaciones, tales como el relativismo, el pragmatismo y el empirismo. El relativismo, supedita la razón de ser de las cosas a las relaciones y a los contextos en los cuales se originan las interpretaciones. El pragmatismo tiene como propósito el comprobar por vía de los hechos, de la utilidad y del beneficio o efectividad, la veracidad del conocimiento. Y el empirismo, se propone comprobar por la experiencia o por la experimentación la veracidad del conocimiento.

La etapa escéptica esconde el dilema de la incertidumbre, lo pretende resolver por vía de la constatación, pero mantiene la incertidumbre activa pues la misma justifica la actitud escéptica: si desaparece la incertidumbre, se supera el escepticismo.

Etapa filosófica
El desarrollo filosófico corresponde a una fase avanzada del pensamiento. Se caracteriza esta etapa por la reflexión permanente, por la búsqueda reflexiva, histórica y situacional, de los aspectos fundamentales de todas las cosas, con el propósito de proseguir en la indagación, siempre teniendo como propósito la adquisición de conocimiento, la búsqueda del saber y la razón de ser de las cosas.

La etapa filosófica es introspectiva, profunda en el análisis, metódica, y trasciende hechos, cosas y contextos, pues aspira a encontrar las razones primera y última de las cosas... para continuar la indagación. La etapa filosófica es dinámica.


Etapa holística
El pensamiento "holístico" implica la actitud abierta a la historia, a los acontecimientos, a percibir contextos, ideas y situaciones dentro de múltiples relaciones. El pensamiento "holístico" es relacional: está en posibilidad de integrar experiencias, relacionar conocimientos, vincular acciones, dimensiones, interpretaciones, inferencias, con trasfondos de posibilidades abiertas.

El pensamiento "holístico" pareciera caótico: está en permanente indagación, está abierto a la comprensión, está orientado hacia variadas interpretaciones y dispuesto a apreciar posibilidades, a percibir diferentes maneras de entender, de percibir el ser y las cosas. El caos se entiende como posibilidades abiertas, el contexto y la circunstancia metahistórica en el cual se pueden entender las cosas y en donde abstracción, realidades y procesos se relacionan.

Por eso el pensamiento "holístico" conduce a percibir los eventos con amplitud, con apertura, pues interpreta que la realidad es una y es compleja, es una pero múltiple, es el aquí y el ahora pero tiene una filiación histórica sorprendente: alude a lo pretérito pero prevé, a su vez, los tiempos por venir, y es trascendente.

Dentro de los tres niveles de conocimiento que se tienen identificados, en la tercera posición se encuentra el Conocimiento Holístico, el cual comprende todo el concepto de una persona o de una cosa o de una idea, ya que incluye también los valores que se le pueden dar de manera independiente por cada uno de los entes y es lo que finalmente lo distingue de los otros niveles de conocimiento como son el conocimiento sensible y el conocimiento conceptual.

Cada una de las facultades sensoriales del hombre en la medida en que están activas. Si conocer es enfrentar la realidad, entonces, se puede decir que el conocer es un proceso a través del cual un individuo se hace consciente de su realidad.

El sujeto que conoce, el objeto de conocimiento, la operación misma de conocer y el resultado obtenido que no es más que la información recabada acerca del objeto. En otras palabras, el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del mismo y al verificar que existe coherencia o adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente, es entonces cuando se dice que se está en posesión de un conocimiento.

Dependiendo del grado de la relación que se establezca entre los elementos que conforman el proceso de conocimiento puede variar de un conocimiento científico, hasta un conocimiento empírico. Este último esta conformado por los productos provenientes de la captación intuitiva, de la captación sensible.

Es aquí donde tienen cabida el mundo de los mitos y de las supersticiones. Lo distingue su espontaneidad, lo que permite concluir que es producto de la ocasión, por lo cual no resulta de la planificación y mas bien puede ser subjetivo.

Cuando nos referimos al conocimiento científico, este concepto se relaciona con el de la ciencia, ya que posee elementos inherentes a ella, como su contenido, su campo y su método, además del hecho de presentarse como una manifestación cualificada, que la hacen distinguir de otros tipos de conocimiento.

Para Hesse un conocimiento podría considerarse como científico, sólo si está libre de prejuicios y presuposiciones, además, se deben separar los juicios de hechos de los juicios de valor. Sostiene que se debe alcanzar la neutralidad serena, imparcial y objetiva.

En el mismo orden de ideas, existe otra versión del conocimiento, a la que comúnmente se llama "Cosmovisión" o concepción del ser, asumiéndola como el principio y presupuesto de todas las cosas, la esencia de esta concepción antepone la percepción al saber, se fundamenta en que antes de identificar el objeto de conocimiento dentro de una categoría, lo percibimos como alguna cosa, un ser y este ser se antepone a las cosas que la lógica del lenguaje llama especie, género o categorías.

Según Alexandra Ramírez el conocimiento es un proceso por el que elevamos la conciencia, reproductivamente, una realidad ya de por sí existente, ordenada y estructurada.

También señala que actualmente se habla de que existen tres niveles diferentes de conocimiento: Sensible, Conceptual y Holístico.

Para Benito Almaguer Luaiza el conocimiento "holístico" es intuir un objeto captándolo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad.

El concepto "Holístico", significa: Relativo al "Holismo" y éste es la doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen.

Alexandra Ramírez explica que en el Conocimiento Holístico también llamado intuitivo, no hay colores, dimensiones ni estructuras universales como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra "holístico" se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición La principal diferencia entre el conocimiento "holístico" y conceptual reside en las estructuras.

Cuando un científico deslumbra una hipótesis explicativa de los fenómenos que estudia, podemos decir que ese momento tiene un conocimiento "holístico", es decir, capta al objeto estudiado en un contexto amplio en donde se relaciona con otros objetos y se explica el fenómeno, sus relaciones, sus cambios y sus características.

Para Julio Fuentes Chavarriaga el Conocimiento Holístico es una forma de saber que siempre ha estado al alcance de los más libres, aptos y capaces. Un conocimiento que nos lleva a desprendernos de paradigmas, complementando el conocimiento científico con la tradición y otras formas de buscar ciencia y conocimiento.

El paradigma Holístico se nutre a su vez de las siguientes teorías:

- Autopoiesis
- Biosemiótica
- Bootstrap
- Caos
- Cognitivismo
- Constructivismo
- Fractales
- Lógica borrosa
- Orden implicado
- Pensamiento Complejo
- Sinergética
- Sistemas Complejos
- Termodinámica de los procesos irreversibles

Medicina Holística Integral
Si el prefijo "holos" significa “totalidad” y el holismo es la doctrina que surge del concepto de totalidad, entonces la medicina "holística" es aquella que estudia y trata al ser humano como una totalidad, abarcando mucho más que el simple cuerpo físico.

El concepto de medicina alternativa o medicina "holística" significa que a la persona se le atenderá de una manera integral, es decir, en su cuerpo, mente y espíritu (energía).

Cuando nos enfocamos en un sólo aspecto, sea cual fuere, sólo el cuerpo o sólo la mente, o la energía, nuestros resultados no serán duraderos ya que estaremos descuidando otras partes importantes del ser que realmente existen.
De esta manera y con una visión mucho mas ampliada, debemos de contemplar tratamientos en los que se involucre un porcentaje para el físico (cuerpo) tales como la nutrición, el ejercicio y las pautas de sueño, otra parte para el buen manejo de las emociones y la actitud mental positiva mediante la programación neurolingüística, la meditación, el yoga etc.. y por supuesto la parte energética que involucra nuestra parte mas intangible como es el espíritu y para la cual podemos usar  terapias que se encarguen del flujo energético en el cuerpo tales como la acupuntura, el tai chi, el reiki etc.


Terapias Holísticas
La medicina alopática (medicina convencional) es la ciencia que busca prevenir, tratar y curar las enfermedades mediante el uso de fármacos, ataca solo las consecuencias, nunca las causas. Se basa en el principio de oposición, generaliza los tratamientos en planes standard y busca con sus medios terapéuticos la curación de la enfermedad. Digamos que la alopatía la fragmenta en porciones a ser cada una estudiada y tratada por un especialista diferente.  La medicina convencional disgrega al hombre como un ser total e integral, sin tener en cuenta que se trata de una unidad bio-psico-espiritual, quien puede sufrir tanto de uno como de otro plano.

La medicina "holística", abarca un conjunto de técnicas de diagnóstico y de medidas orientadas a la prevención y tratamiento de las enfermedades empleando recursos que refuerzan la tendencia autocurativa de nuestra naturaleza. El secreto de su éxito reside en dos claves: tratar de forma integral al paciente (no sólo prestando atención al órgano enfermo) y activar las defensas del organismo para favorecer una curación natural.

En el plano de lo terapéutico, el paradigma "holístico" ha realizado un aporte fundamental. Rompiendo con el monopolio de la medicina alopática sobre el tratamiento de las enfermedades, fueron surgiendo terapias que buscan la recuperación del estado saludable de equilibrio en la persona en sus múltiples dimensiones: física, fiosiológica, emocional, mental y espiritual. El ser humano ya no puede ser tratado como si fuera sólo una de estas partes, ni siquiera la mera suma de estas partes, sino en su totalidad. Por este motivo es de suma importancia el tiempo dedicado a conocer en profundidad las distintas dimensiones de la persona a ser tratada.

Hoy por hoy, la mayoría de los terapeutas complementarios aseguran practicar terapias "holísticas", sin saber muy bien lo que eso significa. Por otro lado, a un científico esto le suena a otro idioma. Y, sin embargo, resulta que no todo lo que es complementario es, a la vez, "holístico".

Hay quien dice que la palabra "holístico" provendría del inglés "holy", sagrado. Otros, más pragmáticos, dicen que la palabra es nueva y que define la globalidad mente cuerpo. Pero resulta que la palabra tiene su origen en el concepto de holografía. Si esas palomitas de las tarjetas de crédito que dependiendo de la luz y el ángulo con que se miren, cambian de posición y dan la idea de movimiento.

El proceso de la holografía es un proceso basado en la física y en el que se utilizan rayos laser múltiples para impresionar una placa con una imagen desde varios puntos de origen. Pero, para nuestros fines, lo que sirve para generar la idea de medicina "holística" es una propiedad que adquieren estas imágenes, y es que, al romper una holografía en dos o más pedazos, cada uno de ellos va a contener la imagen completa y no, como sería normal, una parte de ella.

Es decir, si tengo una holografía de una manzana y la rompo en dos, tres o cien pedazos, en vez de tener dos, tres o cien trozos de manzana, tendré dos, tres o cien manzanas, aunque de menor tamaño. Cuando tengo cien pedazos puedo comenzar a pensar en lo "holístico" de una forma de sanación.

¿Por qué? Simplemente porque cuando trato a un paciente de manera "holística" tengo que tener en cuenta permanentemente que, aunque esté tratando una parte muy pequeña de su cuerpo, las consecuencias se verán en la totalidad del organismo. Aún en el más pequeño músculo, hueso o tejido, seguirá presente la manzana completa. Con esto, lo primero que hay que olvidar es la disociación artificial entre la mente y el cuerpo. Después, habrá que integrar las emociones y el alma. La medicina alopática o convencional no es capaz de hacer esta unión y ahí surge con fuerza el concepto de medicina "holística".

El concepto comienza a aparecer con la New Age, pero se propaga más allá de sus fronteras e impregna a toda forma de medicina no alopática, lo que no es ni puede ser verdad.

Hay formas de medicina complementaria que son "holísticas" por naturaleza. Es el caso de la medicina tradicional china, del Reiki o de la hipoterapía. Hay un segundo grupo que tratan de demostrar su vocación "holística", como la aromaterapia, algunas formas de masaje e incluso la hipnosis.

Pero también hay un gran grupo de medicinas complementarias que no son ni pretenden ser "holísticas". Veamos algunos ejemplos.


El primero y más importante por su aceptación pública es la fitoterapia o medicina a través de las hierbas, plantas y productos vegetales. Cada hierba tiene una o más aplicaciones dependiendo de las propiedades de sus principios activos, y así, no se puede pretender que una hierba con principios activos de acción gástrica, diurética o respiratoria tenga efectos directos sobre todo el organismo.

Algunos dicen que cuando una hierba cura una enfermedad o malestar, se mejora el estado anímico y la vitalidad que viene dada desde el alma. Resulta que la curación de cualquier enfermedad, y con cualquier forma de medicina, lleva aparejada una mejoría en los estados de ánimo y en la vitalidad. Pero eso no es ser "holístico".

Si yo tomo Boldo (Peumus Boldus Mol.) por su acción colerética y hepatoreguladora, no pretendo que me cure otras dolencias. Quiero que funcione en el hígado y en la vesícula, aún sabiendo que eso tendrá efectos en lo que puedo y no puedo comer, y también en el funcionamiento de la totalidad de mi sistema digestivo. Pero no pretendo que sea "holística".

Otro ejemplo útil es el ayurveda, la medicina tradicional y sagrada de la India. Se trata de una medicina de alta complejidad, aunque guiada por patrones basados en su realidad y que no necesariamente coinciden con los de la medicina occidental.

La medicina ayurveda parte señalando las tipologías del ser humano a partir de los "tridoshas", Vatta, Pitta y Kapha, que definen desde el carácter hasta ciertos rasgos de la estructura fisiológica y la propensión hacia ciertas enfermedades. Pero, desde ahí en adelante, la medicina ayurveda desarrolla teorías y formas de tratamiento de acuerdo a los tipos de tejidos involucrados -los "dathus"- y genera especialidades médicas tan amplias y complejas como la toxicología, la fertilidad, la medicina interna, otorrinolaringología, psiquiatría y nutrición.

No es igual a la medicina alopática, aunque se parezca en algunas cosas, pero tampoco es "holística", aunque lo parezca en un principio. Sus tratamientos son focales y sus resultados son medidos por esa eficiencia en el foco de tratamiento.

Lo "holístico", entonces, es parte de la medicina complementaria, pero ambas expresiones no son sinónimas. Cuando nos ofrecen una terapia "holística" es mejor confirmar que lo sea, y en caso afirmativo, podremos también exigir resultados integrales u "holísticos".

Sin embargo existe otra tendencia que dice que hay más de muchos tipos de la medicina "holística" reconocidos, entre los que se pueden incluir algunos de los mencionados anteriormente como no pertenecientes a la medicina "holística". Por ejemplo: Ayurveda, acupuntura, la homeopatía, reflexología… Si se tiene en cuenta que el cuerpo es un todo y todos y cada órgano o parte es integral mezclado unos con otros, el concepto "holístico" es aplicable a métodos de sanación muy diferentes entre sí.

La sintergética, cuyo mentor es el Dr. Jorge Carvajal, adopta una mirada "holística" de la salud y la enfermedad. Es una concepción de vida y a la vez un sistema médico, que trabaja con distintas disciplinas y filosofías de la salud, en forma colaborativa y armónica entre sí, con la finalidad de que el paciente, que está en esa instancia de aprendizaje que llamamos enfermedad, encuentre las claves que le permitan conectarse con su alma, y desde su alma, genere los procesos restitutivos y sanadores que su cuerpo requiere.

Claudio Méndez nos dice que la sintergética consiste en buscar lo mejor de muchos paradigmas de salud, ofrecérselo al paciente a través de cualquiera de esas técnicas, para que él logre elevar sus ojos a su alma, entendiendo que ahí reside la fuente más profunda de la sanación. La idea es lograr encontrar, a través del arte que sea, llámese acupuntura, terapia floral, mercaba, geometría sagrada, etc., los resonadores para que el ser que está en esa instancia de aprendizaje que se llama enfermedad encuentre claves que le permitan conectarse con su alma, y desde su alma generar los procesos restitutivos y sanadores.

En el marco de la curación "holística" nos encontramos la Nueva Medicina del Dr. Hammer, quien encontró que cada enfermedad se origina de una experiencia traumática inesperada. Él estableció que tal choque repentino afecta no sólo a la psique, sino también al mismo tiempo a la parte del cerebro que corresponde biológicamente al trauma específico. Que el cuerpo responda al evento inesperado con un crecimiento tumoral (cáncer), con una degeneración tisular, o con una pérdida funcional, está determinado por el tipo exacto de conflicto traumático.

Alejandro Jodorowsky defiende que sanar es un arte y que para comprobar si un determinado método es válido o no, basta con ver los resultados. Si te has curado, ha sido válido para ti. Lo importante no es estar “tratado”, sino que la enfermedad sirva para llegar a una verdadera transformación y salgamos de ella como de una resurrección.

Lo interesante de la medicina "holística" es que no disgrega al ser humano, sino que lo trata como lo que somos un todo con distintas partes física, espiritual, mental, emocional, y que a través de la enfermedad que se manifiesta en el cuerpo, se nos está avisando que a nivel emocional o espiritual o mental tenemos un conflicto sin resolver, y que trabajando a todos los niveles, sanaremos no solo el cuerpo, sino todo nuestro ser, logrando el equilibrio y la armonía.

La manera mas profesional de trabajar estos aspectos es conjuntamente a otras terapias que pueden ser la nutrición, el naturismo, la alopatía e incluso  la psicoterapia, ya que lo que se pretende es atender a la persona en todos los ámbitos para que así pueda lograr una sanación real y duradera.

El estrés y el inadecuado manejo de nuestras relaciones con el entorno y con las personas es hoy en día una de las principales causas de enfermedades y descontroles físicos, por lo cual, el contemplar las medicinas alternativas como coadyuvante en cualquier tratamiento, le dará a las personas la posibilidad de encontrar resultados de una manera más rápida y completa que abarque, no sólo sus síntomas físicos, sino el adecuado control de sus estados de ánimo, tan importantes para mantener una buena salud y una buena actitud en la vida.

Debemos de entender que la medicina es preventiva no correctiva, por lo que todos debemos de aprender a vivir integradamente, incluir una buena dieta alimenticia, hacer yoga o tai chi para relajar el cuerpo y el espíritu, meditar por lo menos una vez al día, saber acallar la mente y, sobre todo, aprender a agradecer lo que tenemos.

A continuación se menciona la manera de trabajar de algunas de ellas para dejar mas claro este concepto.

La homeopatía  se encamina directamente a las emociones y la mentalidad de las personas y por ende tiene repercusiones en nuestro cuerpo, es un sistema de curación energética que cura "lo mismo" con "lo mismo", es decir, trabaja con la similitud de los padecimientos, para este efecto se usan las tinturas y las dinamizaciones de plantas, animales, venenos y sustancias del propio cuerpo, entre otras, y dependiendo de la potencia que se utilice será su profundidad de acción siendo ésta desde síntomas físicos, hasta pautas de conducta y de personalidad. Goza de una gran aceptación por enfocarse en el enfermo y no en la enfermedad.

Las flores de Bach, flores amigas, se encaminan directamente en los estados emocionales del individuo y su campo de acción es sutil y profundo ya que trabajan con las virtudes que la persona necesite para enfrentar sus desequilibrios, no tiene efectos secundarios y son muy seguras de usar por niños, bebes recién nacidos, embarazadas y ancianos.

El Reiki es un método de sanción japonés por medio de la imposición de manos en el cuerpo y cuyo fundamento es lograr el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu por medio de la energía universal, por medio del contacto físico sutil al equilibrar los campos electromagnéticos del ser.

Esta técnica está reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y se aplica en multitud de hospitales, tanto públicos como privados en diferentes países, como Estados Unidos, Inglaterra o España.

La acupuntura es la inserción de finas agujas en determinadas zonas o puntos del cuerpo con el fin de equilibrar los distintos desordenes energéticos que conducen al ser humano a enfermarse. Además al utilizar esta terapéutica se generan en el cuerpo una serie de sustancias como son las endorfinas (analgésicos naturales del organismo) los cuales ejercen una función de relajación inmediata, por lo cual es un magnifico tratamiento en la prevención y corrección del estrés.

Se mantiene activo el sistema inmunológico gracias a que las células defensoras (linfocitos) salen a la superficie cuando se inserta un agente extraño en el cuerpo (en este caso las agujas).

Esta terapéutica está reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como una de las técnicas mas efectivas en la clínica del dolor y para el tratamiento del estrés.

FUENTES:
El Pensamiento Holístico-Sistémico y la Formación Permanente
Conocimiento Holístico
¿Qué es realmente ser "Holístico"?
Medicina Alopática, Medicina Holística
Medicina Holística Integral