domingo, 19 de febrero de 2012

El Estrés Laboral


"Considera los contratiempos como
desafíos que te permiten crecer
como persona, y no como
situaciones amenazadoras."
(Autor desconocido)

Respecto al estrés laboral, desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en 1995, se ha dado un impulso a los aspectos relacionados con la Salud Laboral, entre los factores desencadenantes de distintos problemas de salud, deterioro de las relaciones interpersonales, absentismo y disminución de la productividad, se encuentra el estrés, sin embargo, las empresas son las principales causantes de esta circunstancia, por tanto son ellas las que deberían tomar las medidas oportunas para reducir los altos niveles de estrés que se producen en sus trabajadores, aunque es un factor en el que no suelen reparar en gran medida, sino todo lo contrario, máxime en épocas de crisis como la que vivimos en la que el empleado se ve sometido a una sobre explotación a la hora de realizar sus tareas de manera efectiva dentro de un marco saludable y sin el temor a las represalias y al coste de la perdida de su puesto de trabajo.

La Comisión Europea, a través de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (1999) realizó un estudio sobre el estrés laboral en el que concluía que el 28% de los trabajadores europeos padece estrés y el 20% síndrome de "burnout" (se sienten "quemados" en su trabajo), siendo los sectores más afectados los trabajos manuales especializados, el transporte, la restauración y la metalurgia.

Los altos costes personales y sociales generados por el estrés laboral, han dado lugar a que organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OMS insisten cada vez más en la importancia que tienen la prevención y el control del estrés en el ámbito laboral, sin embargo, hasta la actualidad siguen sin ponerse en práctica medidas que ayuden al control de esta enfermedad, es más, con la precariedad laboral que va en aumento, ante el temor constante a la pérdida del empleo, se están favoreciendo actitudes en las empresas que sobre-explotan a sus trabajadores exigiéndoles un sobreesfuerzo para llevar a cabo su labor, lo cual favorece el incremento de casos de estrés laboral.




Todo esto se refleja en las situaciones de los trabajadores de acuerdo a las cifras que arrojó un estudio de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (1999):

- El 28 % de los trabajadores europeos padece estrés.
- El 20 % padece síndrome de burnout.
- Más del 50 % de los trabajadores afirman que trabajan a altas velocidades y con plazos ajustados y más del 25 % no pueden ejercer ninguna influencia en la ordenación de las tareas, además de otro 25 % que no puede decidir sobre su ritmo de trabajo.
- Un 45% afirma realizar tareas monótonas.
- Para el 44 % no hay posibilidad de rotación.
- El 50 % realiza tareas cortas repetitivas.

Se piensa que estos estresores relacionados con el trabajo han contribuido a importantes manifestaciones de enfermedad:

- Un 13 % de los trabajadores se quejan de dolores de cabeza.
- Un 17 % de dolores musculares.
- Un 20 % de fatiga.
- Un 28 % de estrés.
- Un 30 % de dolor de espalda.

Además de muchos otros que se resienten de enfermedades que pueden poner en peligro la vida.




Una estimación moderada de los costes que origina el estrés relacionado con el trabajo apunta a unos 20.000 millones de euros anuales.

Como puede verse en este resumen, no se han considerado otros costes que suele acarrear el estrés, como es el caso de los desórdenes mentales, principalmente los trastornos de ansiedad. Más de un 15 % de personas (según los estudios más recientes, esta cifra podría alcanzar incluso el 25 %) a lo largo de su vida sufrirán algún trastorno de ansiedad, como por ejemplo ataques de pánico y agorafobia, que lo padecen entre un 1,5 y un 3,5 % de personas. El estrés laboral puede ser un factor de vulnerabilidad para llegar a sufrir este tipo de trastornos, aunque no es el único.

El estrés hoy en día se considera como un proceso interactivo en el que influyen los aspectos de la situación (demandas) y las características del sujeto (recursos). Si las demandas de la situación superan a los recursos del individuo, tenderá a producirse una situación de estrés en la que el individuo intentará generar más recursos para atender las demandas de la situación.

Los factores psicosociales que inciden en el estrés laboral tienen que ver con las demandas de la situación (o contexto laboral) y con las características del individuo.

La importancia que las características contextuales (entorno de trabajo) tienen para determinar la respuesta del individuo está en función del grado de precisión o ambigüedad que dicho contexto presente. Es decir, cuando una situación tiene mucha "fuerza", las variables personales son poco importantes porque el comportamiento está muy pautado. Por el contrario, si la situación no es clara, se presta a la interpretación del sujeto. En este caso, las características del individuo son más determinantes de su conducta.

¿Existen profesiones más estresantes que otras? Obviamente, sí. La naturaleza de cada trabajo exige una mayor o menor cantidad de recursos a los trabajadores, independientemente de sus diferencias individuales. Unos trabajos exigen prisa, inmediatez, otros exigen precisión, exactitud, otros exigen un gran esfuerzo físico, otros un gran esfuerzo mental, otros acarrean una gran responsabilidad, pues las consecuencias de un error pueden ser vitales y otras profesiones exigen un compendio de muchos de los factores anteriores.

En el ámbito laboral, los estresores que se presentan influyen de forma importante en el sujeto. Existen profesiones con niveles de estrés más altos que otros. La consecuencia inmediata es que existen situaciones laborales objetivas, con mucha fuerza contextual que son potencialmente más estresantes que otras. Ahora bien, además de tener en cuenta la profesión, el contexto laboral, debemos tener en cuenta las diferencias individuales. Así, dos personas en un mismo puesto de trabajo pueden responder de manera muy diferente, es decir unos pueden estresarse mientras que otros no perciben la situación como estresante.


Cualquier situación o condición que presiona al individuo en su actividad laboral puede provocar la reacción de estrés. Incluso, en ocasiones, aunque la situación objetivamente no sea muy estresante, si un individuo interpreta dicha situación como un peligro o como una amenaza potencial, surgirá la reacción de estrés. Por lo tanto, aunque hagamos un listado exhaustivo de factores que pueden desencadenar estrés, dicho listado será siempre incompleto. No obstante los siguientes factores han sido recogidos en un amplio informe sobre el estrés laboral de la Comisión Europea (2000):

- Exceso o falta de trabajo.
- Tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo satisfactorio para nosotros y para los demás.
- Ausencia de una descripción clara del trabajo o de la cadena de mando.
- Falta de reconocimiento o recompensa por un buen rendimiento laboral.
- No tener oportunidad de exponer las quejas.
- Responsabilidades múltiples, pero poca autoridad o capacidad de tomar decisiones.
- Superiores, colegas o subordinados que no cooperan ni apoyan.
- Falta de control o de satisfacción del trabajador por el producto terminado fruto de su trabajo.
- Inseguridad en el empleo, poca estabilidad de la posición.
- Verse expuesto a prejuicios en función de la edad, el sexo, la raza, el origen étnico o la religión.
- Exposición a la violencia, a amenazas o a intimidaciones.
- Condiciones de trabajo físico desagradables o peligrosas.
- No tener oportunidad de servirse eficazmente del talento o las capacidades personales.
- Posibilidad de que un pequeño error o una inatención momentáneos tengan consecuencias serias o incluso desastrosas.
- Cualquier combinación de los factores anteriores.

Muchas consecuencias negativas del estrés se pueden recoger a partir de bajas laborales, absentismo, baja puntualidad, quejas somáticas, rotación, índice de accidentes, etc... Se deben considerar estos datos para garantizar que los programas de intervención reportan beneficios económicos al reducir su tasa de aparición. La intervención centrada en el individuo es la que se lleva a cabo con mayor frecuencia, aunque no la suficiente para prevenir el alto porcentaje de incidencia de este trastorno, consiste en entrenar a los sujetos para que mejoren sus recursos y habilidades para controlar y manejar el estrés y se centran en tareas como:

1.- Sesiones informativas y educativas para dotar a los participantes de información sobre el estrés laboral, el burnout, la respuesta emocional, la ansiedad y la ira.
2.- Técnicas de relajación y entrenamiento en la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson, unida a un entrenamiento en respiración abdominal.
3.- Reestructuración Cognitiva para la detección y cambio de las creencias, ideas y pensamientos irracionales que provocan estados emocionales negativos como la ansiedad, la ira o la depresión.
4.- Autoinstrucciones dirigidas a implantar ideas y verbalizaciones racionales adecuadas para un afrontamiento adaptativo.
5.- Solución de Problemas y entrenamiento en cinco pasos sistemáticos a dar en la búsqueda eficaz de soluciones.
6.- Control de Ira y Asertividad, poniendo en práctica de técnicas ya aprendidas para detectar y cambiar respuestas de ira (identificación de ideas asociadas a la ira, autoinstrucciones, respiración abdominal); y evaluación y entrenamiento (role-playing) en la expresión adecuada de sentimientos de desagrado.
7.- Evaluación Post-tratamiento.

Los resultados obtenidos en diversos estudios muestran que el efecto de la intervención es muy positivo, reduciendo las puntuaciones que los sujetos presentan en todas las medidas de ansiedad tomadas, y reduciendo también el rasgo y la respuesta general de ira, así como la expresión de la misma, a la vez que se aumenta la capacidad de control sobre la expresión interna de la ira. Los resultados muestran un efecto significativo del tratamiento sobre la reducción de la respuesta emocional, lo que avala la eficacia de las técnicas.

Generalmente, y en primera instancia, las personas estresadas acuden a su médico. Sus síntomas más habituales suelen ser ansiedad, dolor y depresión. Pues bien, en el año 2001, si tenemos en cuenta los datos "sólo" de la receta médica oficial, en España se consumieron casi 35 millones de envases de fármacos de tipo ansiolítico o tranquilizante. Casi un envase por habitante. En cuanto a los depresivos, de los tipos que hoy en día más se consumen, en el mismo año se recetaron oficialmente más de 14 millones de envases. De las personas que acuden al médico de atención primaria, el 21% de los pacientes consume ansiolíticos y/ o antidepresivos.


De todas estas cifras sobre abuso de fármacos lógicamente no podemos hacer responsable al estrés laboral. Sin embargo, el estrés laboral también es responsable de una parte fundamental de este problema. El estrés es una parte cotidiana de la vida y la cantidad de tensión que cada persona es capaz de tolerar es diferente, y además varía según el momento de la vida, las circunstancias personales, laborales o familiares o aquellas diferentes circunstancias estresantes que se puedan producir de manera paralela incrementando así la probabilidad del incremento de los síntomas y de elevar el grado de estrés padecido llevándolas al límite de su resistencia y, por tanto, de sus competencias. Esto se debe a que las consecuencias del estrés pueden dinamizar la actividad del individuo provocando un proceso de incremento de recursos (atención, memoria, activación fisiológica, rendimiento, etc.) que hace aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este proceso de activación es muy intenso o se prolonga en exceso en el tiempo, los recursos se agotan, llega el cansancio y con é la pérdida de rendimiento en todas las facetas de su vida.


Según un estudio efectuado en los Estados Unidos con el objetivo de establecer los niveles de estrés de las personas que trabajan en informática y en toda una variedad de puestos de trabajo de otras disciplinas. Según la Health & Safety Executive, el estrés es ahora la mayor causa de días de trabajo perdidos al año manifestándose en lesiones y problemas psico-físicos. El ranking obtenido de mayor a menor profesión estresante es el siguiente:

1ª) Informática (IT). Sorprendentemente es la profesión mas esclavizante que existe. Una encuesta realizada reveló que la mayoría de profesionales encuentran el problema en que sus responsables están constantemente controlándolos, "tras sus espaldas". Por otro lado está el desgaste físico y emocional que supone trabajar bajo la presión y exigencias de plazos de entrega de sus tareas realmente inadmisibles, además del esfuerzo mental que deben realizar a la hora de encontrar soluciones efectivas para la aplicación de requisitos y la resolución de problemas técnicos.

2ª) Medicina y Enfermería. Ser médico es pernicioso para la salud. Es el segundo trabajo con mas tensión y responsabilidad al tener en sus manos la salud humana. Esto es principalmente aplicable a la cirugía.

3ª) Ingeniería.
4ª) Marketing.
5ª) Educación.

Ingenieros, profesionales del marketing y profesores son trabajadores con mucho estrés según las encuestas y estudios efectuados, unos porque les resulta difícil encontrar un puesto de trabajo en su sector y a otros se les añade el que no pueden determinar el punto donde termina el trabajo y empieza su vida personal.

Les siguen en orden descendente:

6ª) Finanzas.
7ª) Recursos Humanos.
8ª) Operadores.
9ª) Producción.
10ª) Administrativos.

Los factores más estresantes que destacan los profesionales del sector más afectado (Técnicos Informáticos) son:

- Sobrecarga y volumen de trabajo.
- Sentirse infravalorado.
- Plazos de entrega inasumibles.
- Tipo de trabajo que deben desarrollar.
- Tener que asumir tareas de otras personas y otras competencias.
- Falta de satisfacción en el trabajo.
- Largas e inflexibles jornadas de trabajo. Falta de control sobre la jornada laboral. Exigencias para la realización de horas extras normalmente no remuneradas.
- Frustración con el medio ambiente de trabajo (mal clima laboral).
- Existencia constante de metas a cumplir.
- Evaluaciones por parte de los responsables sobre su cualificación profesional y su rendimiento, bajo presión a recibir subidas de sueldo en base a la calificación obtenida.
- Carencia de satisfacción profesional que conlleva a la desmotivación y a la frustración.



Estos mismos profesionales indican que los aspectos que más les irritan son:

- Discriminación laboral y económica. Percibir cómo otros trabajan menos y están mejor pagados.
- Responsables que cambian constantemente de planteamiento sobre el alcance de las tareas y directrices, con la consiguiente pérdida de tiempo y confusión ante las labores a abordar.
- Falta de apoyo por parte de los responsables.
- Presión por parte de la dirección.
- Obligación de asumir tareas que no son de su competencia bajo las ordenes de los propios responsables.
- Interrupciones constantes por parte de los colegas.
- Interrupciones por parte de los directivos.
- Acoso psicológico u hostigamiento por parte de los directivos.
- Falta de apoyo y ayuda de los colegas.
- Acoso psicológico u hostigamiento comportamiento por parte de los colegas.
- Indiferencia generalizada por parte de colegas y directivos ante la sobrecarga que se soporta.
- Carencia de ayuda y colaboración por parte de colegas y responsables.
- Sensación de agobio por parte de los responsables.
- Comportamientos agresivos, irrespetuosos y groseros de los responsables.
- Comportamientos agresivos, irrespetuosos y groseros de los colegas.

Todos estos, son trabajos que no dan satisfacción a un 30 % de sus trabajadores y el mismo porcentaje preferiría ser su propio jefe para administrar mejor su tiempo.

Lo que mas les molesta son sus responsables y los hábitos que manifiestan, que no les ayudan si no que incrementan la presión, interrumpen y se muestran agresivos.

Según Kevin Young gerente de Skillsof el estrés es ahora la mayor causa de perdida de días trabajo por enfermedad (se estiman 12,8 millones cada año). Y la Administración estima que los costes relacionados con el estrés en el trabajo cuestan a la Economía más de 7 billones de libras por año.




Fuentes:
Si deseas hacer un test para determinar tu nivel de estrés puedes entrar en la siguiente página, donde podrás hacer una evaluación totalmente anónima y sin coste alguno, donde te ofrecerán una respuesta para ayudarte a valorar tu grado de estrés y si éste resulta alto, te aporte una referencia como para plantearte buscar soluciones y ayuda profesional:



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