No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a uno malo, reflexiona sobre ti mismo.
Lo que quiere el sabio lo busca en sí mismo; lo que quiere el vulgo lo busca en los demás.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.
Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.
Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.
Connfucio (Antiguo filósofo. China)
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