lunes, 26 de marzo de 2012

La Técnica de Ho’Oponopono: Un camino hacia el Amor Incondicional



El Ho'Oponopono es realmente muy simple. Para los antiguos hawaianos, todos los problemas empiezan a festarse en los pensamientos. Tener pensamientos no es el problema. El problema está en todos nuestros pensamientos que se encuentren plenos de memorias dolorosas sobre personal, lugares o cosas.

Morrnah  Simeona Nalamaku (1913 - 1992) fue reconocida como "au kahuna lapa" (sanador) en Hawai y difundió la técnica de Ho’Oponopono. Fue orientada a incluir las tres partes del yo, que son la llave para la auto-Identidad. Esas tres partes, presentes en cada molécula de la realidad, son llamadas "Unihipili" (niño/ subconsciente), "Uhane" (madre/ consciente) y "Aumakua" (padre/ supraconsciente). Cuando esta “familia interna” se encuentra alineada, y la persona está en sintonía con la Divinidad, llega el equilibrio y la vida comienza a fluir. Así, Ho’Oponopono auxilia en la restauración del equilibrio, primero en el individuo y después en toda la creación. El aspecto principal es que estamos aprendiendo a relacionarnos con nuestra subconsciente, conocido en la tradición hawaiana como "Unihipilli". Él es responsable de las memorias, las recibe y almacena, repitiéndolas conforme su programación. Es a él al que debemos aprender a amar, pidiendo perdón por la falta de consideración y comunicación.

Al hacer el Ho’Oponopono se pide a la Divinidad, que limpie, y purifique el origen de estos problemas, que son los recuerdos, las memorias. Así se neutraliza la energía que la persona asocia a determinada persona, lugar o cosa.

En el proceso, esta energía es liberada y transmutada en pura luz por la Divinidad. Y dentro de la persona el espacio vaciado es ocupado por dicha luz. Por lo que, en el Ho’Oponopono no existe la culpa, no es necesario revivir ningún sufrimiento, no importa saber el porqué del problema, de quién es la culpa, ni su origen.

A través de esta técnica, tenemos la capacidad de hacer lo correcto a nuestro propio ser, de volver al estado de perfección con sólo pedirle a la Divinidad que aquello que yace dentro de nosotros, aquello que ha ocasionado una división en nuestros pensamientos, venga a la superficie para ser liberado.

Al pedir perdón a la Divinidad por haber hospedado pensamientos que nos han separado de nuestra unidad con el espíritu, el pensamiento pernicioso y recurrente desaparece. Para lograrlo, algunas veces se necesita pedirlo varias veces a fin de que la razón que está detrás del pensamiento aparezca en la superficie y sea liberada. Y cuando es liberada, el espacio se llena inmediatamente con un amoroso sentido de unidad con todo.



Ho'Oponopono es un proceso de contrición, de arrepentimiento, de petición de perdón y transmutación.

Consiste en realizar una petición a la energía del Amor Universal e Incondicional para cancelar y reemplazar las energías tóxicas que puedan hallarse en uno mismo. El Amor efectúa dicho proceso fluyendo a través de la mente espiritual o supraconsciencia y continúa su flujo a través de la mente consciente, liberándola de la excesiva racionalización para finalizar en la mente emocional o subconsciente, donde anula todos los pensamientos que tengan emociones tóxicas, reemplazándolos con Amor Incondicional.

No hay límites en el número de veces que esta herramienta puede ser usada, especialmente en lo referente a transmutar en pura luz los pensamientos, los de la familia, ancestros y descendientes, puesto que esta herramienta es una petición a purificar los pensamientos tóxicos que causan reales divisiones en la percepción.

El Ho'Oponopono es realmente muy simple. Para los antiguos hawaianos, todos los problemas se empiezan a gestar en los pensamientos. Tener pensamientos no es el problema. El problema está en todos nuestros pensamientos que se encuentren plenos de memorias dolorosas sobre personas, lugares o cosas. 

El intelecto como tal no puede solucionar esos problemas porque él solamente gestiona procesos. Gestionar cosas no soluciona los problemas del todo. Hay que dejar que fluyan. Cuando se hace Ho'Oponopono, la Divinidad se hace cargo de los pensamientos dolorosos y los neutraliza. Haciendo Ho'Oponopono, no se purifican personas, lugares o cosas, pero sí se neutraliza la energía dolorosa que se asocian con esas personas, lugares o cosas. Luego el primer paso es purificar energías. A continuación, la energía se neutraliza y se desprende, quedando una nueva "página" vacía donde construir de nuevo otra realidad. La etapa final es permitirle a la Divinidad hacer acto de presencia y rellenar el vacío de esa "página en blanco" con Luz Divina.

Para hacer Ho'Oponopono no se necesita saber cuál fue el error cometido o cuál fue el problema, basta con percibir la existencia de situaciones físicas, mentales o emocionales abrumadoras. Al hacerlo, la responsabilidad de quien lo practica estriba en comenzar inmediatamente a sanar la esencia de tales situaciones, diciendo simplemente “Lo lamento. Por favor, perdóname”.

Se trata de realizar un sencillo trabajo interno sobre uno mismo, para mejorar lo externo, sin necesidad de tener que comprender nada a nivel racional. El procedimiento personal estriba en mantenerse callado y centrado en uno mismo, permitiendo que el proceso de transmutación se lleve a cabo por sí mismo, pues si involucra al intelecto, el proceso se detiene.

Si se desea resolver un problema personal, hay que trabajar sobre uno mismo. Si se tiene un problema con otra persona, simplemente hay que preguntarse “¿Qué existe en mí que hace que esta persona me ataque?”. Hay que elevarse sobre esas situaciones diciendo simplemente “Lo lamento, por cualquier cosa que haya sucedido o esté sucediendo. Por favor, perdóname”. Por ejemplo, si alguien se nos acerca hablándonos de que sufre una cierta pena o dolor físico, podemos preguntarle a la Divinidad “¿Qué ocurre en mí que he causado dolor o sufrimiento sobre esta persona?”. Y luego, podemos preguntar a la Divinidad: “¿Cómo puedo rectificar ese problema en mi?”. O también: “Por favor, cualquier cosa que sea que ocurra en mi que haya causado sufrimiento en esta persona, dime cómo puedo rectificarlo”. Las respuestas a esas interrogante suelen venir sin esfuerzo, pero a continuación deberíamos hacer lo que se nos sugiera. Lo que aquí importa no es el efecto sino el entendimiento del origen del problema. Ésa es la clave.

El terapeuta que usa Ho'Oponopono para ayudar a otros a sanar, primero debe conectarse con la Fuente Divina y apelar al Amor Universal para corregir los erróneos pensamientos que existan en él y que se estén manifestando en la actualidad, principalmente, como un problema en él y luego en su consultante.

Esta súplica o apelación estriba en un proceso de arrepentimiento y solicitud de perdón por parte del terapeuta: “Yo lamento que mis erróneos pensamientos hayan causado situaciones negativas en mí y en esta persona. Por favor, perdóname”.

También  sirve para tratar situaciones derivadas de objetos inanimados, espacios físicos que deban ser sanados, etc. El límite es nuestra percepción o imaginación.

La manifestación de una amorosa responsabilidad es lo que transmuta los errores dentro de nosotros que manifiestan el problema (en nosotros o en los demás). La actitud amorosa los cancela y los corrige. 



La meditación Ho'Oponopono pretende sanar aspectos que involucran a otras personas.

Todos los procedimientos hawaianos comienzan con una respiración denominada "Ha". Una serie de "Ha" consiste en inhalar durante 7 segundos (o contando hasta 7), retener la respiración contando hasta 7 y exhalar contando 7 veces. Cuando se han vaciado los pulmones, se retiene la respiración durante un nuevo conteo hasta 7. Hay que relajarse y permitir que sea el propio ritmo respiratorio el que determine por sí mismo cuándo puede durar la cuenta hasta 7.

Entonces hay que sentarse con las palmas de las manos descansando sobre el regazo, con los pulgares y dedos índices en contacto entre sí. A continuación, tomar 7 ciclos de respiración "Ha" según se ha descrito anteriormente y pasar a recitar la siguiente oración en voz alta, utilizada para sanarnos con amor, borrando todas esas memorias que llevamos grabadas y acumuladas hace siglos, para poder llenar de armonía nuestras vida. 

“Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno… (*)
Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados
ofendieron, a tu familia, parientes y antepasados en
pensamientos, palabras, hechos y acciones
desde el inicio de nuestra creación hasta el presente,
nosotros pedimos tu perdón…
Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las
memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas
y transmuta estas energías indeseables en pura luz…
Y así se ha hecho”

Nota (*): Esta frase se puede sustituir por el ser que se considere oportuno en función de las creencias personales de cada cual.



El Ho’Oponopono nos ayuda a limpiar nuestro subconsciente de ideas arraigadas que nos hace repetir situaciones, personas y vivencias que pueden agradarnos o no tanto, pudiendo de esta manera tomar el 100% de responsabilidad y aprendiendo que todo lo que sucede en nuestra vida lo creamos nosotros mismos. Pero que también tenemos el poder de cambiarlo y mejorar todo aquello que nos limita en nuestro crecimiento espiritual y personal.





"Lo siento, Perdóname. Gracias. Te amo."
de parte de
AnA Molina (Administrador del blog)







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