jueves, 19 de abril de 2012

Autoterapia Artística


“La pintura es una poesía que no se ve y no se oye,
y la poesía, una pintura que se oye y no se ve”.
(Leonardo da Vinci)










Ya desde niña, mis aficiones e inquietudes actuales empezaron a manifestarse motivada, tal vez, por mis circunstancias personales, dado que no tenía contacto directo con niños salvo en horario escolar. En una época sin ordenadores personales, ni video-consolas; cuando la televisión empezaba a hacer su aparición en los hogares y, aun disponiendo de ella, la programación infantil era muy limitada; en un tiempo en que los niños jugaban con otros niños y no permanecían asidos a un teclado o mando a distancia, solitarios frente a monitores y pantallas ¿cómo llenaba un niño de mi generación su tiempo libre? ¿Cómo se relacionaba con alguien que pensara y actuara como él, que vibrase con un juego con la intensidad que sólo los niños saben sentir? ¿A quién le contaba sus sueños, sus alegrías y tristezas, sus miedos y sus dudas sabiéndose escuchado y comprendido?


Aunque no dispuse de gran cantidad de juguetes, algo normal por entonces y que ahora agradezco a mis padres, no negaré que tuve, como cualquier niña de mi tiempo, muñecas con las que jugaba a las "mamás" y "cacharritos" para "cocinitas". Sin embargo, esos juegos me resultaban repetitivos y, al jugar en solitario, acababa aburriéndome con ellos. Por eso, encontré el aliciente de las manualidades, el dibujo y la pintura, la lectura y la escritura... actividades que se realizan en solitario. Con estas actividades mi imaginación volaba, me expresaba con las manos, con colores, con las palabras que leía y escribía aquello que, de otro modo, me habría resultado difícil transmitir y compartir salvo con ese amigo imaginario que tampoco llegué a encontrar acaso por mi prematura madurez y racionalidad. Así, sin saberlo, mientras desarrollaba mis capacidades y modelaba mi personalidad, comunicaba mis sentimientos y me evadía del silencio de mi pueril soledad. De esta suerte, mi mundo interior me hizo las primeras invitaciones para adentrarme en él; proposiciones que gustosamente acepté para tratar de hacerme amiga de alguien y, más allá de serlo de mí misma, de lo que yo podía encontrar oculto a mis propios ojos.


Fueron pasando los años mientras aquellas aficiones de la infancia se mantenían aun sin prestarles demasiada dedicación, pues, al ir adquiriendo y asumiendo mi libertad e independencia, llegaron nuevas actividades y relaciones que llenaban mi tiempo y mi vida. No me vinculé directamente con ellas asistiendo a talleres literarios; no asistí a clases de pintura, ni seguí ningún curso de manualidades, como tampoco estudié Bellas Artes u Oficios Artísticos. Mi camino profesional se orientó hacía el pragmatismo tecnológico, a pesar que, desde mi punto de vista particular, éste no deja de tener su aspecto creativo.


Las cargas y obligaciones acabaron por enviar aquellas aficiones infantiles al baúl de los recuerdos, aunque, empolvados, se mantuvieron en estado latente hasta un momento en que, ya entrada en la madurez, mi estabilidad emocional se debilitó temporalmente por esas eventualidades que a todos nos suceden de una otra manera y en una u otra coyuntura; esas que hacen que nos demos cuenta de lo olvidados que estamos de nosotros mismos porque, inconsciente e involuntariamente, la responsabilidad se nos ha impuesto, nos ha absorbido hasta esclavizarnos, tanto como ese otro término que tan arraigado llevamos como es el "deber" y que, en mi cotidianeidad, intento sustituir por otro menos condicionante, no por ello menos limitador, como es "compromiso".


Comencé a pensar en la parte de mi vida que ya se había consumido y esto me llevó a hacer balance sobre ella, a preguntarme por el sentido y valor auténtico de los resultados obtenidos y esperados, a cuestionarme mi propia satisfacción y evolución personal. Mi proceso de introspección me llevó al pasado, a recordar aquellos sueños juveniles por los que nunca luché dejándolos agonizantes a merced del olvido. Imaginé y reflexioné, con la perspectiva del tiempo y mi conocimiento existencial, sobre el rumbo que habría tomado mi vida si no los hubiese dejado desamparados al enrolarme en la tripulación del barco de lo establecido, de lo convencional, sistemático y "debido". Me hice demasiadas preguntas para las que no hallé respuestas, pero sí llegué a una conclusión: me había olvidado de mí misma hasta el punto de no saber dónde me encontraba y quién era yo. Fue entonces cuando encontré una brújula que me ayudó a encontrar el camino de vuelta para reencontrar mi mundo y mi ser interior; siempre había estado ahí, pero desdeñado desde hacía años. Subí al desván de mis recuerdos, abrí el baúl y allí continuaban esperándome mis aficiones infantiles.


Volví a expresarme por escrito. A medida que mi racionalidad, mis sentimientos y mis emociones conversaban con el papel, se iba creando una comunicación más íntima e intensa entre ellos. Mientras me dejaba llevar escribiendo libremente, soltaba lastre y me evadía de mi crisis existencial y emocional, al tiempo que el lápiz comenzaba a darme las respuestas que anteriormente no encontraba a pesar  de haber estado siempre en mi interior, sólo bastaba saber buscarlas adecuadamente. Mi mente y mi espíritu se limpiaban, se serenaban, se reconciliaban y se equilibraban.


Tomé pinceles, colores y lienzos; marqué trazos y llené telas de colores que hoy decoran las paredes de mi hogar con la satisfacción de saber que son mis pinturas originales, cargadas de mi propia creatividad, sensibilidad y emotividad. Cada una representa un instante, una experiencia, una emoción. Unas son alegres, otras tristes, unas mejores, otras peores, pero todas son la manifestación de un íntimo sentimiento o de una vivencia personal. Con su elaboración y durante su desarrollo, la ansiedad y el estrés se frenaban, me relajaba, expresaba gráficamente algo que difícilmente se puede describir y transmitir; al igual que con mis textos, mi razón y mi emoción se serenaban y podían convivir sin disparidad.

Seguí poniendo en práctica otros caminos de expresión que fueron positivos y contribuyeron a reducir el estrés, alcanzar el sentimiento de satisfacción por los resultados obtenidos y con ello a elevar mi autoestima, a reducir emociones negativas, a esclarecer y poner en orden las ideas, cambiar conductas y, por tanto, a mantener mi estabilidad emocional y a mi desarrollo personal. En resumen de lo que yo definiría como "terapia creativa de autoayuda".

Mis textos ya los vais conociendo a través de la lectura de mis artículos en el blog, pero ahora, me voy a tomar la libertad de compartir con vosotros una de las pinturas más especiales realizadas por mí. Fue la motivación para representar lo que me conecta con el mundo de la meditación y la energía, fin con el que lo utilizo. Ha impactado a muchas de las personas de mi círculo cuando lo han visto conlgado en una de mis paredes. Me tuve que esforzar mucho para lograrlo, por su gran cantidad de detalles y meticulosidad. El resultado fue que obtuve una gran serenidad a medida que iba dando color con el pincel a cada uno de sus pequeños detalles. Obtuve la sasisfacción de ver representado de principio a fin el objeto que yo justamente quería materializar, máxime considernado que partí de un boceto que yo misma confeccioné. Es mi "Mandala":

Ó Ana Molina. "Mandala"
(acrílico sobre lienzo)
- Todos los derechos reservados -
- Prohibida su reproducción -

Pero no ésta no fue la única vez que tomé los pinceles, porque uno de mis primeros trabajos fueron dos pinturas étnicas que os muestro a continuación, que forman parte de una colección de más de 40 trabajos finalizados. Puesto que, hasta el momento, no es mi intención dedicarme profesionalmente a la pintura, no cuestiono la calidad artística de ninguno de mis trabajos, simplemente considero su valor desde la perspectiva de la capacidad creativa que me permite manifestar emociones y sentimientos.

Ó Ana Molina. "Africanas"
(acrílicos sobre lienzo)
- Todos los derechos reservados -
- Prohibida su reproducción -

Hasta aquí, este artículo, podrá parecer la narración de un capítulo de mi biografía, mas no es mi intención difundir vivencias personales que os podrán dejar, cuanto menos, indiferentes. Lo que pretendo es ejemplificar, compartiendo mi experiencia personal, la utilidad de las terapias que emplean los medios plásticos como medio de liberación y expresión personal.


Los beneficios del arte como método de expresión del ser humano es un proceso que se inició hace miles de años y sus primeras manifestaciones se podrían encontrar en las prehistóricas pinturas rupestres que manifestaban sus procesos vitales. Con la manifestación artística aflora el mundo emocional y subsconciente, por lo que la libertad de expresión plástica puede ser considerada como una actividad curativa.

El arte atiende a las  funciones básicas del ser humano, como la espiritualidad y los afectos entre otras, siendo la actividad artística, un rasgo característico de todas las sociedades y de cada una de las culturas. De siempre, las manifestaciones artísticas han simbolizado los aspectos personales y culturales de su desarrollo. El proceso por el cual esto ocurre, en el fondo y en cierto modo, sigue siendo aún un misterioso.


El arte refleja las tendencias internas de la sociedad  y  es el ámbito idóneo para el desarrollo de la expresión personal y  de la comunicación, con uno mismo y con los demás. Es un método para ampliar el alcance de las experiencias humanas, para desarrollar la intuición y los procesos sensoriales.  Es un área donde las experiencias pueden ser elegidas, variadas y repetidas a voluntad.  Ésta  característica es,  justamente, una de las que convierte a la actividad artística, en un medio apropiado para trabajar en terapia:  la posibilidad de  variar, repetir y hasta destruir a voluntad la propia obra,  como representación de otros procesos.


Durante la Segunda Guerra Mundial, Adrian Hill, un artista convaleciente en un sanatorio, comenzó a pintar para libe­rarse de la nostalgia, el aburrimiento y los malos recuerdos. Posteriormente, comenzó a compartir con los otros enfermos, los reconfortantes efectos de su actividad creativa, quienes comenzaron a dibujar y a pintar las  terribles escenas vividas en el frente. Con esta tarea lograban comunicar su sufrimiento. Más tarde, en 1946, Adrian Hill se convirtió en el primer terapeuta artístico que trabajó de forma remunerada en un hospital.


A partir de entonces, se sucedieron investigaciones y trabajos que ahondaron en el tema, como las de Edith Kramer, quien publicó en 1958, su libro "Terapia a través del arte en una comunidad infantil", describiendo la experiencia de rehabilitación, a través del arte,  practicada con  niños problemáticos de barrios marginales de  Nueva York en un centro educativo de internamiento.

El interés, hacia fines del Siglo XIX, de psiquiatras europeos por las producciones plásticas de pacientes mentales se hizo creciente y aquí destacó el aporte de Hans Prinzhorn, psiquiatra vienés, que consideraba la motivación creativa como una motivación básica de la especie humana y que toda creación albergaba un potencial de autosanación. Creó la Colección Prinzhorn, que alberga las obras de pacientes mentales de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Heidelberg.


Según John Henzel (terapeuta artístico):

"podemos ocultar un estado interior y con diversos grados de autoconciencia eliminar su plasmación en una conducta o podemos revelarlo. Si lo revelamos, podemos hacerlo de dos formas características: como expresión directa o en forma de representación".

En "Terapia Artística" las imágenes pueden ser un puente hasta el lenguaje; como dijo Jung, "la persona al pintar se da forma a sí mismo".


Aunque comienza a conocerse más cada día, la terapia artística está  todavía poco desarrollada en España.  Los primeros estudios realmente serios en esta especialidad corresponden a los programas ofrecidos por la Universidad de Barcelona y actualmente el Master en Arte Terapia que se desarrolla en Madrid, en la Facultad de Educación de la Universidad  Complutense desde el curso lectivo 2000-2001, así como cursos sobre el tema en la Universidad de Granada.

Sin embar­go en los países que ya tienen una cierta “tradición” como Estado Unidos, Gran Bretaña o Francia, ha existido un paulatino ascenso y consolidación de estudios universitarios, generalmente de postgrado, como cursos y masters de especialización.   Se puede decir que en la actualidad esta disciplina goza de un amplio reconocimiento  profesional en éstos y otros países,  con investigaciones, congresos y publicaciones del sector.  Las prácticas y los tratamientos se realizan  tanto en  instituciones sociales o centros sanitarios como en  el sector privado.


Luego, este artículo es una invitación a todos aquellos que sientan la necesidad de expresar y liberar pensamientos, emociones y sentimientos a través de la representación artística, ya sea a través de la poesía, la escritura de su propia autobiografía o de sus reflexiones internas, de dibujar su autorretrato o de pintar ya sea un paisaje o un cuadro abstracto que represente toda su emotividad. Sus creaciones podrán tener o no calidad  artística ya sea literario o pictórica, por ejemplo, pero no se trata de obtener un espacio en una galería de arte moderno o de publicar un bestseller, sino de buscar una vía de escape a nuestra psique, no negando ninguna parte de nosotros mismos, o, como dijo el filósofo Pániker:


“Nunca más negar la parte oscura de mí mismo. Dejar hablar al cuerpo y al entorno. Dejar que todo eso que soy, y que me trasciende, se diga a sí mismo. Supongo, pues, que éste va a ser un ejercicio exploratorio y automático, la tan traída catarsis, desbloquear la mismidad, salir del ego amurallado, ejercicio de autocrítica, autoanálisis o, mejor, transanálisis, revisión de mi aparato teórico. Toda mi vida ha necesitado teoría. Porque toda teoría conducida hasta su límite es experiencia. Y viceversa.”


La aplicación de estas "técnicas" o terapias está especialmente indicada en aquellas personas que tienen una dificultad inconsciente para la expresión verbal o bien la dificultad para expresar mediante la palabra sus pensamientos, como es el caso de los niños.
También es aplicable a todas aquellas personas que deseen tener un conocimiento mas profundo de su personalidad y a aquellos grupos sociales que necesiten una actividad curativa o de terapia.

En su finalidad, autoayuda y terapia van de la mano. Autoayuda no significa renunciar a buscar ayuda de otros o a trabajar con un profesional, al igual que el estudiar en casa no significa ignorar los planes de estudios publicados y aceptados o evitar el contacto con tutores profesionales.


La autoayuda supone hacernos cargo de nuestro propio bienestar, ser un consumidor de servicios responsable e informado, y aceptar la responsabilidad de las elecciones e intervenciones realizadas y de las decisiones consistentes en tomar uno u otro camino. Hay muchas ocasiones en las que la terapia o la consulta es exactamente lo que se necesita en un programa efectivo de autoayuda.


Para muchas personas es más fácil expresar los sentimientos y las emociones a través de imágenes. A veces, las imágenes son capaces de expresar lo que el pensamiento consciente no puede. Las imágenes son los primeros depósitos de la experiencia y con una representación se puede evidenciar ese contenido. La creación artística es otra forma de hablar o escribir, mediante metáforas pictóricas, mediante símbolos.


“…sólo mediante el arte podemos salir de nosotros mismos, saber lo que ve otro de ese universo que no es el mismo que el nuestro, y cuyos paisajes nos serían tan desconocidos como los mundos que pueda haber en la Luna. Gracias al arte, en vez de ver un solo mundo, el nuestro, lo vemos multiplicarse, y tenemos a nuestra disposición tantos mundos como artistas originales hay, unos mundos más diferentes unos de otros que los que giran en el infinito.”
(Proust)

Hay que dejarse llevar y no temer al papel en blanco o al lienzo inmaculado. Los ejercicios pueden ser tan simples como colocarse en una situación cómoda, rebajar la luz, buscar una música relajante de fondo, cerrar los ojos y dejar que la mente vague. Permitir que en el viaje de la mente surja una experiencia en el conjunto de nuestras vidas o de la vida de otro que nos provoque el interés, curiosidad, sentimientos intensos, perplejidad o inquietud… A partir de ahí, de manera metafórica, se puede comenzar a narrarlo desde cualquier punto del suceso sin importar el orden de la narración, la ortografía o la objetividad, ya que todo es producto de nuestra libre imaginación y, precisamente se trata de eso, de dar libertad a nuestra mente para que se exprese a su antojo sin restricciones, sin reprimirla o coaccionarla. Si se prefiere dibujar o pintar, basta con repetir la misma situación y comenzar a dar forma y color a un papel o lienzo en blanco.

Se trata de buscar sólo buscar sólo el volcar lo que vamos sintiendo y pensando. Hay que dejarse llevar por los pensamientos y emociones más íntimos y que sentimos en mayor intensidad, quizás esas cosas que no nos atrevemos a decir en alto… No hay que valorar su calidad, no hay que analizar lo que estamos creando, eso ya podremos hacerlo más tarde, una vez finalizada la creación de nuestra mente, percibir cómo nos hemos sentimos con el desarrollo de nuestra creación, cómo nos sentimos con el resultado obtenido; pensar en la razón a la que responde aquello que hemos materializado y profundizar tanto como deseemos en los matices en los que más énfasis hemos... en todo aquello que te ayude a reflexionar, comprender y mejorar, pero ante todo, sentirte satisfecho y realizado por haber sido capaz de plasmarlo sin juzgar su valor artístico.


Podemos mostrarlo a personas de nuestra confianza o reservarlo para nosotros únicamente, guardándolo en un sitio especial e incluso llevarlo a algún lugar lejano y dejarlo perdido o depositado en algún escondrijo, incluso destruirlo a voluntad si se considera que con ello se van a eliminar todos esos miedos, traumas y dolores "atrasados" que arrastramos con el objeto de crear, llamémoslo así "un ritual de liberación emocional".

Sucede a veces que, en un momento de gran felicidad, alguien decide hacer arte. No obstante, en esos momentos, los más suelen preferir disfrutar del exterior a atrincherarse en el taller, aunque más tarde ese disfrute externo puede ser llevado al interior en un movimiento muy productivo para el desarrollo personal. En cambio, ante los problemas, ese taller es como una cueva maternal donde refugiarse e intentar sacar de las profundidades hacia afuera la bola que asfixia. Cuando se consigue, e incluso en el proceso, se alcanzan momentos intensísimos. Cierto que a veces los problemas desbordantes producen un bloqueo creativo que impide se lleve a cabo el deseo de crear, o el golpe es tan profundo que todos los deseos quedan dormidos. En general al ser humano, en su momento creativo, suele no satisfacerle la realidad y eso lo empuja a buscar nuevos conceptos. Para otros creadores el mundo ofrece tanta novedad, amplitud de datos y contradicciones que precisan poner orden en el aparente caos del mundo, procesando la realidad por un medio alternativo: el arte, donde cabe lo no lógico e incluso lo delirante.

Es difícil que una historia así se resuelva sólo con la válvula de escape. Ante problemas gigantescos no hay soluciones mágicas ni sencillas y, mucho menos, que ataquen sólo un lado del problema. Nadie pretenda que escribiendo o pintando resolverá una psicosis o una depresión profunda, pero, indiscutiblemente, si es un ejercicio que libera y motiva, siempre resultará de gran ayuda para resolver el problema.

Puede haber con frecuencia en el arte un auxilio para los problemas o para la angustia de lo no comprensible. El arte es, así, instrumento que acerca a la homeostasis, al equilibrio, que permite vivir en lo real. Un analgésico o una dosis baja o discontinua de un medicamento adecuado, no calma todos los dolores ni cura el mal, e incluso personas que no acusan los beneficios de la medicación, en cambio sí cargan con todos los efectos secundarios. El arte también tiene sus indicaciones, sus posologías y sus excepciones. Y el arte puede tener efectos secundarios. Uno de ellos es que puede proporcionarnos una realidad alternativa de la que no queramos o podamos salir. Puede darnos un lenguaje secreto y privado que haga que perdamos la capacidad de comunicarnos con el lenguaje estándar de los otros. Puede aislarnos e incluso comernos. El arte no es la panacea. El estado psíquico de base del artista, su historia personal, la naturaleza de sus problemas y otros tantos accidentes harán que funcione de una manera en unos y de otra en otros.


A continuación os presento el programa Nº 89 de "Redes", dirigido por Eduard Punset, en el que nos habla sobre "Los Secretos de la Cretividad" que considero interesante para quienes quieran fomentar tus dotes artísticas y creativas.


¿Te animas a probar? Seguro que el resultado no te defraudará. Si fallas a la primera, vuelve a intentarlo, tomando la experiencia obtenida en tu fracaso anterior y así sucesivamente hasta que alcances a expresar lo que realmente deseas y con cuyo resultado te sientas orgulloso y satisfecho de ti. No sólo habrás fomentado tu imaginación, habrás liberados tus bloqueos mentales, sino que tu autoestima se habrá elevado considerablemente, en decir, te sentirás más realizado.


Ó AnA Molina (Administrador del blog)


Terapias Basadas en la Creatividad


“Lo vivido es la fuente que irriga las ficciones”.
(Vargas Llosa)

Aquí os presento unas alternativas para llevar a cabo una terapia que se ajuste a vuestras necesitades de expresión artísitica, para modificar vuestras conductas y entrar en acción. Sólo vosotros podéis decidir si os agrada alguna y más allá de esto, si creeis en ellas y estáis dispuestos a dar el paso para vuesta mejora personal.

ARTETERAPIA


La terapia a través del arte, conocida como "Arteterapia", "Terapia artística", "Terapia Creativa" o "Terapia Configurativa", parte de la idea de que el proceso creativo ayuda a las personas a resolver conflictos y a controlar el comportamiento. Consiste en el uso de las artes visuales con fines terapéuticos para recuperar o rehabilitar a individuos que padecen dificultades físicas y/o mentales. Se basa en la idea de que las representaciones visuales, objetivadas a través del material plástico, contribuyen a la construcción de un significado de los conflictos psíquicos, favoreciendo su resolución. La representación plástica sería, desde este punto de vista, un proceso de construcción del pensamiento.

Concede gran importancia a la creatividad, bajo el supuesto que su desarrollo favorecería el surgimiento de soluciones creativas en otras áreas de la vida, poniendo énfasis en la creación espontánea, sin importar el grado de pericia plástica, con un objetivo más bien expresivo, desarrollando el potencial creativo y expresivo de la persona para su búsqueda de estilos de vida significativos, promoviendo su bienestar físico, mental y espiritual mediante la expresión de sus sentimientos, pensamientos e ideas de una forma plástica creativa, haciendo sus propias interpretaciones del arte y encontrando sus significados propios.

Al mismo tiempo sirve para el desarrollo de las habilidades interpersonales, reduce el stress, aumenta la autoestima, la autoconciencia y la consciencia del entorno,  la coordinación motriz; puede ayudar a  desentrañar traumas profundos como fobias,  complejos infantiles, instintos agresivos  o relaciones conflictivas; sirve como método auto exploratorio de la propia personalidad y contribuye al desarrollo personal Además, sus cualidades terapéuticas pueden resultar equilibradoras, satisfactorias y relajantes.

El arte para muchas personas representa una catarsis en la cual se pueden diluir muchos problemas y este es el objetivo de la arteterapia y no el las Bellas Artes, que no es otro que la consecución de una buena  obra de arte, lo que significa que el producto final es un fin en sí mismo y la valoración estética de gran importancia. Sin embargo este tipo de terapia, trasciende lo puramente estético, si bien estas cualidades pueden llegar a ser importantes, lo  fundamental en el  arte terapia es el proceso que utiliza la persona para comunicar su interioridad, puesto que el arte se utiliza como un lenguaje de comunicación no verbal especialmente adecuado para que surjan procesos mentales, a veces inconscientes. Del mismo modo que ocurre con el sueño, la imagen plástica es la forma en la que el individuo se libera de lo que Freud denominó "censor de la mente". Por ser la actividad artística un sistema  de comunicación menos usual,  el significado de las imágenes inconscientes  escapa casi siempre al mismo protagonista y surgen con mayor libertad, al no poder ser censuradas y reprimidas por la mente consciente. Por todo esto, resulta obvio que no está dirigida sólo a  potenciales artistas  o  a  quienes muestran un interés y un talento natural en el ámbito artístico, sino a todo aquel que presente problemas psicológicos o psiquiátricos, así como para toda persona que desee explorarse a sí misma y expresarse por otros medios más allá de la comunicación verbal. Luego, está dirigida a todas las personas, sin excepción. Para algunos tendrá connotaciones  más estéticas, para otros más expresivas o más comunicativas,  para todos la posibilidad de conocerse más y sentirse mejor.

Puede fortalecer la confianza en uno mismo, no sólo por sentirse personalmente satisfecho con la propia realización, sino también por el hecho de que la pintura sea elogiada y respetada por los demás.  Este es un importante motivo por el cual las consideraciones estéticas, si bien no son el objetivo principal,  no deben tampoco descartarse, sino fomentarse, en la medida de lo posible, de manera que no sean objeto de frustraciones.

No hay que confundirla con la terapia ocupacional, de la que se hablará más tarde, ya que este tipo de terapia atiende más a objetivos educativos y productivos.  En la terapia artística,  los objetivos pueden llegar a ser psiquiátricos o psicológicos y de rehabilitación personal ya que, a diferencia de la primera, en arteterapia se trabaja también sobre los procesos del  inconsciente.

Aunque el sonido no es muy bueno, a continuación os presento un video de una entrevista realizada a Anna Freijomil sobre el articulo escrito en la revista EMT, elmundodelasterapias,com donde nos habla sobre Arteterapia, una terapia que nos ayuda a crecer, el cual viene a confirmar las palabras anteriores:


Como dicen que "como muestra vale un botón", para que os hagáis una idea de las representaciones que se llevan a cabo a través de la arteterapia os preento una pequeña muetra de todo lo que podemos ser capaces de obtener de nuestra libre espontaneidad creativa sin más pretentsiones que el sentirmos bien con nosotros mismos:



LITERAPIA

La “Literapia” o “Terapia Literaria” propone el uso de la lectura (en este caso se conoce más concretamente por el nombre de "Lectoterapia") y la escritura como instrumento que, no sólo proporciona placer y un mayor conocimiento de cuanto nos rodea, sino que tiene un poder curativo a nivel psicológico, que "ayuda a curar el alma". Es el arte de escribir lo que nos dicta el inconsciente.
En muchas ocasiones es muy difícil o demasiado doloroso comunicar con palabras determinados conflictos, sentimientos o traumas del pasado. Quizás se trate de un estado interno desagradable, una angustia que no se sabe con certeza de dónde proviene, una sensación de desasosiego, de insatisfacción, temor, incertidumbre…o  de una conjunción de dichas sensaciones. Sea lo que fuere, es muy difícil llegar a sanar esas viejas "heridas del alma" si se mantienen ocultas, sin prestarles atención, tratando de poner un tupido velo sobre ellas, porque al tratar de evitarlas, se consume una gran cantidad de energía que provocan un fuerte desgaste mental y emocional que puede llegar a repercutir incluso en nuestra salud física, manifestándose a través en la somatización de enfermedades, todo con la intención de mantener los conflictos bajo un aparente control, ya que resurgirán por otras vías: alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas), stress, ataques de pánico o de ira, etc., por lo que es necesario aprender a manejarlos y resolverlos.

Escribir sobre un determinado problema es una forma de trabajar en él, asimilarlo, descubrir nuevos aspectos que se nos habían escapado y sacarlo al exterior, de forma que al objetivarlo se pueda mirar desde fuera. No obstante, la realización de este ejercicio puede ser muy emotivo, por lo que requiere de cierta predisposición psicólogica para llevarlo a cabo, que conlleve concienciación, convencimiento, necesidad y deseo de narrarlo libremente, porque exteriorizar determinados traumas, vivencias o sentimientos, puede producir un sufrimiento añadido al someterse al proceso de recordar acontecimientos que causan dolor, aún así, ese dolor será sanador por su efecto liberador.
 

La poesía, las reflexiones o pensamientos personales, los cuentos o las novelas, por ejemplo, constituyen también una forma efectiva de indagar en el inconsciente y sacar de a la luz nuestra realidad mediante narraciones de acontecimientos nuestros o de la percepción que tenemos del mundo que nos rodea, descripción de sucesos o por el análisis de determinados hechos. Convertir las distintas facetas de nuestra personalidad en personajes de un relato constituye una buena forma de conocerlas mejor y de integrarlas, convirtiendo al escritor en un ser artístico, creativo y dispuesto a vivir con mayor alegría y satisfacción, sintiendo que sus textos y sus personajes cobran vida propia. Todo esto distancia del conflicto lo necesario como para poder observarlo de una manera más objetiva y menos emotiva, abandonando la imagen idealizada que tenemos de nosotros mismos, de manera que se puede analizar la forma de enfrentar problema para superarlo y vencer el dolor o daño que produce. Cualquier escrito se entiende como un expresión del "yo".

Freud destacó la importancia de la escritura en la terapia y la usó, por ejemplo, para las asociaciones escritas en torno a los sueños. Jung orienta la escritura en la misma dirección del desarrollo personal, la creatividad y la integración. Otros como Pers, Hafferline o Goldman han sabido ver en el acto de escribir un método excelente para la mejor comprensión de los problemas, las crisis o los trastornos emocionales. Con frecuencia los escritores han planteado la posibilidad de escribir, de utilizar la escritura narrativa de ficción, como un escape para poder reordenar la experiencia cuando en la “realidad” esta experiencia se muestra como algo muy resistente al cambio y muy difícil de ordenar y controlar. En relación a esto los alemanes han desarrollado una interesante iniciativa: Decir lo indecible es un proyecto sobre los testimonios escritos por los supervivientes de los campos nazis. El departamento de filología románica de la Universidad de Salzburgo estudia los testimonios escritos por supervivientes españoles, italianos y franceses del campo de concentración de Mauthausen y sus campos anexos. Los autores de semejantes textos se ven enfrentados a la dificultad de tener que reconstruir sus vivencias desde la distancia temporal. El impulso de redactar las experiencias es la necesidad de dar testimonio con el fin de impedir que lo sucedido sea olvidado y para comprender el propio sobrevivir. Pero el escribirlo plantea el problema de la «decibilidad de lo indecible» porque lo acontecido, en su atrocidad, parece inabarcable a la verbalización y al entendimiento. El proyecto pretende analizar el sentido y los valores emocionales y tener como apoyo de este análisis el lenguaje, estilo narrativo, estrategias de literarización, intertextualidad, etc. en relación con la edad, el sexo, el nivel cultural, la procedencia y la profesión de los autores/as.

Escribiendo insistentemente sobre un recuerdo negativo podemos llegar a perpetuarlo como algo más amenazante de lo que nunca en realidad fue o como algo mucho más benigno. También hay múltiples experimentos que demuestran que la exposición, graduada, controlada y segura a un estímulo negativo provoca la perdida de intensidad en su significado por habituación. Por esto, hablar y escribir de los hechos negativos puede suponer un alivio, sobre todo si va acompañado del trabajo previo, posterior o simultáneo de reencuadrarlo o reestructurarlo en un contexto más positivo.
El proceso de escribir implica de diversa manera a ambos hemisferios, con lo que el trabajo se puede considerar completo, al permitir el aprovechamiento de todas nuestras capacidades. De un lado el hemisferio izquierdo llevará un trabajo analítico-lógico de nuestro pensamiento y de otro lado el hemisferio izquierdo podrá encontrar posibilidades de manifestarse desde ángulos con los que habitualmente no se trabaja en la búsqueda de soluciones a los problemas, esto es desde el campo creativo, intuitivo, experiencial e imaginativo. Con la escritura y dependiendo de la personalidad, el momento o las circunstancias podemos pasar con facilidad de un lado a otro, de lo lógico a la revelación explosiva que aporta sentido sin que podamos comprender cómo exactamente.

Se ha comprobado que la escritura tiene efectos positivos sobre la salud. En el caso concreto de la enfermedad de Alzheimer. Una investigación rigurosa con una congregación de monjas reveló que las personas que en su juventud escribieron su autobiografía utilizando una estructura gramatical más simple y reflejaron ideas menos profundas tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad con la edad, que aquellas cuyas ideas son más profundas y escriben de forma más compleja.


El Journal of the American Medical Association (JAMA) publicó en el año 2000 otro estudio según el cual los pacientes con síntomas suaves o moderados de asma o artritis reumatoide que escriben sobre episodios traumáticos de sus vidas, muestran cambios clínicos relevantes a los cuatro meses de iniciar este ejercicio. Por ejemplo, los pacientes con asma obtenían beneficios en el funcionamiento pulmonar y, en los pacientes con artritis reumatoide, la severidad de los síntomas se redujo en un 28%.

Según la Sociedad Británica del Sueño y el Dr. Chris Idzikowski , la escritura puede ser un útil aliado contra el insomnio. El afectado puede usar esta técnica de diferentes formas. Por un lado, el llevar un diario sobre las incidencias del día, ejercicio, alimentación, horarios o inquietudes y el tiempo diario de sueño, puede ayudarle a reflexionar sobre los orígenes del problema y los mejores remedios personales para su caso con independencia del tratamiento médico. De otro lado, la escritura puede servir para rebajar la ansiedad que a los enfermos con esta alteración suele producir el hecho de no dormir y pasar las horas infructuosamente.

Los efectos de la escritura sobre el pensamiento y la salud mental provocan los siguientes resultados:
• Mejora de la comunicación.
• Es una válvula de escape emocional.
• Aumento de la creatividad que trae asociado, a su vez, el aumento de autoestima,  actividad, aspectos lúdicos, nuevas formas de expresión y relación con el mundo, visiones alternativas de la realidad.
• Resolución de problemas.


TERAPIA OCUPACIONAL 


Como decía anteriormente, no hay que confundir la arteterapia con la "Terapia Ocupacional" aunque puedan tener ciertas similitudes.

En 1968 la Asociación Americana de Terapia Ocupacional la definió como "el arte y la ciencia de dirigir la respuesta del hombre a la actividad seleccionada para favorecer y mantener la salud, para prevenir la incapacidad, para valorar la conducta y para tratar o adiestrar a los pacientes con disfunciones físicas o psicosociales". Emplea la resolución de problemas para mejorar la calidad de vida de la persona y lo hace desde un enfoque holístico, examina todas las tareas en relación a la situación donde se desenvuelve la persona.
La vida es un continuo proceso de adaptación. Los factores biológicos, psicológicos y ambientales, pueden interrumpir el proceso de adaptación en cualquier momento de la vida. La actividad con propósito facilita este proceso de adaptación.

Son las tareas o experiencias en las cuales la persona está participando activamente, está coordinando aspectos motores, cognitivos y emocionales; según resulte o sea la actividad, también están interactuando los aspectos intra e interpersonales. Cuando realizamos una actividad, también estamos ocupando un tiempo y un espacio, estamos interactuando con el entorno.

Al conjunto de actividades le llamamos ocupación; la ocupación es considerada como el medio a través del cual los seres humanos dan sentido al significado de la vida; estructura y mantiene la organización del tiempo... La terapia ocupacional utiliza la ocupación como medio para reestablecer el equilibrio en las necesidades de la persona y actúa como elemento que posibilita su unión con su entorno social, mejorando, a su vez el concepto que el individuo tiene de sí mismo, esto es, su autoestima.
Las actividades que emplea la terapia ocupacional, como la música, la literatura, el ejercicio físico, etc., potencialmente, pretenden fomentar y desarrollar habilidades motoras, sensoriales, cognitivas, emocionales, sociales, culturales...


TERAPIA MOTIVACIONAL


Por su parte, la "Terapia Motivacional" se ocupa de mejorar la percepción que las personas tienen de sus propias capacidades para superar obstáculos y dificultades. Se trata de comprender las emociones mezcladas que sienten las personas que deben enfrentar cambios (una adicción, un desorden alimenticio, una fobia, etc.), cuando esto suele resultar difícil dada la ansiedad que puede causar al tener que salir del área de comodidad en la que e encuentra la persona con estos problemas.
 
Tiene por objetivo mejorar la percepción que las personas tienen de sus propias capacidades, aumentando la confianza en la propia habilidad para recurrir a sus recursos y fortalezas para superar obstáculos y dificultades. Una de las técnicas consiste en enseñar al paciente a visualizar algo que lo haga sentir poderoso y mediante lo cual pueda hacer realidad sus propias expectativas.




Los terapeutas recomiendan este tipo de terapia para:
- Superar fobias y miedos.
- Reducir el estrés y la ansiedad.
- Construir una actitud mental positiva.
- Desarrollar la conciencia de las propias capacidades físicas y mentales.
- Desarrollar el autocontrol.
- Mejorar la habilidad de hablar en público.
- Establecer y lograr objetivos personales y profesionales realizables.
- Mejorar la apariencia, autoestima y salud en general.
Este  video es una de las mejores muestras que puede haber para serntirse motivado para hacer las actividades que nos gustan a pesar de nuestras limitaciones, porque algunas veces sentimos que existen limitantes en nuestras vidas, creo que el limite lo ponemos nosotros y somos nosotros los que decidimos hasta donde queremos llegar, si queremos avanzar hasta el éxito o si queremos contemplar de lejos a quienes lo alcanzan. Y, aunque esté en inglés y no se comprenda con facilidad, las imágenes hablan por sí mismas:


Ó AnA Molina (Administrador del blog)


Evidencia de la Subjetividad del Arte



"Cuando pinte un cuadro con palabras,
por mi estilo me delataré
y por mis hechos me conocerán."
(Amiquel)

Meten un cuadro pintado por niños de 2 años y la gente opina sobre la angustia existencial del autor. Si os gustaría pintar un cuadro os recomiendo que no os lo perdáis, porque esta es una prueba irrefutable de que estáis sobradamente preparados para hacerlo.

Esta es la demostración de que el arte es absolutamente subjetivo y, por tanto, pienso que, para aquellos que no os atrevéis a dar el paso de tomar los pinceles por falta de conocimiento o técnica, un punto de motivación, porque lo más importante es la realización dando rienda suelta a los sentimientos y emociones a través de nuestra imaginación y creatividad... Lo que yo he calificado como "auto-terapia artística" en otro artículo relacionado con éste.

Espero que os animéis a tomar los pinceles y un lienzo o el lápiz y el papel para expresaros y disfrutéis con ello tanto como lo hago yo.




Y ahora, tras haber visto el video, os dejo con un tema de reflexión...