"Cuando eres prisionero de
la imagen, te atreves con todo".
(Robert Doisneau)
Hoy 14 de abril de 2012, un siglo después de que el buque Titanic desaparecía en la profundidad de las aguas de Terranova, venía al mundo Robert Doisneau, fotógrafo francés fallecido en París en 1994.
Mundialmente conocido "El Beso del Hôtel de Ville", de su controvertida serie "Besos" de 1950, dejó tras de sí premios y galardones como el Premio Kodak (1947) o el Premio Niepce (1956), libros, cortometrajes y otras fotografías famosas como "Los chicos de la Place Hébert", de 1957, al igual que se le han dedicado más de un centenar de libros y varias películas. De "El beso del Hôtel de Ville" se han vendido más de 500.000 ejemplares en todo el mundo.
A los 14 años estudió el oficio de grabador litográfico, gracias al cual acabó haciéndose cargo del estudio fotográfico del Atelier Ullmann y tomando sus primeras y tímidas fotografías con una cámara prestada. En 1931 comenzó a trabajar como ayudante de André Vigneau, con quien entró en contacto con las vanguardias artísticas y un año más tarde compró su primera cámara fotográfica, una Rolliflex con la que comenzó a fotografiar las calles de París.
En septiembre de 1932 vendió su primer reportaje, sobre un mercado de segunda mano, en L'Excelsior y dos años más tarde, tras pasar el servicio militar, se incorporó como fotógrafo industrial en la fábrica de Renault de Billancourt, donde conoció al fundador de la agencia Rapho, Charles Rado.
Tras la Segunda Guerra Mundial, comenzó a trabajar para la agencia ADEP, que dejó desencantado al poco tiempo para incorporarse a la renacida agencia Rapho, para la que trabajó durante cerca de 50 años. Entre los años cuarenta, cincuenta y sesenta colaboró con varias revistas, entre las que destaca la revista Le Point, fundada por Pierre Betz, y su contrato de 1949 a 1953 con la revista Vogue, de la que huía de su artificialidad abriéndose a la vida nocturna de París: jazz, cafés y el arte alternativo, recorriendo Montparnasse y Saint-Germain-des-Prés, donde se encontraría con Jean Paul Sartre, Albert Camus y Jean Cocteau, entre otros.
Durante todo este tiempo nunca dejó de retratar los suburbios que le rodeaban, dónde tan a gusto se sentía y, en 1949, junto a Blaise Cendrars, publicó "La Banlieue de Paris". En los años sesenta la fotografía de autor se vio relegada a un segundo plano por la televisión y la preferencia de la prensa por las imágenes neutras, lo que dejó a Doisneau más tiempo para regresar a las calles.
En 1950, Doisneau buscaba material para cumplir con un encargo de la revista estadounidense America's Life, interesada en los enamorados de París, de donde surgiría su obra más representativa: "El Beso" . La fotografía muestra de forma misteriosa una pareja besándose frente al ayuntamiento de la capital parisina, sobre la cual se creyó inicialmente que era una fotografía espontánea que el autor había tomado en las calles parisinas. Sin embargo, años después se supo que la pareja estaba formada por los estudiantes de arte dramático, Françoise Bornet y Jacques Carteaud. El artista que les haría anónimamente famosos les descubrió en un café parisiense y ambos aceptaron posar delante de su objetivo dándose un apasionado beso en mitad del tumulto de la ciudad. La foto se convirtió en un icono reconocido en todo el planeta. El trabajo recorría toda Francia y Estados Unidos con gran éxito y le abriría las puertas en el extranjero.
Expuesto en 1951 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el beso representaba una época llena de exaltación del sentimiento y simbolizaba el amor y a París como ciudad romántica. También se convirtió en objeto que aportó jugosas ganancias y, en la actualidad siguen vendiéndose cientos de miles de copias anuales.
En 1975 acudió como invitado al festival Rencontres Internationales de la Photographie d'Arles, que cinco años antes había logrado revitalizar y la fotografía de autor a nivel internacional.
En 1979, a través de Claude Nori, publicó una retrospectiva de su obra en "Tres segundos de eternidad".
Rehabilitado para el mundo del arte, en la década de 1980 recorrió Asia con exposiciones multitudinarias en Pekín, Tokio y Kioto, además de exponer en Roma y en el Museo de Arte Moderno de Oxford.
En 1982 el Centro Nacional de Fotografía francés editó un libro de bolsillo con su obra y, a partir de ahí, la fama le sonrió con varias menciones, exposiciones y otras distinciones.
Siempre estuvo atraído por el cine, y trabajó en la fotografía de varias películas para cineastas de la talla como Truffaut o Tavernier ("Un Domingo en el campo", 1984). También experimentó con el video, rodó varios cortometrajes y l película, "Les visiteurs du Square" (1992).
En las dos ultimas décadas su vida y obra han sido objeto de la vorágine de la prensa e incluso se han rodado varias películas sobre él, entre las que destaca "Bonjour Monsieur Doisneau" (1992), de Sabine Azéma.
En 1993 "El Beso" fue llevado a juicio. Una pareja afirmaba haberse reconocido en la imagen y reclamaban sus supuestas ganancias. Por aquel entonces, empezaron a aparecer mujeres y hombres asegurando ser los amantes de la obra y planteando demandas de derecho de imagen, aquella mentira que hacía creer que era una instantánea improvisada no pudo mantenerse. El fotógrafo ganó el juicio al presentar como prueba la serie completa de fotos tomadas en distintos puntos de París con la misma pareja. La había encontrado en un café cerca de la escuela de teatro y les había propuesto posar para la foto. Françoise Bornet, la protagonista real de la foto junto a su novio de entonces, Jacques Carteraud, decidió sacar a la luz la verdad, debido a que quería un porcentaje de los beneficios. Otra vez Doisneau ganó en los estrados, pudiendo probar que había pagado el trabajo de Bornet y su compañero. La pareja vendió la copia de la foto que le regaló Doisneau a un coleccionista suizo que pagó por ella 155.000 € en 1992. Más tarde, el propio autor reconocería: "No es una foto fea, pero se nota que es fruto de una puesta en escena, que se besan para mi cámara."
FUENTES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar aquí tus comentarios.