La única posibilidad de descubrir
los límites de lo posible es aventurarse
un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
(Arthur
C. Clarke)
La depresión representa un problema de salud
psicológica a nivel mundial, que afecta a todos los grupos de edad y para el
que se intenta ofrecer orientación y soluciones. Como cifra orientativa, se
puede citar que sólo en EE.UU. afecta a cerca de 17 millones de personas al
año.
Todo ser humano está expuesto a deprimirse
seriamente, aunque sea una sola vez en la vida. La depresión puede manifestarse
de forma diferente según la persona. En algunos individuos se repite con
frecuencia, mientras que en otros puede aparecer una sola vez. Puede
presentarse sin ninguna razón aparente, como puede ser causada por factores
genéticos y hereditarios, por un evento traumático o por estrés.
La persona afectada por la depresión no comprende qué
le está sucediendo y la falta de apoyo le afecta aún más. “¡Es que nadie me comprende!, suelen exclamar los deprimidos.
La depresión ocasiona mucha incomprensión y poca
tolerancia por parte de familiares y amigos que no entienden por qué quien la
padece siente gran pesadumbre y desgana ante todo, y se muestra apático y falto
de empuje. Lo interpretan como un estado de ánimo voluntario que se puede
evitar por propia voluntad sin ningún tipo de ayuda o tratamiento. Reciben críticas
negativas y comentarios de exigencia e intolerancia como “¡Estás mal porque quieres. Déjate ya de tonterías!” que no hacen
más que perjudicar más aún al afectado, pudiéndose, incluso, agravar la
enfermedad y sus síntomas al sentirse realmente solo e incomprendido, aunque
intenten por todos los medios seguir “funcionando”
a un ritmo normal, tratando de ignorar lo que les sucede, pero es obvio que su
estado no les permite pensar, sentir y actuar con normalidad. Por ello no es de
extrañar tampoco que puedan alternar estados de euforia con episodios de honda
tristeza, sin saber la razón que les motiva esta condición bipolar.
Ante síntomas evidentes de depresión se debe acudir
al médico para que realice un diagnostico completo y establezca el tratamiento adecuado,
que puede consistir en psicoterapia o medicación, incluso una combinación de
ambos. Pero, además del tratamiento prescrito por el médico que se deberá
seguir fielmente, existe otra vía complementaria que refuerza el tratamiento y
permite agilizar la recuperación: el reiki.
Cierto es que hay depresiones que pueden estar
debidas a factores, para las cuales también está indicado el tratamiento reiki,
pero cuando se trata de la incapacidad de afrontamiento de un problema
concreto, nuestra actitud frente a él puede resultar decisiva, porque, resulta
curioso que, en multitud de ocasiones, sólo con cambiar nuestra manera de
enfocarlo, el problema es como si pareciese haber desaparecido aunque continúe
ahí, aunque sea “externo”y la vida pareciese volver a florecer.
El cuerpo es un sistema de partes funcionales que
utiliza la energía como cualquier otro mecanismo. Los órganos del cuerpo crean
una frecuencia que es la "energía vital". Si ésta se bloquea,
o baja de frecuencia, puede crear un desequilibrio en la persona, con
diagnóstico de una enfermedad médica o mental. El reiki desbloquea la energía
vital, equilibra y realinea los centros de energía, conocidos como chakras, con
lo que se reestablece un buen nivel de salud y bienestar.
Una persona deprimida se siente cansada, baja ánimo y
energías, sin ganas de enfrentarse el mundo, sin fuerzas para afrontar las
pruebas y desafíos de la vida. Con reiki cambia positivamente la actitud hacia
la vida, mejora el estado de ánimo y nos encontramos mejor sin necesidad de
realizar ningún esfuerzo, ni modificar nuestro comportamiento, se siente una
liberación de la carga emocional, se percibe como si el entorno y las
circunstancias fueran mejorando por sí solas. Es como si volviese a florecer. Esto se debe al aporte energético
del reiki que nos reabastece de nuestra fuerza vital que es la propia energía.
La terapia reiki no es invasiva, ni afecta o
interfiere con medicamentos u otros tratamientos. Cuando un terapeuta de reiki
coloca sus manos sobre el paciente, le esta transmitiendo la energía que le
falta y que está ahí esperando a que la tomemos y hagamos un buen uso de ella.
El reiki fortifica el organismo y ayuda a desbloquear las causas, esas molestas
"ramas" que no permiten ver el valle de la salud. Grandes
curaciones en todos los niveles suceden a partir de este estado de quietud y
armonía.
La energía va directa al lugar donde se necesita
curación sin que el terapeuta ponga ninguna intención, pues él es únicamente el
canal transmisor, el "cable" por el que circula la energía. Al
comenzar el tratamiento, la energía puede empezar a trabajar en un nivel
totalmente diferente al que nosotros habíamos anticipado. El reiki siempre nos
muestra la oportunidad de efectuar una curación a un nivel tan profundo como
estemos preparados. A veces sentimos que no estamos listos para confrontar lo que
comenzamos a ver y que aflora a la superficie; cuando es así, el reiki actúa de
una manera muy suave y silenciosa, apoyándonos sin invadir nuestro momento
interno.
Reiki es energía universal viva e inteligente, por lo
cual, tomar una sesión de reiki es el comienzo de un nuevo paso hacia una vida
equilibrada, sana y feliz. Un paso que cuesta bastante menos que otros métodos
convencionales, pero que, como todas las terapias, pide un mínimo de
convicción, esfuerzo y constancia.
El reiki canaliza la energía que nos rodea,
aumentando la fuerza personal y las ganas de vivir y seguir luchando. Al mismo
tiempo nos equilibra, permitiéndonos visualizar nuestros problemas en un marco
más objetivo y realista.
Con reiki lo que ocurre es que nuestra visión cambia
y deja de estar distorsionada para contemplar las circunstancias desde la
nitidez que aporta la serenidad. Este cambio de actitud hacia la vida y sus
circunstancias es lo que puede ofrecer el reiki a los pacientes con depresión,
porque, cuando se practica y/ o recibe reiki de manera continuada se
experimenta un cambio progresivo que, en ocasiones, puede llegar incluso a pasar casi inadvertido, se produce sin
llegar tomar consciencia plena de él hasta que se repara en que nos encontramos
mejor y la manera en que hacemos frente a los conflictos es más equilibrada.
El reiki funciona independientemente de cualquier
tipo de creencias tanto de quienes lo reciben, como de quienes lo dan. Cuando
se recibe no es necesario hacer nada, la energía universal lo hace todo a
través de las manos del reikista, quien únicamente sirve de instrumento para
depositarla en el ser del paciente sin otro tipo de intervención personal.
Adentrarse en el camino del reiki y aprenderlo puede
llegar, incluso, a significar un cambio de filosofía de vida, puesto que se
aprende a ser consciente de nuestro bienestar físico, psíquico y emocional, nos
sentimos a nosotros mismos en plenitud y conectamos con el mundo, además, nos
adentramos en el sentimiento de amor hacia nosotros mismos y hacia cuanto nos
rodea con el deseo de hacer el bien a los demás de manera altruista; es crear
el camino hacia nuestro propio bienestar y hallarnos más cerca de la felicidad.
Aún cuando se considera una depresión como un síntoma
de otra patología (enfermedad, adolescencia, menopausia etc.) el reiki funciona
igualmente. Ayuda al paciente con el síntoma y al mismo tiempo trabaja sobre la
causa, aunque la solución ideal es aprender reiki mediante los cursos
distribuidos en tres niveles, porque se ha constatado que, en pacientes con
depresión, los que mejor han progresado, y de manera más rápida, han sido los
que aprendieron a darse reiki a sí mismos (autotratamientos) y "tomaron
las riendas" de su propia sanación sin la necesidad de tener que
recibirlo a través de un terapeuta reiki.
Bloqueo y Desequilibrio de Chakras
Para el tratamiento de la depresión el reiki se
centra en el bloqueo y desequilibrio de los tres primeros chakras:
Primer Chakra. Muladhara. Es el chakra raíz y se
encuentra situado en la base de la columna vertebral, ligan a la persona a la
tierra y es responsable de conducir la voluntad de una persona física. Cuando
presenta un desequilibrio respecto al resto, mostrándose más debilitado, la
persona es incapaz de reconocer la realidad. Si el chakra está completamente
bloqueado, la persona carece de equilibrio de energía emocional o física,
además de sentimientos de tristeza y ansiedad.
Segundo Chakra. Svadhisthana. Está localizado debajo
del ombligo. Cuando está bloqueado, la persona ve la vida como carente de
interés o de emociones y tienen dificultades para establecer relaciones
personales. Debido a su "parálisis emocional", la persona
adquiere una baja autoestima y puede llegar a contemplar ideas de suicidio.
Tercer Chakra. Manipura. Es el chakra del plexo
solar y se encuentra por encima del ombligo en la base de la caja torácica.
Este chakra se corresponde con la autopercepción de la persona y el ego. Si
está desequilibrado provoca que la persona se sienta de mal humor, muestre
inquietud e inseguridad.
El terapeuta de reiki puede percibir el desequilibrio
de los chakras a través del color del aura que rodea al paciente y de las
sensaciones físicas que percibe, tales como calor, frío, escalofríos...
Resultados del Reiki sobre la Depresión
Si reparamos en la posición de las manos de una persona con dolor, podremos ver cómo dirige sus manos hacia la zona dolorida. Si hacemos lo mismo con una persona deprimida veremos cómo se muestra encogida sobre sí misma, con sus manos sobre la frente o la cara, incluso sobre su vientre, como si estas zonas le estuvieran doliendo físicamente. Sea cual sea la dolencia, al llevar las manos a la zona afectada, lo que pretendemos es aliviar el dolor con el contacto de las manos, con su calor, es decir, con la transmisión de energía desde las manos al punto del dolor. En esto es precisamente en lo que consiste la técnica del reiki y el efecto que pretende y logra en la mayoría de las ocasiones.
A diferencia de los antidepresivos, cuyos efectos y
la restauración de los niveles de serotonina y de norepinefrina llevar mucho
tiempo, la mayoría de los pacientes de reiki afirman que las sesiones, de una
hora aproximada de duración, les dejan la sensación de relajación, bienestar y
después se sienten con más vitalidad.
En el caso concreto de la depresión y el estrés, los
resultados suelen ser bastante rápidos y efectivos. Incluso con sólo cuatro o
seis sesiones puede comenzar a aliviarse considerablemente la ansiedad, la ira
y el nerviosismo que sufre la persona, somatizados muchas veces en fuertes
dolores de cabeza, musculares, ira, ganas compulsivas de comer, dificultades
para dormir y relajarse, tristeza y abatimiento, etc.
Al comenzar a recibir reiki, generalmente, se
recomienda someterse a cuatro tratamientos (etapa de rescate) en días seguidos
o lo más cercanos posible entre sí, para seguir con una o dos sesiones
semanales. Para enfermedades o dolencias con cierto grado de avance, se
recomienda continuar con dos sesiones semanales al menos por tres meses.
A continuación se cita cómo actúa el reiki sobre
determinados tipos de depresión o sobre la sintomatología de esta patología:
Depresión en la Adolescencia
En la mayoría de los casos no hay una causa concreta,
sino que se debe a la forma en que los adolescentes tienen de ver la vida y
esto suele ser provocado por los cambios hormonales que sufren en este período.
A través del reiki se puede inducir al adolescente a un cambio de actitud hacia
la vida y con ello la depresión desaparecerá o, al menos, se atenuará.
Depresión durante el Embarazo, Post-parto y
Post-operatorio
En estos casos, el paciente se suele encontrar
cansado y con poca fuerza. De nuevo, el reiki actúa subiendo los niveles
energéticos de la persona. Con un tratamiento de 4 sesiones, normalmente es
suficiente para superar las depresiones causadas por estos acontecimientos.
Depresión Causada por Dolor Crónico
Se sabe lo incapacitante que puede llegar a ser
padecer un dolor crónico y todos hemos tenido la experiencia de sentirnos
debilitados a causa de un dolor, aunque
sólo se trate de un dolor de cabeza o de muelas. En estos casos el reiki ejerce
una doble función. Primero, actúa sobre el dolor en sí eliminándolo o
reduciéndolo y, segundo, sube el nivel energético de la persona debilitada, lo
que le permite afrontarlo con más facilidad haciéndolo más llevadero, mejorando, de paso, su sistema inmunológico
que podrá contribuir a paliarlo.
Depresión en Pacientes con SIDA
Se ha comprobado que el reiki, como tratamiento
complementario, es muy eficaz para aumentar el sistema inmunológico del
paciente mediante una combinación de mejora física y psicológica; el paciente
se siente más fuerte, más capacitado para luchar contra la infección al mejorar
sus defensas.
Sobre Síntomas de Depresión
Al ayudar a superar los síntomas por separado, con
ello, lógicamente, contribuye a aumentar la capacidad para superar la
depresión, al tiempo que ofrece al paciente un método alternativo para
controlar su sintomatología de forma independiente facilitándole el control en
cada situación que lo requiera.
Insomnio
El reiki produce una sensación de gran relajación
durante y después de cada sesión, lo que permite a los pacientes dormir
profundamente después de recibir un tratamiento.
Ansiedad
Por una parte, el reiki equilibra nuestro sistema
energético, ayudando a eliminar las sensaciones de nerviosismo, tensión,
inquietud, desasosiego, fatiga... causadas por un desequilibrio energético en
nuestro ser. Por otra parte, el reiki cambia nuestra manera de afrontar
nuestros problemas y nos permite abordar los desafíos de la vida desde un punto
de vista positivo; dejamos de intentar resolver problemas con "dosis de
ansiedad" y los enfocamos con más tranquilidad.
Cansancio
Como ya se ha mencionado, el reiki sube nuestros
niveles energéticos lo cual repercute en la disminución del cansancio físico y
en la recuperación de la fuerza vital para el desempeño de tareas físicas e
intelectuales.
Efectos del Reiki sobre la Depresión
El reiki surte distintos efectos sobre la depresión
en función del plazo de tiempo que éste se aplique o reciba:
A Corto Plazo
Tiene un efecto paliativo, alivia los síntomas de la
depresión, de la ansiedad y del cansancio físico que suelen ir ligados a ella.
Además, sube los niveles energéticos del paciente, con lo que se siente más
activo. A corto plazo, el reiki "recarga las pilas" del
paciente y como tratamiento inicial de emergencia es sumamente eficaz. Esto es
debido a que una depresión suele tener como resultado una bajada de los niveles
energéticos de la persona y el efecto se suele empezar a notar a partir de la
primera sesión.
A Medio Plazo
Trabaja sobre la enfermedad en sí, mediante varias
sesiones que pueden variar desde 4 sesiones hasta sesiones periódicas a lo
largo de varios meses. Dependiendo de la gravedad de la depresión puede llegar
a eliminar la enfermedad.
A Largo Plazo
Si consideramos que las enfermedades tienen un origen
emocional o de desequilibrio del ser, el reiki a largo plazo puede llegar a
sanar la causa raíz de la depresión. La experiencia demuestra que para una
solución definitiva se debe investigar el origen de dicha enfermedad para
evitar que vuelva a ocurrir, por ello, a largo plazo, el reiki empieza a
trabajar la causa del problema y no sólo los síntomas. Aún cuando la causa
pueda estar fuera de nuestro control, como un problema laboral, por ejemplo, el
reiki nos ayuda a cambiar nuestra actitud hacia la causa concreta que la
desencadenó.
Con la posibilidad de aprender reiki para
aplicárnoslo a nosotros mismos, logramos una mayor independencia y la
inigualable sensación de que en nuestras manos tenemos la posibilidad de
solucionar nuestros propios problemas, además de poder ayudar a otros a
superarlos. ¿Qué mejor recompensa puede haber?
FUENTES:
Los mejores tratamientos de salud han existido en la ultima década.
ResponderEliminarClaro está, que desde el año 2000 la medicina evoluciono gracias a Internet.
Pero en los últimos 10 años ha dado saltos importantes en innovación y tecnología.
Los tratamientos de salud cada año serán mejores