Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2011, World Vision lanzó el informe “10 cosas que debes saber sobre el tráfico de niños obligados a trabajar” para llamar la atención sobre una de las formas de tráfico ilegal de niños menos conocida.
El informe, que se realizó con base en los datos que exponen diferentes reportes sobre el tema y sobre casos documentados por World Vision, es un esfuerzo para combatir este tipo de explotación y trabajo infantil en la región del Sudeste Asiático, donde se calcula que por cada 1.000 habitantes hay 3 personas víctimas de este tipo de trata. Los datos también indican que aproximadamente en el mundo que por cada persona forzada a trabajar en la prostitución hay 9 obligadas a trabajar.
1. Los hombres víctimas del tráfico de personas y que son obligados a trabajar en el sector pesquero están retenidos en barcos de pesca en los que les mantienen como esclavos
Una de las industrias más lucrativas del sudeste asiático es la pesquera. En los últimos años se han incrementado las denuncias por explotación laboral de hombres y niños en barcos de pesca. Engañados con la promesa de encontrar un trabajo bien pagado en la construcción, la agricultura u otros sectores parten hacia Malasia o Tailandia donde son obligados a trabajar como pescadores sin ningún tipo de remuneración.
World Vision como parte de la agencia internacional Human Trafficking Working Group trabaja para que miembros relevantes del gobierno mejoren las ayudas a las víctimas de este tipo de explotación desde un enfoque de los derechos humanos.
2. Las agencias de empleo “legales” pueden ser cómplices en el tráfico de personas
Cuando una persona quiere trasladarse a otro país para encontrar un trabajo mejor remunerado y quiere hacerlo de forma segura acude a una agencia de trabajo. La realidad es que algunas de estas agencias no están totalmente reguladas y se prestan por ejemplo, a falsificar la edad de los niños. Estas prácticas ponen a niños y adultos en una situación de riesgo que normalmente conduce a ser víctimas de la explotación. Las agencias cobran por sus servicios cantidades ingentes, alrededor de 700 dólares, que, los emigrantes deben pagar aunque el trabajo prometido no exista o sean deportados.
3. La trata de personas es un crimen clandestino en el que las víctimas son difíciles de identificar
Aunque cada vez hay más legislación para acabar con la trata de personas, determinar si una persona es víctima de esta práctica o no es difícil, entre otras razones porque a menudo las víctimas no suelen considerarse a sí mismas como tal y como en muchos casos su permanencia en el país es ilegal y no tienen el valor de denunciar su situación ante las autoridades. La falsificación de las firmas y el no conocimiento del idioma del país de acogida son otros de los factores que dificulta a los organismos judiciales que luchan contra el tráfico de personas detectar esta práctica y poder encarcelar a los verdaderos responsables.
4. Los trabajos sucios, peligrosos y degradantes son el combustible perfecto para el aumento del tráfico de personas
Alrededor del mundo los trabajos “3-D”,según su escritura inglesa, sucios, peligrosos y degradantes- son los que ocupan los inmigrantes. En el sudeste asiático los principales sectores que agrupan los “trabajos 3-D” son: la industria pesquera, la agricultura, la construcción, las manufacturas y el trabajo doméstico. La dureza y la casi nula regulación en estos trabajos, considerador por la mayoría de las personas peligrosos y deshonrosos, son el caldo de cultivo perfecto para los traficantes de personas.
5. Los trabajadores domésticos son explotados en propiedades privadas
Las legislaciones de trabajo de algunos países del sudeste asiático no se ajustan a la realidad laboral de cientos de personas. Una de las áreas en las que la legislación es insuficiente es en el trabajo doméstico que emplea, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo al 59% de la población en los países en vías de desarrollo. Miles de mujeres, hombres y niños son tratados como esclavos, sin contrato, sin un horario laboral establecido, sin vacaciones ni días de descanso y recibiendo por ello un salario irrisorio. Procesar a los responsables es una tarea difícil para las autoridades ya que raras veces los trabajadores domésticos denuncian su situación.
6. Algunas empresas retienen trabajadores contra su voluntad y sin remuneración
Empleadores sin escrúpulos confiscan los documentos de identidad de los trabajadores, especialmente extranjeros, con la falsa promesa de una paga futura que nunca llega. En algunos casos, después de 3 o 5 años de trabajo sin remuneración alguna, las empresas pagan a estos trabajadores una cantidad que no hace justicia al trabajo realizado durante largas jornadas.
Los últimos estudios indican que en Tailandia hay entre 1.9 y 3 millones de trabajadores extranjeros indocumentados proclives a caer en estas redes de trata de personas y explotación laboral. Para evitar esta situación, es fundamental que los gobiernos refuercen sus leyes laborales y realicen los controles necesarios en las grandes fábricas.
7. Algunas de las víctimas de la explotación laboral son víctimas de la trata de blancas y, por tanto, son explotadas en su propio país
Por lo general, se cree que todas las víctimas de este tipo de explotación lo son cuando trafican con ellas entre diferentes países, cuando en realidad hay un porcentaje importante de personas explotadas y esclavizadas en sus propios países. Debido a esta creencia, los gobiernos dedican la mayor parte de sus esfuerzos en luchar contra el tráfico internacional de personas y descuidan, e incluso ignoran, lo que pasa con las personas explotadas en su propio país. Los niños son las principales víctimas de este tipo de explotación. Muchos son llevados desde las zonas rurales a las ciudades para trabajar.
8. El tráfico y la trata de personas es un crimen dinámico y cambiante
Existen muchos tipos de “mediadores” que se aprovechan de la situación de pobreza y vulnerabilidad de las personas que desean emigrar y las convierten en víctimas de tráfico y explotación laboral. Debido a los múltiples perfiles que tienen estos “mediadores” y a que cambian constantemente de estrategias para reclutar a sus víctimas, se puede decir que se trata de un crimen cambiante.
9. Los hombres víctimas del tráfico y trata de personas son menos propensos a recibir atención médica
Por lo general, se relaciona siempre a las mujeres como principales víctimas del tráfico y trata de personas y se deja de lado el hecho que muchos hombres se encuentran en la misma situación y han sido explotados por años. Debido al estereotipo masculino de fortaleza, muchos hombres que han sido explotados y esclavizados rehuyen de la etiqueta de víctimas y no siempre reciben la ayuda médica y psicológica necesaria.
10. Todos podemos ayudar a combatir el tráfico y trata de adultos y niños
Desde el punto de vista económico, el tráfico de personas es un “negocio” lucrativo por los bajos costos que tiene y las ganancias que genera. Por esa razón es fundamental que las empresas pongan de su parte con mayor control sobre el proceso de contratación de empleados en toda la cadena productiva, los gobiernos trabajen en coordinación con las ONG para combatir este crimen y cada persona, como consumidor, se interese por saber de dónde provienen los productos que compran y se informe sobre el tráfico y trata de personas.
Víctimas de la esclavitud, mercados humanos, ingentes beneficios, orfanatos de mártires: promesas y mentiras... Las víctimas se tragan el anzuelo de los traficantes, que ganan dinero usándolos a ellos. Los mantienen en condiciones infrahumanas, son golpeados y humillados. El tráfico de esclavos es casi tan rentable como el tráfico de armas o drogas.
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